El lunes 24 de marzo en horas de la noche se produjo un incendio forestal en el cerro Ávila, que causó la interrupción del servicio eléctrico por más de 12 horas en la zona norte de Caracas, afectando a los sectores La Candelaria, Maripérez, Parque Carabobo, San Agustín del Norte, Sabana Grande, El Bosque, La Florida y San Bernardino, perjudicando a miles de familias, empresas y, en particular, a los numerosos hospitales y clínicas localizados en este último sector.
No tardó mucho el ministro Jesse Chacón en calificar el hecho como un apagón provocado, siguiendo el ya conocido guión del sabotaje, de la conspiración y del golpe, sin esperar, como ya es costumbre, los resultados de las investigaciones correspondientes.
Hace pocos días seis estados del occidente; Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas, Portuguesa y parte de Apure sufrieron la interrupción del servicio durante varias horas debido a un incendio forestal que afectó, según la información oficial, una línea de transmisión de 230 KV entre Acarigua y Barinas. También se reportó que Planta Centro no está operativa, trayendo como consecuencia apagones y racionamiento en las zonas centrales del país.
En esta temporada de sequía, es usual que se produzcan incendios forestales, causados por el excesivo calor y la falta de agua en los suelos. Lo que no es normal es que se produzcan apagones eléctricos como el que se experimentó en Caracas, causados por incendios. Las líneas de transmisión son construidas dejándose a lo largo de ellas una franja sin vegetación, con el fin de protegerlas de los riesgos de incendios, que podrían causar fallas en las líneas. En El Ávila, existen, además, cortafuegos para evitar que los incendios se propaguen.
En el pasado, La Electricidad de Caracas, previendo la temporada de sequía, procedía a realizar la “pica y poda” de los corredores por donde pasan las líneas de transmisión, la limpieza de los cortafuegos y el mantenimiento de las vías que permiten el acceso a las torres y las subestaciones eléctricas situadas en el parque nacional. Así los apagones causados por incendios eran muy poco frecuentes.
Desde hace tiempo, hemos venido denunciando la falta de “pica y poda” en todas las líneas de transmisión del país, y en general, la falta de de mantenimiento por parte de Corpoelec; denuncias que han sido corroboradas por los trabajadores de Corpoelec, a quienes les faltan vehículos, botas, herramientas de trabajo y recursos para acometer los trabajos rutinarios de mantenimiento. A esta situación se une la escasez de repuestos, de transformadores, de conductores, etc. como resultado de la falta de divisas que sufre todo el país.
Sin ánimos de ser profetas del desastre, mucho tememos que los problemas de apagones causados por incendios forestales en las líneas de transmisión, particularmente en el sistema interconectado, puedan multiplicarse porque hay informaciones veraces desde Corpoelec que sostienen que no se han realizado los trabajos de “pica y poda” indispensables, y los trabajos de mantenimientos no se realizan con la periodicidad requerida, por la falta de repuestos, de recursos y de voluntad gerencial.
Hacemos un llamado al ministro Jesee Chacón para que en lugar de lanzar acusaciones irresponsables, sin pruebas, sin responsables, sobre sabotaje, asuma su responsabilidad en no haber ejecutado un oportuno plan nacional de “pica y poda” que hubiera evitado estos graves inconvenientes causados por la negligencia y la desidia que impera en la empresa del servicio eléctrico.
Es hora de dejar atrás los chivos expiatorios y asumir las responsabilidades de un sistema tan importante como el eléctrico, de manera profesional y planificada. Basta de mentiras y de manipulación!
