El exeditor del diario sensacionalista News of the World, Andy Coulson, fue sentenciado este viernes en Londres a 18 meses de prisión por delitos de intervención telefónica ilegal.
Coulson, quien fue editor del tabloide entre 2003 a 2007, fue encontrado culpable la semana pasada en el tribunal Old Bailey de conspiración para las escuchas telefónicas entre 2000 y 2006. Había negado la acusación.
Podría quedar en prisión hasta dos años.
En la sentencia contra Coulson y cuatro de sus antiguos colegas, el juez John Saunders dijo que el también exjefe de comunicaciones del primer ministro enfrenta la pena más dura.
«No hay pruebas suficientes para concluir que él comenzó el espionaje telefónico, pero existe una amplia evidencia de que la hizo crecer de forma enorme mientras era editor», dijo.
«El veredicto del jurado dice que él lo sabía y lo alentó cuando debería haberlo detenido (las intervenciones). Era su reputación como editor y periodista, que fue creciendo mediante las historias que se obtenían mediante escuchas telefónicas y, aunque renunció, lo hizo con su reputación intacta».
Los antiguos colegas de Coulson se declararon culpables de los cargos de intervención telefónica antes de que el caso llegara a juicio.
Dos de los cuatro, los periodistas Neville Thurlbeck y Greg Miskiw, obtuvieron cada uno penas de prisión de seis meses. Inicialmente, el plazo era de nueve meses, pero se redujo tras su declaratoria de culpa, dijo el juez.
El periodista James Weatherup recibió una condena de cuatro meses, suspendida por un año, y 200 horas de servicio comunitario. Una condena condicional significa que no debería ir a la cárcel a menos que violara la ley en ese periodo.
El investigador privado Glenn Mulcaire fue condenado a seis meses de prisión, suspendida por un año, y también se le ordenó hacer 200 horas de servicio comunitario.
La sentencia de Mulcaire fue descrita por el juez como de «suerte». Pero se complicó por el hecho de que ya había sido enviado a prisión por seis meses por espionaje telefónico en 2007. Este juicio incluyó cargos adicionales.
El juez dijo que además de Mulcaire, los acusados «son distinguidos periodistas que no tenían necesidad de comportarse como lo hicieron para tener éxito».
«Todos ellos lograron un gran prestigio sin recurrir a la invasión ilegal de la privacidad de otras personas. Esos logros ahora no sirven para nada».
Coulson, Thurlbeck y Miskiw están en custodia y comenzarán sus sentencias inmediatamente.
Las víctimas
En sus declaraciones, el juez reconoció la controversia en torno al caso, y reconoció el impacto sobre miles de víctimas de escuchas telefónicas, que no fueron solo las que estuvieron en el ojo público.
«Los objetivos de escuchas telefónicas eran políticos, celebridades y la realeza. Además, hubo personas que fueron atacados simplemente porque eran amigos de, trabajaron con, o estaban relacionados con gente famosa», dijo.
También comentó sobre el caso de la adolescente Milly Dowler, quien fue asesinada y su correo de voz fue intervenido por el News of the World.
«El hecho de que hayan retrasado su notificación a la policía de los contenidos del buzón de voz demuestra que su verdadera motivación no era actuar en el mejor interés de la niña, sino de obtener reconocimiento por la investigación y por lo tanto vender el máximo número de periódicos», dijo.
El periódico, de 168 años y propiedad del magnate de los medios Rupert Murdoch, fue cerrado en 2011 a raíz de la indignación pública provocada por las escuchas telefónicas del caso Dowler.
Cargos adicionales
Coulson se enfrenta a un nuevo juicio por dos cargos de conspiración para realizar una mala conducta en una oficina pública después de que el jurado no pudo llegar a una decisión.
El exeditor de la realeza del periódico, Clive Goodman, también se enfrenta a un nuevo juicio por los mismos cargos. Ambos se han declarado inocentes.
Coulson dimitió del tabloide Sunday en enero de 2007 después de que su editor Goodman y Mulcaire fueron encarcelados por intervenir los mensajes de correo de voz dejado para los asistentes de la realeza.
Coulson dijo que no sabía nada acerca de la piratería, pero renunció porque él era editor del periódico en ese entonces.
En ese mes de julio, el entonces líder de la oposición David Cameron contrató a Coulson como su director de comunicaciones. Cameron se convirtió en primer ministro de Gran Bretaña en 2010, y Coulson llegó a la oficina de Downing Street.
En enero de 2011, Coulson dimitió de su cargo dada la cobertura del escándalo de espionaje telefónico. Insistió en que era inocente, pero dijo que él se había convertido en una distracción para el gobierno.
Cameron se disculpó en el Parlamento la semana pasada por la contratación de Coulson, diciendo que había sido una «decisión equivocada.»
Otro de los editores de periódicos de Murdoch, Rebekah Brooks, fue absuelta de todos los cargos después del juicio de ocho meses en el tribunal de Old Bailey. Su marido y otros tres también fueron absueltos de todos los cargos en su contra.
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