Uno de los mayores falsificadores de billetes de 50 euros en Europa fue detenido en la ciudad de Toledo, centro de España, donde se descubrió un laboratorio en el que se producían 2,500 euros falsos al día, según la Policía.
Las falsificaciones del detenido, cuya identidad no ha sido difundida, estaban catalogadas entre las diez de mejor calidad de Europa, dijeron los investigadores, que estiman que habría falsificado unos dos millones de euros.
También han sido arrestados otros tres ciudadanos en Jaén (sur) que “legalizaban” los billetes, fundamentalmente en mercadillos de la provincia, además de el País Vasco (norte) o Galicia (noroeste), aunque los investigadores no dan por cerrada la operación y no descartan más detenciones.
El centro de operaciones de la red se ubicaba en un chalé de Toledo, donde el cerebro de la trama, de 60 años, autodidacta y experto en artes gráficas, realizaba las falsificaciones con la ayuda de su mujer, señalaron las fuentes.
Sus billetes habían cruzado las fronteras españolas y llegado a Francia, Portugal, Grecia, Alemania o Rumanía, según dijo Alfredo Cabezas, el comisario de la Brigada de Investigación del Banco de España quien ha dirigió la operación en colaboración con Europol.
Desde el inicio de las investigaciones, se han recuperado alrededor de 310,000 euros falsos, aunque la Policía estima que quedan en el mercado entre millón y millón y medio que irán aflorando en los próximos meses, toda vez que ya ha sido analizada a fondo y catalogada la falsificación
Por eso, el director general de la Policía española, Ignacio Cosidó, resaltó que se trata de una de las operaciones más importantes de Europa contra la falsificación de moneda, no solo por el volumen de los euros sino por la “gran apariencia de autenticidad” de los billetes.
Solo cuatro o cinco personas visitaban su taller. Por un pedido de 6,000 euros falsos -siempre en billetes de 50- cobraba el 10 por ciento, 600 euros verdaderos.
Una vez adquirida la moneda falsa, estos compradores volvían a vender los billetes a otros que la Policía estima que pueden ser alrededor de 25 personas, que ya se encargaban de introducirlos en el curso legal, sobre todo en mercadillos donde no es frecuente comprobar la autenticidad del dinero.
En su casa, concretamente en el garaje, el detenido, experto en artes gráficas, llegó a fabricar un horno especial artesanal para secar los billetes de 50 euros y también de 100 dólares, que serán enviados a EEUU para que sean analizados.
Impresoras, plastificadoras, planchas metálicas, negativos, tintas, prensas y máquinas de termoimpresión eran sus herramientas de trabajo, ahora en poder de la Policía como 15,000 euros y 90,000 dólares falsos, así como 16.000 euros legales.
Y aunque el euro es uno de los billetes más seguros y las falsificaciones siempre tienen algún fallo y no son cien por cien perfectas, la Policía aconseja seguir la regla de “mirar, girar y tocar” para comprobar si en el monedero llevamos un billete malo.
A contraluz, explicó el inspector jefe de la Brigada de Blanqueo de Capitales, Juan Bañuelos, se puede observar el holograma presente en los distintos billetes, la marca al agua y el hilo de seguridad, mientras que al tacto es fundamental que el billete mantenga en relieve la impresión del Banco Central Europeo.
Fuente:Nuevo Herald