Pedro Mario Burelli, ex director externo de PDVSA, quien vive en los Estados Unidos desde hace más de una década, advierte que no asistirá a la citación que le hizo, para hoy, la Fiscalía General de la República. Burelli tendría que declarar, en calidad de testigo, en torno al supuesto plan de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro, denunciado por éste y por el alcalde Jorge Rodríguez. Dice, también, no haber recibido oficialmente la solicitud de comparecencia y que los supuestos emails que lo involucrarían en la conjura son producto de un forjamiento.
-¿Por qué dices que son falsos los emails que el alcalde Jorge Rodríguez le atribuye?
-La primera razón es porque no los escribí. La segunda, por la forma en que los presentaron. Es obvio que no estaban en posesión de la huella digital o encabezamiento de esos correos. En apariencia es fácil forjar un correo, pero es imposible forjarlo en cuanto al registro que deja al pasar del remitente al destinatario. Todos los correos que mostraron son de cuentas cuyo proveedor es Google. Estamos siguiendo el procedimiento establecido, con mi abogado, a fin de conseguir los recaudos técnicos y luego la certificación que demostrará cómo todo esto se montó sobre la base de correos forjados.
-Cuando tengas esas evidencias, ¿qué piensas hacer con ellas?
-En la medida en que este tema abra una serie de repercusiones legales, como, por ejemplo, la difamación, todo el mundo podrá analizar la certificación técnica contra lo que ha presentado el Gobierno. Yo no tendría que demostrar que esos emails son forjados porque son ellos quienes deben probar la legitimidad de su denuncia. Pero como sé que no lo van a hacer y debo preservar, tanto mi reputación como la de otras personas que han involucrado en esta farsa, nos toca, a los inocentes, mostrar que nuestros acusadores son los culpables.
-¿De qué sirve la mera demostración si no se aplica la ley a lo que, en caso de mostrarse, sería un delito?
-Entre las muchas razones que pueda haber para esta farsa, era claro que pretendían distraer la atención sobre la aplicación de sanciones, en EEUU, a ciertas figuras del régimen. Si esto era así, en el proceso de hacerlo, probablemente han burlado las leyes del país al que acusan de no tener jurisdicción para sancionarlos. La embajada venezolana en Washington hizo circular los emails forjados, con muy mala traducción, por cierto, a través de un panfleto, con la intención de convencer, a ciertos círculos, de que había un intento de asesinato. Por tanto han publicado, en territorio de EEUU, documentos forjados y eso constituye un delito.
-Involucran al embajador de EEUU en Colombia.
-El presidente Maduro dijo que este caso es el más importante que han investigado, con la mayor cantidad de evidencias y si pretenden involucrar a EEUU en el tema éstos deberán decidir la conducta a asumir ante las denuncias. Ellos verán hasta dónde pretenden llevar el conflicto con EEUU porque, al mismo tiempo, expresan su deseo de mantener magníficas relaciones.
-En todo caso, parecen dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias con los citados a la Fiscalía.
-Hay todo tipo de razones que pueden estar detrás de esta farsa. Yo me imagino muchas, aunque ignoro el orden de prelación establecido. Ignoro si priorizan la necesidad de tapar el ruido que iba a hacer la votación de las sanciones contra funcionarios venezolanos por violación de DDHH. También puede ser la necesidad de castigar a quienes han sido indoblegables a la hora de explicarle al mundo lo que está ocurriendo en el país. No sé, tampoco, si María Corina es su principal obsesión. De manera que hay muchas razones y, eventualmente, podrían ser todas juntas las que expliquen una especie de último acto de desesperación en el cual un psiquiatra (que parece más loco que psiquiatra) los lanza a la nada, sobre la base de unos correos falseados, quedando, así, enredados en su propia madeja. Demostración de que ya perdieron el sentido de la realidad.
-¿Si se demuestra que mienten, en este caso, no cabría suponer que lo han hechos en otros similares?
-Lo interesante, en este caso, es que demuestran su ignorancia al forjar correos electrónicos. Por eso le pregunto a Nicolás Maduro lo siguiente: ¿Será que Cilia (Flores) y Tareck (El Aisami) no saben que forjar un correo de email tiene más graves consecuencias que hacer lo mismo con uno de cantv.net? Estamos llegando a un nivel de locura tal que uno se asusta cuando quien manejó procesos electorales hiperelectrónicos (Jorge Rodríguez), que además de cuestionados costaron millones de dólares, ignore cómo la evidencia válida, para demostrar que alguien es responsable de un correo, no es un simple «copiar y pegar», sino el encabezamiento. Pero sí hacen pública (violando las normas) la denuncia y al mismo tiempo no muestran las pruebas reales. Así, nos someten al escarnio público con unos correos forjados cuyo respaldos, claves para demostrar la veracidad de la denuncia, no aparecen por ninguna parte. Entonces me dicen, «señor Burelli, véngase para acá y en la Fiscalía nosotros se lo mostramos». Y yo le respondo: «No señor, los espero en Google y una vez allí exijan ustedes la certificación».
-El hecho de que los emails sean falsos no quiere decir, que ustedes no conspiren.
