Irene Esser confiesa que desde que resultó Miss Venezuela 2011, le ha costado llevar siempre el maquillaje impecable y el cabello perfectamente alisado. «Osmel (Sousa) me conoció con el pelo sin secar, con unos cuantos moretones en la espalda y las rodillas raspadas por el surf. Pero parece que todas las mujeres tenemos algo de coquetas, al menos eso me demostró el certamen», dice entre risitas la modelo que desde julio del año pasado graba en Venezuela Corazón Esmeralda.
En la telenovela con trama conservacionista, que se estrenará por la pantalla de Venevisión el próximo 3 de marzo a las 9:00 pm, la joven oriunda de Puerto Ordaz debuta como actriz interpretando a Beatriz Beltrán, una ecologista que se enamora de un hombre (Luis Gerónimo Abreu), que poco le importa el ambiente.
«Una de las cosas que me fascinó de mi personaje es que no se seca el cabello, que es súper natural. Además, Beatriz me ha llevado a retomar cosas de mi niñez, de mi conexión con la naturaleza, de esos días de ir a la montaña, de hacer paseos turísticos, de estar en casa enseñándole a los niños como crece el cacao, cómo se hace el chocolate», cuenta la joven de 22 años que se crió en una hacienda de cacao del estado Sucre y que por ahora no sabe si volverá a la Gran Manzana después de haber iniciado estudios en la New York Film Academy.
-¿Cuáles han sido sus novatadas como actriz?
-¡Ay muchas! Como llegar siempre de primera (risas). También he cometido muchas novatadas con el trabajo en cámara, porque muchas veces haciendo alguna escena le doy la espalda a la cámara.
-¿Qué opina de las declaraciones de Nicolás Maduro sobre las telenovelas?
-Yo me imagino que Maduro ha visto novelas, y de verdad lo invito a que vea esta novela. En Corazón Esmeralda tenemos un mensaje muy importante, que es el cuidado del medio ambiente, y creo que eso sobrepasa la violencia que podamos tener.
-¿Qué tipo de violencia?
-Quizás se pueda percibir algo de violencia, pero de verdad creo que persevera el mensaje que queremos enviar. La verdad, creo que muchas cosas pueden considerarse violentas, en todos lados, hasta decir una mala palabra es violencia, pero ese no es nuestro mensaje. También creo que decir que las telenovelas son las culpables de la violencia que vivimos en el país, es errado, porque sino hace mucho tiempo que seríamos un país inseguro, porque la telenovela venezolana una larga historia.
-¿Después de lo que le pasó a Mónica Spear, cambiaron horarios de grabación por prevención?
-No, tenemos nuestra seguridad, pero no sabemos qué pueda pasar. La verdad es que estamos ante una realidad en la que no te puedes tapar los ojos, porque uno sale a la calle y siente la adrenalina que te corre por el cuerpo, porque no sabes qué te pueda pasar. Uno se la pasa aquí jugando a la ruleta rusa.
-«La fealdad es siempre un error de sintaxis y por eso es infinita, porque las maneras de construir una frase de forma correcta son escasas, pero las de hacerlo mal son infinitas», dijo Umberto Eco en una entrevista.
-¡Mira que casualidad! Tengo en mis manos La isla del día de antes de Umberto Eco, lo estaba leyendo antes de que llamaras. Yo lo admiro demasiado y creo que eso de la fealdad y la belleza es algo completamente vacío, es algo que no importa. Por lo menos a mi no me importa la belleza o la fealdad. Mi mamá siempre me dice que me gustan los chicos feos, y quizás sea cierto. El punto es que aunque suene súper cliché, yo creo que la belleza te puede impresionar en el primer momento, pero si ese primer momento no esta construido por algo más interno, no funciona.
-Pensando así, ¿cómo terminó en el Miss Venezuela?
-Eso es algo todavía no he podido responder (risas).
-¿Qué tan cómoda se siente siendo la Miss de la ola?
-De verdad estoy feliz con que me recuerden como la Miss de la ola, porque es algo que de verdad es mío, no es ficticio. Yo feliz con que me recuerden, y es divertidísimo cada vez que voy a surfear, me echan mucha broma y de verdad, me da risa.
Fuente: EU
