Prometen equipo de resonancia para hospital altomirandino
Infraestructura, equipamiento y ascensores son las tres prioridades del nuevo director, que viene del hospital General de Valles del Tuy.
Infraestructura, equipamiento y ascensores son las tres prioridades de Jesús Alberto Tovar Zerpa, nombrado el 15 de mayo como director del Hospital Victorino Santaella (HVS), Los Teques, pero quien entre papeleos y burocracia arrancó formalmente una semana después en el cargo.
Un recorrido por la institución para ver «in situ» la situación y una asamblea con los trabajadores para establecer el enlace directo con ellos, han sido las primeras acciones de quien viene de llevar las riendas del Hospital General Simón Bolívar de Valles del Tuy y del Distrito Sanitario número 2.
El hospital, que era administrado por la Gobernación de Miranda, fue transferido al Gobierno Central cuando Diosdado Cabello dejó de ser gobernador de la entidad, tras un período (2004-08) al frente. Una de sus promesas, aún no cumplida, fue que todos sus pisos estuvieran operativos.
«Tras evaluar el impacto de los ascensores en la movilidad de los pacientes decidí empezar la gestión por allí», afirma, para explicar que contactó a la empresa ATM que ya reparó el ascensor número 4 –el cual acota no se desprendió, sino que sufrió una falla en la cabina de seguridad que hizo que la guaya de freno no se activara en hecho registrado el 11 de abril cuando varias personas resultaron heridas-, para luego iniciar las reparaciones del 1, 3 y el 5, e incluso reactivar los montacargas 8 y 10 para trasladar comida e insumos.
En materia de personal reconoce el déficit de especialistas y enfermeras, «por lo cual ya hemos hecho las diligencias y pronto contaremos con un refuerzo de 42 enfermeras y se están postulando personal de seguridad, camilleros y varias denominaciones de cargo».
Tovar no es ajeno a los conflictos entre el personal médico venezolano y cubano que labora en único hospital de los Altos Mirandinos, por lo que esta semana sostendrán un encuentro «para limar asperezas; todos debemos entender que el hospital funcionará mejor en la medida que sumemos esfuerzos, lo que se reflejará en un mayor número de pacientes atendidos y satisfechos».
En cuanto a la dotación de insumos, manifiesta que «contamos con lo fundamental para trabajar», acotando que no son ajenos a los problemas con las comercializadoras por lo que se les hace difícil acceder a ciertos artículos, pero no al punto de ver comprometido su funcionamiento.
«El último aporte lo tuvimos en mayo y esperamos que para la primera semana de junio nos estén reponiendo. Son muchas las cosas que se dicen, pero los almacenes, afortunadamente, muestran otra realidad».
Pronto esperan contar con el equipo de resonancia magnética y funcionar a su máxima capacidad. «La meta es recobrar la operatividad del área quirúrgica los 7 días a la semana las 24 horas del día, lo cual lograremos en la medida que se vaya sumando personal especializado».
«No voy a decir que todo está perfecto; de hecho, hay muchas fallas que subsanar pero aún más disposición para corregirlo y todo va de la mano del sentido de pertenencia del personal hacia su hospital, el único tipo 4 del estado Miranda», sentencia quien afirma tener horario de entrada pero no de salida del centro asistencial, donde ya se desenvuelve con familiaridad gracias a la cercanía con la cual se relaciona con trabajadores y pacientes.
«No vengo a tomar decisiones cupulares sino a escuchar las propuestas de todos para que se sientan parte del organigrama del HVS», sentenció.
Fuente: EU