¿Quién dijo que 140 caracteres no dan de sí? El festival Twitter Fiction, en su segunda edición, desglosa las posibilidades literarias de la red social y combina el concurso entre 25 autores emergentes, entre ellos la española Rosa del Blanco y el mexicano Alberto Chimail, y otros tantos consagrados.
Este certamen virtual cierra sus puerta este domingo, después de cinco días de mucha corriente literaria ventilando por una red social que acostumbra a tener usos más prosaicos, pero que esta iniciativa abre a un neologismo: «la tuiteratura».
Por un lado, este festival aspira a que las mejores plumas del pájaro azul puedan ser vistas por la industria editorial. Por otro, da prestigio al «microblogging» con autores consagrados que se liberan del rictus de la edición tradicional.
«Cuando Anne Louise se enamoró perdidamente de David O’Connor no pudo imaginarse que llegaría este día en que olvidaría el por qué» escribe, entre decenas de tuits, Rosa del Blanco, cuyo turno para crear literatura en monodosis de 140 palabras terminó hoy viernes. El domingo será el turno de Alberto Chimal, quien tirará por el género del terror apoyado también por la imagen.
Ambos son escritores representan solo dos de las posibilidades del microcosmos literario de un tuit en esta iniciativa de, además de la red social, Penguin Random House y la Asociación de Editores Estadounidenses (AAP), y cuyos participantes «amateur» fueron seleccionados por diez personalidades relevantes de la industria editorial.
La vida de Ana Bolena contada a través de su perro, escrita por Elizabeth Fremantle; el alfabeto zombi parisino en modo visual que propone la autora superventas Amy Plum, o una biblia tuitera escrita por el mismísimo Dios, seudónimo que utiliza un exproductor del Daily Show de Jon Stewart, David Javerbaum, que ha intercalado algunos retuits de Justin Bieber en su relato, son otras de las propuestas de este peculiar certamen literario.
La exitosa escritora Gail Carriger, en cambio, se limitará a poner imágenes de objetos victorianos que le rodean en su día a día, mientas que Gabrielle Zevin hará un ejercicio de «metamicroblogging» al crear un personaje que expresa sus sensaciones al enfrentarse a Twitter por primera vez.
No faltan reinvenciones tuiteras de «Star Wars», con Han Solo, la princesa Leia e incluso Chewbacca participando desde sus cuentas personales, o los relatos eróticos del personaje Mr. Bates, de la serie «Downton Abbey», imaginados por Anthony Marra, autor de «A Constellation of Vital Phenomena», seleccionado para el National Book Awards.
Maternidad, matrimonio, la subida al Everest, cómo ir de vacaciones con un hombre al que acabas de conocer o incluso la reescritura del larguísimo poema épico indio «Mahabharata» en solo cien tuits, también son temáticas que se pueden ver en este festival.
Pero teniendo en cuenta que formatos cortos como las greguerías, los aforismos o los poemas japoneses haiku inventaron siglos antes de las redes sociales la literatura breve, la gran novedad de este festival es, como toda iniciativa multimedia, la interacción entre público y autores.
El festival literario Twitter Fiction está abierto no solo a la hora de comentar y charlar directamente con los autores a través de hasthtags, de las menciones y, si ellos lo permiten, los mensajes directos, sino que los organizadores animan a la creatividad proponiendo distintas vías literarias.
El propio Twitter propone varias vías de creación: desde crear una cuenta paródica, como las que ya existen sobre cineastas como David Lynch o José Luis Garci, al llamado «crowdsourcing», que consiste en crear un diálogo a través de retuits de otros usuarios, o establecer conversaciones creando una cuenta por cada personaje ficticio.
Fuente: Agencias