La obesidad es un problema de salud pública, ya que tanto niños como adultos padecen este problema que crece cada día más, pero, ¿cómo se puede prevenir su desarrollo?

Existen algunos consejos para evitar la obesidad que puedes aplicarlos en tu vida diaria.

De acuerdo con diversas investigaciones, la obesidad se desarrolla por los diferentes hábitos que tenemos, ya sea la falta de ejercicio, comer en exceso por las noches o simplemente recurrir a la comida chatarra más de una vez a la semana.

Si no quieres correr riesgos y deseas mantener una figura delgada, es momento de que pongas en práctica los siguientes consejos para evitar la obesidad y disfrutes de una mejor calidad de vida.

1. Reducir tiempo de exposición a la TV y celulares. De acuerdo con especialistas del Standford hospital & Clinics destacan que para prevenir la obesidad se debe reducir el tiempo frente a la televisión y computadora a menos de dos horas al día.

Incluso, un estudio de la Universidad de Northwestern detalla que la exposición a la luz de celulares y laptops fomenta la obesidad, porque antes o después de la cena fomenta el apetito y altera el metabolismo.

2. Evitar el contacto con el DDT. Un estudio del Center for Reproductive Biology en Washington State University destaca que las personas que están expuestas a los químicos de los pesticidas y que tienen predisposición genética a la obesidad son más susceptibles a subir de peso.

3. Reduce tu exposición a la contaminación. Un estudio de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia detalla que la exposición prenatal a altos niveles de contaminación ambiental hace que los niños sean propensos a ser obesos a partir de los siete años.

4. Duerme bien. Es importante que por lo menos duermas ocho horas seguidas, ya que la falta de sueño genera ansiedad y te hace comer de más, así como elegir alimentos poco saludables, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nature.

5. Usa menos antibióticos. Investigadores de la Universidad de Nueva York aseguran que el uso de antibióticos a temprana edad fomenta la obesidad entre los niños.

6. Incluye probióticos en tu alimentación. El objetivo es cuidar tu flora microbiana, ya que cuando los intestinos de las personas carecen de diversidad microbiana, éstas tienen mayor riesgo a subir de peso.

7. Come ensaladas caseras. Aquellas que se venden en tiendas de comida rápida contienen hasta mil 200 calorías y pueden incrementar si les agregas aderezos.

También puedes complementar estos hábitos con la ingesta diaria de dos litros de agua, realizar una actividad física que te permita mover todas tus articulaciones, así como recurrir a terapias alternativas para eliminar el estrés, como masajes, meditación o yoga. Y tú, ¿cómo mantienes alejada a la obesidad?

Fuente: Bancaynegocios

La vitamina D es indispensable para la fijación del calcio en los huesos, se obtiene asoleándose de cinco a diez minutos al día.

Exponerse al sol de cinco a 10 minutos por día, en especial en espalda y muslos, constituye el mecanismo principal para conseguir la absorción de mil unidades de vitamina D, la cual es fundamental en una buena salud tanto de huesos como de músculos, dijo el experto Juan Carlos Pérez Barba.

Agregó que por lo mismo, reduce el riesgo a desarrollar una de las afecciones más asociadas a la falta de dicho mineral, como es la osteoporosis, la cual a su vez incrementa el riesgo a sufrir fracturas potencialmente incapacitantes.

Recomendó el consumo adecuado de calcio, el cual se consigue de manera principal a través de la ingesta de lácteos, de preferencia sin grasa, y también salmón, entre otros alimentos, junto a un adecuado aporte de vitamina D cuya fuente principal es el sol.

Explicó que conforme se avanza en edad, por un deterioro asociado al paso del tiempo, la pérdida de calcio y masa muscular es más acentuada, y más aún si se toma en cuenta que los ancianos casi no se asolean.

“Es difícil que una mujer de 70 años salga a asolearse en shorts, y por eso se les recomienda que a través de la ventana expongan sus piernas al sol para absorber la vitamina D que les ayudará, pero también se les pide no descuidar su ingesta de calcio”, apuntó.

Señaló que es fundamental que además de la dieta con contenido de lácteos, se procure hacer ejercicio de manera consistente todos los días, porque así mejorará la fuerza músculo esquelética y se evitarán fracturas, que son el problema más grave de huesos y músculos débiles.

Fuente: caracteres

El té negro es una de las bebidas que tienen un sabor fuerte y que son una delicia para el paladar, pero además de disfrutarlo para iniciar tus mañanas es recomendado porque el té negro puede dar ventajas para una buena salud. Conoce acá un poco más sobre los beneficios que puedes obtener al habituar beberlo.

