La Organización de Estados Americanos (OEA) finalizó este jueves en Paraguay su reunión anual de dos días intentando obtener consenso hasta en los temas más sensibles que dividen a esta región, diversa en bloques que opacan su influencia política.
La desigualdad en una de las regiones más ricas de mundo fue el único tema de consenso unánime en la 44 asamblea general, que trajo a Asunción a 28 cancilleres y embajadores ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo el foro se esmeró en alcanzar pronunciamientos salomónicos en los asuntos que parecían volver a fracturar a los miembros de la OEA, como la crisis política que atraviesa Venezuela y la propuesta impulsada por Ecuador para reformar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sobre Venezuela, Insulza lamentó el estancamiento del diálogo en el país petrolero, pero llamó a la comunidad internacional a apoyar el proceso «sin presiones ni sanciones», palabras que Caracas agradeció mientras Washington reiteró que no apoya por ahora las sanciones que impulsa la Cámara de Representantes estadounidense.
Retiran moción de mover a CIDH
El proyecto de resolución para reformar la CIDH que trajo Ecuador el martes y que generó polémica en los pasillos, aparecía el jueves en términos muy matizados y se retiró su propuesta más controvertida: considerar la mudanza de la sede de la OEA de Washington, como rezaba la versión original.
El argumento del gobierno del presidente de Ecuador Rafael Correa para mudar la sede de la CIDH es que Estados Unidos no ratificó la Convención Americana de los Derechos Humanos y, por otro lado, la influencia que como país anfitrión pueda ejercer sobre el organismo.
Discriminación sexual
Otro proyecto de resolución que evidenció las diferencias regionales fue presentado por Brasil contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
La propuesta, criticada y defendida con pasión en el foro, llevó 10 notas a pie de página de países que como Guatemala condenan la exclusión pero no consideran discriminatorio no reconocer el matrimonio legal entre personas del mismo sexo.
Consciente de las críticas a la OEA, Insulza, defendió el papel del organismo, celebró la existencia de otros bloques regionales y abogó por la convivencia de todos estos grupos en una región rica en diferencias.
«La OEA no pretende ser, en caso alguno, la única entidad representativa del continente», anunció Insulza el martes al inaugurar la asamblea general en Paraguay y reconoció los nuevos organismos o foros regionales.
A su juicio estos bloques «cumplen, en medio de un proceso creciente de internacionalización, tareas que la OEA no está destinada a cumplir. No estamos para competir, sino para cooperar en bien de nuestros países miembros», agregó al aupar las mejores relaciones con UNASUR, SICA, CARICOM, CELAC, MERCOSUR, Comunidad Andina, SELA y OECS.
Fuente: Agencia