Un partido decisivo en Stamford Bridge marcará mañana el futuro del Atlético de Madrid en la Liga de Campeones, en la que avista una final anhelada desde hace 40 años, por la que competirá frente al Chelsea y Jose Mourinho con todo igualado desde el 0-0 de hace una semana en el Vicente Calderón.
Es un reto pendiente desde mayo de 1974, la última vez que jugó por el título de la Copa de Europa en aquella final dolorosa en la que rozó la gloria en el estadio Heysel de Bruselas hasta que Hans-Georg Schwarzenbeck igualó en el último segundo de la prórroga para el Bayern Múnich, tras el 0-1 de falta de Luis Aragonés.
El posterior 4-0 en el duelo de desempate, dos días más tarde, condenó a un subcampeonato sin consuelo a uno de los equipos más recordados y míticos de los 111 años de existencia del Atlético. Una deuda histórica que ha pasado de generación en generación desde entonces y que ahora desafía un imponente conjunto rojiblanco.
El Atlético del argentino Diego Simeone está a las puertas de la final de la Copa de Europa. Es una oportunidad quizá única para el equipo rojiblanco, el único invicto y el menos goleado en esta edición de la UEFA Champions League, con ocho victorias, tres empates y solo cinco tantos en contra; un bloque compacto, intenso, eficaz en ataque, firme en defensa, líder de la Liga y sensacional en Europa.
Mañana visita Stamford Bridge en otro ‘combate’ táctico, como el encuentro de ida en el Vicente Calderón, con un 0-0 tan inquietante para el Atlético como para el Chelsea, que consiguió su objetivo hace ocho días en Madrid con el empate sin goles en un ejercicio defensivo que contuvo la irrenunciable ambición de los rojiblancos.
Lisboa, la sede de la final el próximo 24 de mayo, es la meta más inmediata para ambos, con dos estilos similares que proponen mañana una nueva confrontación para resolver una eliminatoria pareja, que probablemente se decidirá por detalles. Sólo habrá un ganador, el que se imponga en un enfrentamiento definitivo en Londres.
Ahí apunta este miércoles el conjunto madrileño, que no ha perdido ninguno de sus últimos catorce encuentros, once de ellos solucionados con victoria, al que le vale el triunfo y los empates con goles para avanzar de ronda, incluso el 0-0 si luego vence en los penaltis, y que reafirma su enorme fortaleza partido a partido.
Sin Gabi Fernández, sancionado por ciclo de tarjetas para el choque de mañana, y con el apoyo de más de 2.500 aficionados en las gradas, encara un partido de máxima exigencia con prácticamente todo su once tipo salvo en el medio centro, en el que Mario Suárez volverá a la titularidad en ese puesto junto a Tiago Mendes.
A la alineación también regresará probablemente Arda Turan, que ha participado en los dos últimos partidos desde el banquillo tras cuatro encuentros de baja por una pubalgia. La posibilidad de David Villa en ataque sería la otra opción si no juega de inicio el turco. Koke Resurrección, Raúl García y Diego Costa son fijos en el once.
Los dos últimos suman 52 goles entre ambos en esta temporada, 35 el atacante hispano-brasileño y 17 el futbolista navarro, una marca que asume más relevancia para un partido en el que el valor de un gol a domicilio es altísimo después del 0-0 de la ida. Una diana obligaría a su rival a marcar dos tantos para superar al Atlético.
No habrá cambios en la retaguardia, con el portero Thibaut Courtois de nuevo frente al equipo propietario de sus derechos deportivos y con Juanfran Torres, Joao Miranda, Diego Godín y Filipe Luis como inamovible defensa titular en Stamford Bridge, donde espera un Chelsea con la consigna de mantener su portería a cero y buscar contragolpes para tratar de alcanzar la final.
Los ‘blues’ han recibido críticas esta semana en Inglaterra por su sistema defensivo desplegado en los últimos encuentros, en el Vicente Calderón y en especial en el partido en Anfield que se llevaron por 0-2 el pasado domingo a pesar de que cedieron el balón al Liverpool durante el 73 por ciento del tiempo.
El conjunto de Mourinho llega al duelo de mañana con las bajas de los centrocampistas Frank Lampard y John Obi Mikel, ambos sancionados, y la esperada ausencia del portero Petr Cech, con una luxación en el hombro y que al término del partido de ida fue descartado por el técnico para el choque de vuelta en Londres.
Sin embargo, Cech, sorprendentemente, se ejercitó hoy junto a sus compañeros en el terreno de juego, al igual que el defensa John Terry, el medio Eden Hazard y el delantero Samuel Eto’o, tres futbolistas clave en el Chelsea que se recuperan de diversas lesiones y que serán duda para el partido hasta el último momento.
Eto’o se ha perdido los últimos encuentros por molestias en la rodilla, incluida la ida en Madrid la semana pasada, mientras que Hazard sufrió una lesión muscular el pasado 8 de abril y Terry se retiró del Calderón con problemas en el tobillo y no estuvo en Anfield el domingo.
Mourinho cuenta con el serbio Branislav Ivanovic para cubrir a Terry en la defensa y con el alemán André Shürrle, uno de sus jugadores más inspirados últimamente, para reforzar el centro del campo.
El español Fernando Torres o el francés Demba Ba, por su parte, están listos para situarse en punta si Eto’o no llega a tiempo para el partido.
Agencias
