A María Corina Machado parece que las agresiones que le hace el Gobierno, en especial Diosdado Cabello, no la afectan para nada, pues continúa siendo una mujer dulce y distinguida, firme y sin miedo en su lucha por denunciar al mundo la forma como en nuestro país se ha establecido un gobierno dictatorial al mejor estilo del que impuso Fidel Castro en Cuba hace más de medio siglo.
Este lunes será recibida por el Parlamento Europeo, con sede en Estrasburgo, Francia, y allá expresará su mensaje: “aunque tengamos una dictadura, en Venezuela la democracia está más viva que nunca, por el aliento que le da su juventud para lograr un sistema de libertades y oportunidades mucho antes de lo que imagina el régimen”.
María Corina Machado visitó El Carabobeño, donde su presencia fue un acontecimiento por la popularidad que se ha ganado con su valentía. Vino acompañada por Pablo Aure y por un grupo de jóvenes de la Junta Patriótica “para rendirle cuentas a Carabobo de la gestión cumplida como diputada de la Asamblea Nacional por decisión del pueblo venezolano”. En el Salón VIP de este diario los periodistas Carolina González, nuestra jefa de Redacción; Luis Castillo y quien suscribe sostuvimos una conversación que se resume en los siguientes términos:
La dirigente considera que a los gobiernos que hasta ahora han estado muy pendientes de problemas económicos y geopolíticos, se les está haciendo más costosa la indiferencia con lo que ocurre en Venezuela porque nuestros jóvenes le arrebataron la careta democrática al régimen de Maduro y el mundo ya está claro en que este Gobierno es una dictadura.
¿Cómo se llama a un gobierno que persigue, que reprime, tortura y pone presos a los estudiantes con grupos paramilitares, como pasó aquí en Valencia con Génesis y Geraldine?, pregunta. En Valencia, se ha vivido la situación de manera brutal porque este régimen no perdona que, en Carabobo, donde nació la república, sus habitantes no se doblegan.
– ¿Logrará la comunidad internacional que se ponga fin a la situación que tenemos en Venezuela?
– La comunidad internacional ha sido uno de los pilares que le ha dado legitimidad a este régimen y esto nos cuesta carísimo. En Venezuela no hay medicinas, ni en los hospitales ni en las clínicas privadas. Pero se han negociado con Cuba 400 millones de dólares de medicinas que llegan vencidas y que las queman. A los cubanos, a Bolivia, Nicaragua se les regaló cada año centenares de millones de dólares para comprar aliados y lograr complicidades en los foros internacionales.
Eso se está acabando. Las maniobras en la Organización de Estados Americanos (OEA), para que yo no interviniera allí no nos pudieron callar como lo reconoció el presidente del organismo José Miguel Insulza. Hemos logrado comprobar que internacionalmente no estamos solos.
– ¿Qué efectos han tenido las denuncias en organismos internacionales?
– Han pasado cosas importantes. Hay muchos parlamentos que han emitido resoluciones firmes condenando la violación de los derechos humanos. Hay hechos que han causado conmoción como el golpe parlamentario que se dio cuando un diputado ordenó sacar por la fuerza a otra representante electa por el pueblo.
Las denuncias internacionales sí tienen efectos. Y eso le preocupa tanto al régimen que ha gastado una fortuna comprando páginas en los periódicos, programas en televisión y patrocinando películas como fuente de legitimidad. Pero se les cayó la careta y todo han sido gastos inútiles.
– ¿Cuál es su opinión del diálogo entre Gobierno y oposición sin la representación estudiantil?
– Yo creo en el diálogo, pero para que sea efectivo tiene que hacerse en condiciones de igualdad. Nosotros hemos avanzado de manera extraordinaria. Estos dos meses demuestran que la protesta pacífica sí funciona y es lo que hace retroceder a los regímenes dictatoriales.
– ¿Cómo se puede estar hablando de diálogo y metiendo a más gente presa?
– Creo en el diálogo, como esencia de la democracia, pero este régimen ha engañado muchas veces, llamando al diálogo. En el pasado, cada vez que las cosas se les ponían chiquiticas, hablaban de diálogo, firmábamos acuerdos porque íbamos de buena fe. ¿Qué pasó con los acuerdos de 2002 y 2003? Tenían catorce puntos y los violaron todos. Por eso hemos exigido garantías para que esto no sea un nuevo engaño y para que este diálogo no sea una forma de ganar tiempo y desmovilizar la calle.
– ¿Quiere decir que usted rechaza el diálogo aún ofreciéndosele garantías de que se cumplirán las exigencias estudiantiles?
– Iremos a diálogo con un tercero, elegido por las partes, que no sea Unasur porque el 19 de abril del año pasado ese organismo se comprometió, en Lima, con los mandatarios a raíz de las cuestionadas elecciones presidenciales, a enviar una comisión para investigar los crímenes y actos de violencia ocurridos en esa oportunidad y todavía estamos esperando.
Unasur está llevando adelante una misión que le encomendó el gobierno de Maduro. Ellos han escuchado a todas las partes. Esto hay que decirlo. Y por eso ahora saben, de viva voz, lo que está pasando. Esto no significa que serán una parte neutral.
– ¿Cuál es su opinión sobre la sentencia contra Enzo Scarano y su destitución como alcalde?