-Yo no estoy conspirando para asesinar al presidente de Venezuela, por más ilegítimo que sea. Tampoco conspiro para que haya un golpe de Estado. No tengo contacto con ningún militar activo. Y en cuanto a la gente con la que me comunico, tampoco. Ahora, que nos sentimos, como todos los venezolanos, aterrados y preocupados por el destino del país y consternados por la impunidad, sí. Que lo denunciamos a donde vamos, sí. Que tenemos amigos y acceso a muchos lugares y les contamos lo que está pasando, sí. Eso no es conspirar.
-¿Quiénes son esos personajes y/o instituciones?
-Yo diré con quien hablo en el mundo cuando el señor (Rafael) Ramírez cuente quiénes son sus testaferros. Yo explicaré sobre mis reuniones con el Departamento de Estado en el momento en que el señor Maduro aclare cuál es su relación con el Gobierno de Cuba.
ROBERTO GIUSTI , PEDRO MARIO BURELLI , EX DIRECTOR EXTERNO DE PDVSA | EL UNIVERSAL
María Corina Machado convocó a una marcha el día de su presentación en Fiscalía. Oposición se concentró en Chacaito para pedir liberación de Leopoldo López y estudiantes. Fuerte presencia de policías y GNB impidió marchar
Con la finalidad de “trazar la ruta” para “liberar a Venezuela”, la oposición se concentró ayer en la plaza Brión de Chacaito, atendiendo al llamado del partido Voluntad Popular (VP) y la exdiputada María Corina Machado, como parte de las acciones de calle que retoman lo sectores que adversan al Gobierno en rechazo a la privativa de libertad de Leopoldo López, así como de un grupo de estudiantes y demás presos políticos, cuya lista promete crecer, siendo Machado la próxima en poder engrosarla.
Desde las 10.00 de la mañana comenzaron a congregarse los manifestantes en el emblemático bastión opositor que divide los municipios Libertador y Chacao, la mayoría vistiendo ropa blanca, pero no fue sino hasta horas del mediodía cuando hicieron acto de presencia las mujeres que encabezaron la convocatoria: María Corina Machado y Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López. También estuvo presente la madre del fundador de VP.
Sin temor a las consecuencias judiciales, la exdiputada propuso tres pasos para “lograr la democracia en el país”. Pidió unidad de los partidos políticos, gremios y movimientos sociales para pedirle la renuncia al presidente Nicolás Maduro y realizar una enmienda a la Constitución para renovar los poderes públicos.
«Nuestro objetivo es tener elecciones presidenciales lo antes posible con un CNE renovado. Vamos a lograr la transición a la democracia de forma constitucional (…) Ni sumisión ni guerra civil, queremos la liberación», expresó María Corina Machado, al tiempo que convocó a una marcha para acompañarla el 16 de junio hasta la sede de la Fiscalía, donde comparecerá tras haber sido citada por su presunta participación en el supuesto intento de magnicidio.
Por su parte, Lilian Tintori recordó que la inseguridad y la escasez son las principales razones por las que los ciudadanos se volcaron a la calle desde el 12 de febrero a protestar porque “los venezolanos tiene derecho a un mejor país”.
También hubo actividades similares en otras ciudades del país, así como en algunas ciudades del exterior que se unieron a la campaña #LiberarAVenezuela.
Máxima seguridad
Aunque la convocatoria hacía referencia a una marcha, cuya ruta no había sido divulgada, ante la excesiva presencia de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en los alrededores, la actividad se redujo a una concentración.
La plaza Venezuela y la intercepción entre la avenida principal de Las Mercedes con la autopista Francisco Fajardo, a pesar de estar aproximadamente a un kilómetro de la concentración, se encontraban tomadas por los cuerpos de seguridad, ataviados con equipos antimotines y escoltados por dos ballenas. La estación del Metro de Chacaito fue cerrada, dificultando el acceso a la plaza Brión por esta vía.
Por José Gregorio Martínez / Caracas / noticias@laverdad.com
Hace 3 años una construcción inconclusa en la avenida Lecuna, que estaba abandonada, fue invadida por varias familias. El viernes en la noche, funcionarios de la Guardia Nacional y otros cuerpos de seguridad, incluyendo un fiscal, se presentaron en la obra y desalojaron a sus ocupantes. Estos salieron pero se quedaron durmiendo en la acera, con sus colchones, televisores, neveras, ollas y alimentos.
“Nosotros queremos una vivienda digna, no queremos problemas, todos vivíamos alquilados, arrimados o en situación de calle, por eso nos metimos aquí”, señaló Ana Becerra, una de las desalojadas.
Marianella Chaparré, vocera e integrante de la junta comunal Plaza de Toros Nuevo Circo, señaló que esa obra estuvo abandonada durante 6 años, fue ocupada por seis familias y luego llegaron más, hasta un total de 37. “Nos quedaremos aquí hasta que nos resguarden en un refugio o en una vivienda digna”, advirtió.
Hay familias que vivían allí desde hace 3 años, otras desde hace 12 meses. Pero entre ellos hay diferencias, un grupo está en una acera y otro en la de al lado. Iris Castro, otra vocera, informó que el consejo comunal Los Horcones los está ayudando a conseguir casa.
