Archive for enero 19th, 2014

Yimmi Briceño es el campeón de la Vuelta al Táchira 2014

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

El venezolano Yimmi Briceño se proclamó campeón de la 49 edición de la vuelta al Táchira. «Le dedico esta victoria a mi madre, a mi equipo y a mi segunda casa que es la Lotería del Táchira», dijo Briceño emotivo luego de culminar la carrera.

 

El campeón de la Vuelta Grande de América, del equipo Lotería del Táchira, alcanzó la meta en un tiempo general de 31 horas 52 minutos 1 segundo.

 

El ciclista colombiano, Pedro Herrera (Formesan – Bogotá Humana), se alzó con el primer lugar en la décima y última etapa de la Vuelta al Táchira en Bicicleta 2014.

 

El colombiano ingresó al Velódromo JJ Mora de San Cristóbal, marcando un tiempo de 2 horas, 55 minutos, de carrera.

 

 Fuente: AVN

Kaká aún alberga esperanzas de ser convocado para el Mundial

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

 

El centrocampista brasileño Kaká afirmó este domingo que aún alberga esperanzas de ser convocado por el seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, para el Mundial, que se jugará en Brasil entre los próximos meses de junio y julio.

 

En una entrevista a la televisión Globo, Kaká dijo que su «objetivo» es ir al Mundial y aseguró que toda su «planificación», incluida su salida del Real Madrid y su regreso al Milán, atiende a esa meta.

 

«Tengo esperanza de estar en la lista final. No sé cómo será, el embudo es cada vez más estrecho. La Copa Confederaciones ayudó a formar un grupo», admitió el jugador del Milán.

 

Kaká dijo que le motivaron y le alegraron las palabras de Scolari diciendo que existe la posibilidad de volver a llamarle, aunque aseguró que no ha vuelto a hablar con el seleccionador desde su última convocatoria.

 

El último partido de Kaká con la selección fue un amistoso contra Rusia jugado en marzo del año pasado, que terminó 1-1.

 

Kaká aseguró que en este momento está entre el «75 % y el 80 %» de su forma física y reiteró que su regreso al Milán fue «importante» porque le ayudó a recuperar «la alegría y el placer de jugar al fútbol».

 

Sobre su salida del Real Madrid, el pasado septiembre, dijo que no le culpa al técnico portugués José Mourinho por haberle relegado al banquillo y también aseguró que no se arrepiente de nada.

 

«No tengo arrepentimiento. Fue una experiencia de vida muy buena. Me hizo crecer y madurar. Fueron cuatro años difíciles profesionalmente, pero aprendí mucho a nivel profesional y humano», manifestó.

 

Mueren nueve guerrilleros de las FARC en bombardeo en el noreste de Colombia

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

Al menos nueve guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron en un bombardeo sobre un campamento del grupo insurgente en la zona rural del municipio de Tame, en el fronterizo departamento de Arauca (noreste), informaron hoy medios locales.

 

Los guerrilleros pertenecían a la Columna Móvil Alfonso Castellanos del Frente Décimo de las FARC y entre los muertos estaría, al parecer, el comandante de esta unidad guerrillera, Omar Guevara Rivera, conocido con el alias de «Flanklin».

 

Las FARC y el Gobierno negocian desde noviembre de 2012 en La Habana un acuerdo de paz encaminado a acabar con medio siglo de guerra, diálogo que se desarrolla sin un alto el fuego bilateral y en medio de constantes enfrentamientos armados, atentados y bombardeos.

 

 Fuente: NT

18 Muertos y 80.000 desplazados por las inundaciones en Indonesia

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

Al menos 18 personas han muerto, dos se encuentran desaparecidas y 80.000 han tenido que desplazarse por las inundaciones y deslizamientos de tierra que afectan a Indonesia durante esta estación lluviosa, informan hoy los medios locales.