Uno de los beneficios más conocidos es el respaldado por un estudio en Japon publicado en el “Annals of Nutrition and Metabolism” el demuestra que el té negro ayuda a bajar de peso y que además tiene el beneficio adicional de reducir los niveles de colesterol.

Pero los beneficios no se quedan ahí, gracias a diferentes descubrimientos hoy podemos saber que el té negro puede ayudar a mejorar diferentes aspectos de la salud como:

1. Mejor salud bucal Los compuestos de los que está integrado este té pueden limitar el crecimiento de las bacterias que causan la caries y otras infecciones, revela un estudio de la Universidad Illinois, Chicago.

Mediante este estudio determinaron que las personas que enjuagan su boca con té negro durante un minuto, 10 veces al día, tenían menos acumulación de placa en los dientes, que las personas que hacían lo mismo con agua.

2. Evitar el cáncer. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Maryland, se revela que el riesgo de cáncer de pulmón es 5 veces mayor en quienes no beben té verde. Esto gracias a la examinación de los hábitos alimenticios de más de 500 personas.

Por su parte un estudio de la Universidad de Rutgers apunta que el compuesto TF-2 que se encuentra en el té negro mata las células cancerosas sin dañar las normales.

3. Reforzar la salud cardiovascular. La investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston demuestra que los problemas en el funcionamiento de las arterias mejoran cuando se beben cuatro tazas de este té al día.

4. Acabar con gérmenes. Diferentes estudios aseguran que el té negro ayuda a matar los gérmenes que causan enfermedades como la diarrea, la neumonía o las infecciones cutáneas.

En concreto Milton Schiffenbauer, especialista de la Universidad de Pace, afirma que beber té negro ayuda a matar el virus causante del herpes en la boca.

5. Mejorar la fuerza muscular. Mediante un estudio financiado por la National Institutes of Health’s, los investigadores tuvieron la oportunidad de brindar aleatoriamente té y placebo a 170 mujeres posmenopáusicas, quienes además realizaban ejercicios de Tai Chi.

Al cabo de 6 meses y después de analizar los resultados, la conclusión es que las mujeres que bebieron té mejoraron su fuerza muscular, en comparación de las que tomaron el placebo.

Así que ya sea que quieras bajar de peso o prevenir otras enfermedades, además de consumirlo para calmar tu estrés matutino, aprovecha que el té negro puede dar ventajas para una buena salud si lo tomas de manera regular.

Fuente: Salud180

Cuando decides que es tiempo de vivir un estilo de vida más saludable, es más probable que obtengas mejores resultados a largo plazo si inicias una dieta saludable y aumentas la actividad física, al mismo tiempo.

Puede parecer mejor optimar una sola cosa a la vez. Pero mientras que no tengas que hacer cambios drásticos durante la noche, un nuevo estudio sugiere que lo mejor es empezar por optimar tanto tu nutrición y tu nivel de actividad.

Kathy McManus, director del departamento de nutrición de la afiliada a la Harvard Hospital Brigham y de Mujeres, menciona que:

Esto me da esperanza de que hacer dos cambios al mismo tiempo puede funcionar

Consejos de Asesoría de Gestión Estilo de vida: El estudio CALM

En un estudio, del investigador de la Universidad de Stanford Abby Rey y sus colegas, en el que participaron 200 personas mayores de 44 años cuya dieta y los niveles de actividad física fueron muy por debajo de los estándares saludables.

Los participantes tenían la esperanza de mejorar su estilo de vida, pero no trataban específicamente para bajar de peso. Fueron asignados aleatoriamente a uno de cuatro grupos:

El grupo de la dieta primero comenzó con cuatro meses de asesoramiento sobre la mejora de la nutrición, y luego recibió la nutrición y el ejercicio de asesoramiento durante ocho meses

El grupo de ejercicio comenzó con cuatro meses de consejería sobre el aumento de su nivel de actividad, luego recibieron la nutrición y el ejercicio de asesoramiento durante ocho meses.

El grupo consiguió simultánea de 12 meses de la nutrición y el ejercicio de asesoramiento.

El grupo de control recibió 12 meses de consejería de reducción del estrés.

Para todos los grupos, el objetivo del ejercicio es aumentar la actividad física de moderada a vigorosa a 150 minutos (dos horas y media) cada semana.

Su dieta incluye de cinco a nueve porciones diarias de frutas y verduras y reduce las grasas saturadas y el 10% del total de calorías consumidas.

¿Los resultados?