– En San Diego hay un solo alcalde, punto. A Enzo Scarano lo eligió el pueblo con una altísima votación, a pesar de lo perverso que es el sistema electoral venezolano. Lo condenó una Sala Constitucional que se convirtió en tribunal penal que no tiene potestad para destituir a un alcalde. Enzo es un preso político.
No es casual que el régimen se haya ensañado con San Diego y San Cristóbal que son dos comunidades movilizadas, valientes a las que quieren castigar, de manera ejemplarizante, como hacen los cubanos.
El caso de Scarano tiene mucho que ver con su liderazgo y lo que él representa en una comunidad organizada en pie de lucha que inspira al país. Por eso quieren humillar al Táchira y a San Diego, pero no lo van a lograr.
El pueblo está en la calle porque entendió que el cierre institucional y la eliminación de la libertad de expresión solo se combaten saliendo a la calle cívica y pacíficamente para no claudicar.
– Si están metiendo presos a los alcaldes y a los principales dirigentes opositores. ¿Quiénes nos van a continuar defendiendo?
– No pueden meternos presos a todos, ni pueden callarnos a todos. Este es un movimiento que tiene millones de líderes arraigados en los valores y la conciencia de los venezolanos. Estamos enfrentando un régimen dictatorial, nadie dijo que la lucha iba a ser corta. Pero ha ido muchísimo más rápido de lo que se creía. El régimen nunca ha estado tan débil internacionalmente. Ya nadie lo quiere.
– A Simonovis y los policías los condenaron por supuestamente dispararle a la manifestación. A quienes hoy disparan y torturan a manifestantes no les aplican la misma sanción. ¿Qué opinas?
– No hay nada que pruebe la culpabilidad de esos comisarios y policías que tienen diez años presos. Yo estuve en algunas audiencias y son abrumadoras las evidencias para demostrar que son inocentes. Están presos porque el régimen quería construir e instalar su historia. Entonces no es contradictorio que estén presos los inocentes y estén libres los culpables. Todos sabemos quiénes son los homicidas de estas últimas semanas. Se repite la historia.
– El gobernador Ameliach llamó al contraataque fulminante, que tuvo consecuencias. Acusó a Scarano, quien está detenido, y a Pablo Aure, quien está amenazado. ¿Cómo actuar?
– Con organización y con valentía. Aquí está Pablo, yo estuve con él en la Fiscalía y todos sabemos lo que opera por detrás. Pero Pablo es un testimonio que inspira, como estos muchachos que organizaron una concentración en menos de 24 horas y no cabía la gente. Este es un régimen que nos quiere arruinados y de rodillas. Desde luego es el régimen más corrupto de nuestra historia, profundamente incompetente, pero es un proyecto intencional. Ellos necesitan una sociedad que viva con la mano extendida como en Cuba, con colas, oscuridad, miseria y violencia. Porque si estás sobreviviendo no tienes tiempo para soñar, ni para decidir, ni para pensar.
– Encuestas señalan que sectores populares no respaldan la protesta, por lo que el triunfo opositor está lejos.
– Tengo serias dudas en las encuestas porque en Venezuela hay mucho miedo y las respuestas no son sinceras. Pero las tendencias indican que el pueblo despertó y quiere un cambio político.
Los más pobres son los que están sufriendo con una inflación en la comida que ronda el 60%. En Caricuao comenzaron a protestar y La Isabelica, en Valencia, que es un sector popular de familias trabajadoras, no ha bajado la guardia. En la Redoma de Petare está sucediendo lo mismo, porque todos compartimos un mismo dolor y un mismo sueño.
¡No A los Cubanos!
Vine a Valencia porque quería traer un reconocimiento y mi admiración al pueblo de Carabobo por lo que ha sufrido, resistido y avanzado. Vine a rendir cuentas, como diputada que ha llevado la voz de los venezolanos fuera del país. La naturaleza de esta lucha ha trascendido a valores humanos que tienen que ver con la seguridad nacional, porque no nos calamos más que los cubanos sean los que tomen decisiones fundamentales sobre la soberanía de Venezuela. Que el sistema de identificación, de pasaportes y cédulación estén en manos de cubanos. Que las notarías y todos los trámites de registros sean potestad de los cubanos. ¿A cuenta de qué militares cubanos dan órdenes a nuestros generales? Esto es humillante. El único derecho que nos queda en Venezuela es la protesta y la quieren criminalizar. No podemos permitir que el régimen logre su objetivo de presentarnos como violentos, porque quienes protestamos somos dignos venezolanos ejerciendo un derecho con rebeldía. No vamos a bajar la cabeza ante la pretensión de imponernos el régimen castrocomunista.
– ¿No debe haber mayor rechazo a que el Gobierno premie a sus partidarios y reprima a sus opositores?
– Todos sabemos quiénes son los homicidas de estas últimas semanas, están las evidencias en los medios y en las redes sociales. El ejercicio del periodismo hoy es un acto de heroísmo. Hay casos hasta de periodistas internacionales, de los cuales este tipo de gobierno se cuida por las repercusiones. El gobierno está aterrorizado y quiere callar a la prensa, porque el mundo comprobó la crueldad con la que agredieron, en La Isabelica, a Marvinia Jiménez, una madre trabajadora, minusválida, con un niño de ocho años, agredida por una guardia nacional que está libre, mientras ella está imputada por cuatro presuntos delitos.
Fuente: EC
Alfredo Fermín (*) || afermin@el-carabobeno.com