 

Siete personas han muerto en la regencia de Minahasa, en la provincia de Célebes del Norte; seis, en Manado, la capital provincial; y cinco en la localidad de Tomohon, según datos de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres.

 

El gobernador de Célebes del Norte, Harry Sarundajang, dijo el sábado que el agua ha desplazado a más de 80.000 personas.

 

«Las inundaciones también han destruido hogares, vehículos, instalaciones públicas y cortado servicios como el agua potable, electricidad y comunicaciones», detalló Sarundajang, según el diario Kompas.

 

En Yakarta, la capital del país, al menos 30.000 residentes han tenido que abandonar sus casas por la subida del nivel de las aguas en las últimas 24 horas.

 

El portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, declaró hoy en rueda de prensa que lo peor se sufre en el norte de la capital, donde el nivel del caudal del río alcanzó niveles críticos esta noche.

 

Al menos 30 subdistritos de Yakarta se encuentran dentro de la alerta emitida por las autoridades.

 

El servicio meteorológico señaló que lo peor de la estación lluviosa no acabará hasta entrado febrero.

 

El año pasado, la estación del monzón mató a 20 personas en Yakarta y desplazó a decenas de miles.

 

 Fuente: Agencias

Otero no descarta que intención del Gobierno sea «desaparición de periódicos»

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

El director de el diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, manifestó que el problema con la asignación de divisas a los medios impresos para la importación de papel, obedece a “un desorden” del Gobierno consecuencia de malas políticas». Además, no descartó que detrás de esta realidad la intención sea “que los periódicos se publiquen con poca circulación o paginación”.

 

 

En entrevista al programa «Diálogo Con» transmitido por el canal Televen, Otero señaló que nadie está preparado para la desaparición de los medios impresos. Sin embargo, si estas empresas no tienen papel periódico se verán obligadas a migrar a Internet. Advirtió que lejos de ser esto una “solución permanente solo es parte de una crisis”.

 

“Ahora la situación es más complicada, en este desorden que tienen con las divisas que es consecuencia de malas políticas, hay que agregarle el discurso contra los periódicos que ha ido avanzando en la hegemonía comunicacional con la radio, televisión y medios en general. Uno tiene que interpretar que detrás de eso hay una intención, que no salgan más los periódicos”, enfatizó.

 

Por otra parte, criticó las declaraciones que hizo el diputado a la Asamblea Nacional Julio Chávez, sobre un presunto negocio de algunos medios impresos del país, que estarían revendiendo el papel a dólar libre. A su juicio, en Venezuela las empresas periodísticas están fiscalizadas al máximo. “Nosotros hacemos eso y nos descubren a los 5 minutos”, dijo.

 

De igual manera, insto al parlamentario a pronunciarse sobre cuáles son los periódicos que estarían incurriendo en este hecho delictivo.

 

“Cómo es posible que alguien del Gobierno diga una cosa así y esto se quede en el aire, eso es un delito. Deberían denunciarlo e instar a la Fiscalía para que abra un proceso de investigación contra el medio”, añadió.

 

Finalmente, indicó que en Cadivi existen al menos 5 solicitudes de El Nacional para reunirse con autoridades del Gobierno y buscarle solución al problema de la asignación de divisas

 

 Fuente: UR

Henkel García: “Eliminación de Cadivi es una devaluación”

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

El analista financiero, Henkel García, se refirió a la reciente eliminación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y aseguró que esto representa una devaluación. Explicó que a pesar de que el Ejecutivo anunció que se sostendrá el dólar a 6,30, “esta ya no será una tasa referencial”.

 

García manifestó que intuye que el dólar a 6,30 “solo quedará para lo esencial: alimentos y salud”. En cuanto a los cupos viajeros, electrónicos y de estudiantes aseveró que podría existir un aumento del precio del dólar y resaltó que no cree que estos lleguen a eliminarse.