Todos coincidieron en que han sido censados por el Metro de Caracas (ente responsable de la obra), y que han tocado puertas en ministerios, alcaldías, e inscrito en la Misión Vivienda. La obra está ubicada en la esquina Bermúdez de la avenida Lecuna. Allí construirían un Simoncito, al lado una farmacia y enfrente un infocentro. Un cartel viejo, del Mopvi, así lo indica.
Sobre el desalojo hubo denuncias. “La Guardia Nacional entró apuntando a niños, embarazadas y adultos, y un señor fue golpeado. No tenían orden y la fiscal novena no dijo por qué era el desalojo”, señaló Deyanira Flores junto con varias personas, que también aseguraron que les robaron pertenencias.
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E s bueno, para nosotros y para el país, recordar una acción judicial contra este diario que seguramente dejará huellas grandes en el expediente nacional sobre violaciones al derecho a la libre expresión. Y no es una hipérbole.
Si no ha sonado más es por la magnitud de lo sucedido en Venezuela en estos meses recientes en los cuales, como pocas veces en su historia, el pueblo hizo suyas las calles para protestar contra la flagrante destrucción del país. Y en que los demoledores de la nación respondieron con la más feroz represión, desde los guardias nacionales y las fuerzas policiales que matan y torturan hasta los jueces venales que tuercen la ley para vigilar y castigar Recordemos sucintamente el caso en cuestión. Carlos Genatios, científico reputado, publicó en nuestras páginas un artículo en el que citó, de pasada, una frase que atribuía a Diosdado Cabello, la cual decía que al que no le gustase la delincuencia que se fuera del país. Esa frase salió en diversos medios y creó una amplia matriz de repudio.
Cabello posteriormente la desmintió. Lo cierto es que Genatios dio por buena la frase como muchísimos venezolanos.
Y lo que en el peor de los casos hubiese ameritado a lo sumo tres líneas de aclaratoria dio lugar a la demanda más desmedida que en estos asuntos se conoce.
Procede por la vía penal y puede acarrear de dos a cuatro años de cárcel y sanciones económicas. Pero no solo se acusa al articulista sino su acción se extiende a los miembros de la junta directiva del diario, lo que constituye una acción sin precedentes en la larga y siniestra historia de los atropellos a la libertad de expresión en el país, como ha señalado hasta el propio Eleazar Díaz Rangel, autoridad en la materia y chavista incuestionable. A todos ellos, además, se les ha dictado medidas cautelares que les impiden salir del país y los obligan a presentación semanal ante el tribunal de la causa. Como se verá, la saña y la impropiedad legal de la acusación no guardan ninguna proporcionalidad con la parca cita que verosímilmente le atribuye el opinador.
La justicia, por supuesto, ha actuado como era de esperarse con acatamiento y premura a la solicitud de tan encumbrado personaje. Ha rechazado con inusitada rapidez dos apelaciones de los implicados, una de ellas por falta de razonamientos para justificar las medidas cautelares tal como ordena la ley. En este caso sometido a una corte de apelaciones una jueza que forma parte de ésta, salvó y razonó su voto que termina recordando a sus colegas que escasos meses antes habían rechazado un expediente… simplemente porque no razonaba las medidas cautelares solicitadas. Habría que agregar que se ha informado a la juez del caso, con certificados de ilustres galenos, que el estado de salud de Teodoro Petkoff hace particularmente cruel e inadecuada esa presentación semanal. Inútilmente hasta ahora.
Por último agreguemos que Petkoff introdujo ante la Fiscalía una acusación contra Cabello por una indebida manipulación del Poder que da lugar a su demanda, emitido casi un mes antes de la publicación del mentado artículo (sic) y de «valimiento de funcionario» al utilizar los mecanismos de la Asamblea Nacional para tramitar una acción que él mismo ha calificado de estrictamente personal. Como era de suponerse no se tiene la menor noticia de que esta haya sido considerada.
Pero lo que hace más grotesco el caso es que el muy susceptible acusador pasa por ser uno de los grandes insultadores, acaso el campeón en la actualidad, de un régimen que ha hecho del denuesto y la mentira su emblema. Y consecuentemente de los más insultados, ya que los ucranianos también juegan. Para sólo referirnos a los días más recientes, baste recordar una de sus acusaciones floridas: decirle a sus conmilitones de Monagas que la oposición después de asesinar a Nicolás Maduro iría por los hijos de los presentes con los más perversos propósitos. Y del otro lado una articulista en El País de España se expande describiendo su condición de corrupto a gran escala; o un defensor de la jueza Afiuni, a la que el capitán acusa sin pruebas de recibir considerables pagos por su actuación judicial, lo reta a desprenderse de su inmunidad parlamentaria para demostrarle cómo «pasó de teniente a millonario».
Ese peso pesado de la guerra sin cuartel trata, pues, de causarnos un consistente daño, por lo que en sus andanzas de todos los días se parece más bien al pétalo de una flor.
Fernando Rodríguez
EDITORIAL DEL TAL CUAL