Durante los últimos años, la Asociación Civil Ciudadanía Activa ha actuado de manera consecuente en la defensa de los derechos civiles y políticos de los venezolanos. Hoy, frente a la grave crisis que atraviesa nuestro país quiere fijar posición en los siguientes términos.
Venezuela confronta una de las peores crisis que nación alguna puede experimentar, producto de la aplicación forzada de un modelo político, económico y social que se aleja totalmente de la tradición democrática venezolana. Este modelo, calificado como Socialismo del Siglo XXI, viola e ignora el texto y espíritu de la Constitución Nacional, valiéndose de leyes que la vacían de contenido; se utilizan los poderes públicos como medios subalternos, no independientes, del poder central. La gestión política del gobierno, al margen de la Constitución ha producido la realidad que hoy vivimos los venezolanos: polarización excesiva, ruptura del tejido social, protestas, represión, violación de los derechos humanos, destrucción de la economía y del aparato productivo, inflación, escasez, inseguridad, abusos de poder, injusticias, desempleo, restricciones cambiarias, limitaciones de la libertad de expresión, desnaturalización de los acuerdos laborales.
La pretensión de imponer el proyecto político, expresado en el Plan de la Patria, que fue rechazado electoralmente por la mayoría de la población en el referendum efectuado en el año 2007, ha agudizado la crisis en dimensiones dramáticas.
En Ciudadanía Activa consideramos nuestro deber plantear ante el país una perspectiva del camino a transitar en el corto y mediano plazo, a los efectos que el pueblo venezolano y especialmente nuestros jóvenes, en un término de tiempo razonable, puedan de nuevo sentir que su país les ofrece un ambiente de crecimiento y progreso, con una alta calidad de vida y un futuro promisorio.
La Protesta no puede detenerse
En Venezuela se ha desatado con fuerza ciudadana una protesta generalizada, la cual ha generado por parte del régimen de Nicolás Maduro una represión comparable a las de las peores dictaduras de América Latina, y que ha devenido en lamentables muertes de valerosos y valiosos venezolanos, cientos de heridos, miles de detenciones y casos terribles de torturas. Exigimos la libertad plena de los manifestantes detenidos y el cese a la criminalización de la protesta.
La protesta del pueblo venezolano ha sido pacífica y está expresamente permitida por nuestra Constitución.
Sin embargo, el régimen venezolano se ha encargado de criminalizarla, llevando a la cárcel a dirigentes políticos como Leopoldo López, destituyendo a alcaldes como Daniel Ceballos (San Cristóbal, Estado Táchira) y Enzo Scarano (San Diego, Estado Carabobo) para luego también encarcelarlos, y retirando de forma injusta su condición de diputados a la Asamblea Nacional a los parlamentarios Richard Mardo, María Aranguren y María Corina Machado. Exigimos cumplimiento del debido proceso, la presunción de la inocencia y el respeto a la voluntad popular.
Ciudadanía Activa expresa su apoyo incondicional a la protesta pacífica, absolutamente necesaria en estas circunstancias, y aboga porque la misma continúe activa y fervientemente hasta tanto no se satisfagan las lógicas exigencias del pueblo venezolano.
Sin Unidad no saldremos de la crisis
Sin la Unidad de los factores de oposición y sin la suma de otros venezolanos también duramente castigados por las erradas políticas públicas, será mucho más difícil y largo resolver la situación que vive el país.
Ciudadanía Activa invita a las organizaciones políticas de oposición a deponer sus propios intereses y a posponer sus inevitables y comprensibles diferencias, en aras de seguir fortaleciendo la Unidad que, históricamente en procesos similares en el mundo, ha sido factor indispensable en la resolución de estos conflictos.
Apoyamos el desarrollo de estrategias de amplitud de pensamiento y acción para despolarizar el país y, de esta forma, encontrarnos en un centro democrático que nos permita avanzar hacia etapas de progreso y bienestar.
La Solución Pacífica
El país no puede sino apostar a un camino de paz. Cualquier otra opción significaría un saldo de violencia, muertes y desolación que el pueblo venezolano se verá obligado a pagar por decenios.
Aunque a veces se piense que no queda otra vía que el enfrentamiento para resolver nuestras diferencias, siempre habrá una senda posible de paz, y cualquier esfuerzo que se haga en esta dirección debe merecer el voto de confianza de nosotros los venezolanos.
A esos jóvenes que hoy con arrojo y valentía se lanzan a las calles a protestar, a reclamar sus derechos, y más importante aún, a exigir el futuro que les viene arrebatando de forma inclemente un régimen insensible y desubicado, debemos decirles que todos los caminos de diálogo, reconciliación y unión deben ser transitados, sin que ello signifique en ningún momento, la renuncia a la protesta pacífica y reivindicativa hasta tanto no se resuelvan todos los angustiantes problemas que el país vive.
La reciente decisión de renovar los cargos vencidos en los Poderes Judicial, Electoral y Moral es una oportunidad de oro para restablecer el equilibrio perdido desde hace años y de esta manera acabar con el golpe sostenido que el gobierno ha implementado, de espaldas a la Constitución.
Manifestamos nuestro apoyo a los esfuerzos de paz, reconciliación y despolarización que puedan adelantarse a través de un diálogo realizado en dichos términos, y ponemos a la orden de todos los actores políticos, de oposición y de gobierno, nuestra firme disposición a colaborar en cualquier escenario que conduzca a esa anhelada paz a través de caminos pacíficos.
Venezuela no puede esperar. Venezuela nos necesita a todos.
Nota de Prensa