 

Destacó que los próximos días el país debería recibir detalles sobre la eliminación de este ente. Expresó “estamos a casi 20 días del mes de enero y aún no se ha definido cómo quedará el sistema de cambio”. Agregó que “la gente está angustiada sobre todo por los cupos electrónicos, viajeros y de estudiantes”.

 

Inflación

 

El analista financiero cuestionó las medidas económicas aplicadas por el Ejecutivo para disminuir la inflación de 56% durante el 2013 y explicó que este índice “no se baja disminuyendo los márgenes de ganancia de los comercios”. Resaltó que las principales acciones deberían ser “bajar la incertidumbre e incrementar la competencia (…) los precios se regularían así, no vía ley”.

 

Según García este año será “complicado” y recomendó a los ciudadanos a tener cuidado de endeudarse demasiado, porque “habrá un momento del año en el que se gaste más de los ingresos”, expresó. Además, sugirió estar informados sobre todos los anuncios económicos del Gobierno.

 

 Fuente: GV

Prevén instalar cámaras en todo el país para reforzar planes de seguridad ciudadana

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

Al menos 30 mil cámaras serán instaladas en todo el país para reforzar los planes de seguridad ciudadana. Así lo reiteró el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, quien agregó que fueron aprobados más de mil millones de dólares para el proyecto.

 

«El presidente Nicolás Maduro aprobó solamente para el SIMA, que ya está en pleno desarrollo de ejecución del proyecto, mil 065 millones de dólares. Están aprobados en el Fondo Chino y estamos en plena ejecución de la primera fase del proyecto que son ocho ciudades, que a lo largo de este año esperamos llevarlo aunque sea a 10», explicó.

 

Destacó que este proyecto prevé la instalación de 30.000 cámaras en todo el país. «Hay una inversión inmensa en materia de seguridad ciudadana», añadió.

 

La primera sede del Sistema Integrado de Monitoreo y Asistencia fue inaugurada el año pasado en el municipio Sucre del estado Miranda, considerando que es la localidad que registra los mayores índices de homicidios y otros delitos.

 

Este sistema permite procesar en tiempo real la información que se recibe de las calles de los municipios. Cuenta con cámaras, así como con salas de monitoreo en las que se reciben de forma permanente las alarmas de los dispositivos.

 

Dichas alarmas se transmiten a otra sala en la que se conducen las operaciones de apoyo de los organismos de seguridad, según sea el caso. Pueden intervenir funcionarios de los bomberos, Protección Civil y Policía Nacional Bolivariana (PNB).

 

Con este mecanismo se va perfilando una nueva conformación del servicio policial, de protección y de defensa civil. El SIMA contará con un equipamiento especial de radios, que permitirá a oficiales de policía transmitir audio y video en tiempo real.

 

Fuente: AVN

 

JVR: Caso Spear desapareció colores partidistas y urgió encarar el delito

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

El periodista José Vicente Rangel aseguró en sus «Confidenciales» que el asesinato de la actriz Mónica Spear junto su pareja, el pasado 6 de enero en Valencia, llevó a entender que enfrentar la violencia criminal «era una causa nacional que unía».

 

«El país todo, sin excepciones, reaccionó contra el horrendo crimen consumado por un grupo de desalmados en las personas de la actriz Mónica Spear, su exesposo e hija (…) desaparecieron los colores partidistas y se abrió pasó de forma torrencial la urgencia de unir a los venezolanos para encarar el delito, agregó Rangel.

 

Calificó como positivo el «liderazgo opositor» ante la propuesta del presidente Maduro de aplicar medidas contundentes contra quienes desafían la ley.

 

«En medio de la tragedia renació la esperanza, lo cual confirma la calidad humana del venezolano. Todos debemos augurar éxito al proceso de lucha en contra de la inseguridad que se inicia a partir de esta actitud para convertirla en logro de vida, de respeto a la ley», insistió.

