Shelly Sterling, esposa del asediado propietario de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, pidió a la corte el miércoles una orden judicial para autorizarla a concretar la venta del equipo por 2.000 millones de dólares, informó el diario Los Angeles Times.
Los abogados de la señora Sterling buscan que el Tribunal Superior del Condado de Los Angeles emita una orden de emergencia para una audiencia con un juez, a fin de que éste pueda confirmar su autoridad para vender a los Clippers.
La venta al exejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, parecía encarrilada hasta el martes cuando Donald Sterling echó para atrás en sus intenciones de llevar adelante la operación y decidió seguir adelante con su demanda contra la NBA y el comisionado Adam Silver.
La NBA expulsó de por vida a Donald Sterling y le aplicó un multa de 2,5 millones de dólares por sus comentarios racistas en una disputa con su exnovia, los cuales fueron grabados y publicados sin su conocimiento.
La esposa de Sterling quiere la audiencia lo antes posible, alegando que si el acuerdo no se realiza antes del 15 de septiembre, la NBA renovaría sus esfuerzos para vender al equipo en una subasta, probablemente a un precio muy inferior.
Ella afirma que su marido está incapacitado para manejar sus propios negocios, según consta en documentos presentados ante la corte, informó el Times.
Empero, Donald Sterling ha dicho que no venderá y está demandando a la NBA por 1.000 millones de dólares.
En comunicado dado a conocer por su abogado el martes, el octagenario propietario afirmó que luchará por sus derechos fundamentales contra la NBA, a la que describió como “una banda de hipócritas y abusivos” y “monstruos despreciables”.
“Me crié con la idea de que cada ciudadano estadounidense tiene derecho al respeto de su vida privada y a la libertad de expresión”, dijo Sterling en una carta a los principales medios de comunicación estadounidenses.
“Como ciudadano y abogado, estoy en shock, pero no me sorprende que la NBA viole estos derechos fundamentales”, escribió en su nota Sterling.
En el contrato de venta de los Clippers se establecía que la familia Sterling indemnizaría a la NBA en caso de que Donald quisiera demandar a la organización.
Sterling, según una encuesta, es el hombre más odiado por los estadounidenses, pero trata de aparecer como una víctima de una venganza personal.
Va incluso más allá al asegurar que la NBA no está en condiciones para acusarle de racismo: “oculta su historia de prácticas discriminatorias”, dice el expropietario.
En el descanso del tercer juego de la Final NBA entre Miami y San Antonio, el comisionado Silver, interrogado por la televisión, se negó a responder a los ataques personales de Sterling.
“Seguimos de cerca la situación, pero ahora es un asunto entre los Sterling”, dijo Silver.
Fuente: Noticia Al Día