El grupo control no cumplió con ninguno de estos objetivos. Aquellos en el grupo de dieta conocieron sus objetivos. Los que están en el grupo de ejercicio ubicaron su meta de actividad. Pero sólo aquellos en el grupo simultáneo consiguieron lograr ambas.

Por otro lado, nadie perdió peso significativamente. «Muchos de nosotros estamos tratando de hacer eso, también. No sabemos cómo podría jugar si el foco del cambio de estilo de vida se encontraban en la pérdida de peso», dice McManus.

Cómo cambiar su estilo de vida

El cambio de estilo de vida es muy difícil de hacer desde uno mismo. La mayoría de las personas necesitan orientación y estímulo.

McManus elogia el estudio de Stanford para proporcionar datos muy necesarios sobre cómo los proveedores de salud pueden ayudar a las personas a lograr el cambio de estilo de vida.

Sin embargo, ella señala que todo individuo tiene su propio estilo de vida y necesita un enfoque individualizado para cambiarlo.

El paciente es realmente el experto en su propio auto-cambio. Somos expertos en medicina, pero los pacientes son expertos en su propio comportamiento

El diálogo se centra alrededor de cualquier cambio exitoso que hayan hecho en el pasado. Y desarrollamos conexiones acerca de lo que les importa y por qué importa, la comprensión y la empatía con lo que se perderá si se dejan de lado, por ejemplo, los bocadillos altos en sodio que ha estado comiendo.

No funciona simplemente para decirle a la gente lo que deben hacer, lo que tienen que hacer, o lo que deben hacer.

Puntualiza McManus que «Usamos frases como, ‘Otras personas han encontrado,’ ‘Algunos han beneficiado de,’ y ‘Usted podría considerar'». Una vez que los pacientes se sientan escuchados están más abiertos a lo que tiene que decir.»

Con el tiempo, dice McManus, las personas dan más importancia a los comportamientos saludables y tienen más confianza en su capacidad para hacer cambios.

Fuente: salud180

Los vegetales deberían tener un lugar importante en tu dieta debido a su alto contenido de fibra. Sin embargo, tal vez hayas escuchado que es mejor preparar las verduras cocidas que comerlas crudas. Pero, ¿es cierto que los vegetales hervidos tienen más fibra? A continuación, sabrás la respuesta.

Muchos prefieren comer verduras cocidas debido a que, de esta manera, tienen un sabor y una textura más suaves. También se ha descubierto que se incrementa la cantidad de ciertos nutrientes en algunos vegetales cuando los cocinas. Y, en ciertos casos, aumenta su contenido de fibra. Aquí van algunos ejemplos:

#1 Tubérculos

Las zanahorias, papas, remolachas y los nabos son ricos en fibra. Cuando comes 1 taza de zanahorias hervidas, consumes 4,7 gramos de fibra, mientras que al comer la misma cantidad de este vegetal crudo solo ingieres 3,6 gramos de fibra. En el caso de las papas, estas aportan más fibra cuando las cocinas hervidas que al horno, y lo mismo sucede con la remolacha y los nabos.

#2 Brócoli y espinaca

Cuando comes 1 taza de brócoli hervido, consumes 5,1 gramos de fibra, mientras que crudo solo contiene 2,4 gramos de fibra. El caso de la espinaca también es notable, ya que 1 taza de este vegetal cocido aporta 4,3 gramos de fibra a tu dieta, mientras que la misma cantidad de espinaca cruda solo contiene 0,7 gramos de fibra.

#3 Tomates

El tomate es muy versátil y puedes usarlo crudo o cocido en diversos platos. Pero, a diferencia de los vegetales que ya hemos mencionado, es más nutritivo cuando lo comes crudo. Si comes 1 taza de tomates cocidos, consumes 1,7 gramos de fibra, mientras que la misma cantidad de este vegetal crudo aporta 2,2 gramos de fibra a tu dieta.

#4 Maíz

Cuando comes 30 gramos de palomitas de maíz, sumas 2,8 gramos de fibra a tu dieta. Pero el maíz dulce es más nutritivo, ya que 1 taza de este vegetal hervido contiene 3,6 gramos fibra.

¿Cuál es la mejor forma de preparar los vegetales?

En realidad, los vegetales crudos, hervidos y cocinados al horno tienen beneficios para la salud. Sin embargo, hay estudios que sugieren que comerlos crudos podría disminuir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Además, cuando cocinas algunas verduras, estas pierden nutrientes y enzimas que son importantes para el buen funcionamiento del organismo. Por lo tanto, es aconsejable consumir vegetales tanto crudos como cocidos.

Fuente: imujer