 

Reiteró que la lamentable situación de la violencia en el país, despertó el sentimiento en los venezolanos a favor de la paz y la voluntad de superar la polarización para darle prioridad al tratamiento de temas de interés nacional.

 

 Fuente: GV

Diabetes e hipertensión, dos males silenciosos que afectan la salud

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

Llegó descompensado y debió entrar de emergencia a terapia intensiva. Tenía 1.600 mg/dl (miligramos por decilitro de sangre) de triglicéridos, el principal tipo de grasa que una persona tiene en el organismo, cuando el indicador normal es menos de 150 mg/dl.

 

El nivel de azúcar en sangre (glucosa) había alcanzado los 800 mg/dl, cuando debe estar por debajo de 125 mg/dl. Entró en coma a causa de una diabetes mellitus que hasta entonces no sabía que padecía. Cuando logró recuperarse, el vendedor ambulante de refrescos confesó a los doctores que a sus 50 años se tomaba al menos unos 55 vasos de gaseosa al día.

 

Su caso despertó la preocupación de los médicos del hospital Abel Gilbert de Guayaquil, donde fue atendido por las complicaciones de una enfermedad que hoy se ubica como la primera causa de muerte entre los ecuatorianos, seguida por la hipertensión (presión arterial mayor a 140/90).

 

Según el INEC, 4.456 personas murieron en el 2011 a causa de diabetes mellitus, cuya tasa de mortalidad creció casi nueve puntos en cinco años. En el 2006, de cada cien mil habitantes 20,6 morían por esta enfermedad; en el 2011 (último dato disponible) de cada cien mil, fallecían 29,18. En ese mismo año hubo 4.381 muertes por enfermedades hipertensivas, con una tasa de 28,70 por cada cien mil personas.

 

Los malos hábitos alimenticios, que se traducen en un consumo de alimentos excesivos en grasas, azúcares y sal, y la falta de actividad física son los principales factores que contribuyen a un incremento de los casos en el país.

 

La Encuesta Nacional de Salud (Ensanut), una investigación realizada por el Ministerio de Salud y el INEC presentada en diciembre pasado, da cuenta de ello. Según sus resultados, en el país 414.514 personas mayores de 10 años sufren de diabetes. Entre ellos, más del 90% presenta resistencia a la insulina y entre los no diabéticos casi uno de cada dos presenta el mismo problema, es decir, son prediabéticos.

 

La resistencia a la insulina está generada por el sobrepeso y la obesidad, explica María Vanegas Moreno, jefa del servicio de Endocrinología del hospital Luis Vernaza, ya que una ingesta de alimentos mayor a la necesaria demanda más funcionamiento del páncreas. Este debe generar más insulina para controlar el nivel permisible de azúcar en la sangre y llega un momento en que se agota o colapsa. “Si no se corrige con dieta y actividad física la persona termina diabética”, señala.

 

La investigación también concluyó que más de un tercio de la población mayor a 10 años (3’187.665) es prehipertensa y 717.529 personas de 10 a 59 años padece de hipertensión arterial.

 

Denisse Viteri, de 32 años, y Mario Ramírez, de 45, son parte de ese grupo. A ella, empleada de una telefónica, le detectaron la enfermedad hace un año y, según el diagnóstico, la heredó de sus padres hipertensos, pero la desarrolló tempranamente por el estrés.

 

A Mario se la diagnosticaron hace siete años debido a su temperamento y al estrés. Presentaba mareos, dolores de cabeza, visión borrosa y un día amaneció con su ojo izquierdo lleno de sangre.

 

Luis Pezo, jefe del servicio de Cardiología del hospital Teodoro Maldonado del IESS de Guayaquil, dice que la línea hereditaria es la base para desarrollar la hipertensión, sumada a factores de riesgo, entre los que se incluyen el consumo de alcohol y tabaco.

 

“La genética tiene mucho que ver, así, un padre hipertenso da el 80% de riesgo de padecerla a los hijos; la madre, 50%, y ambos 140% de riesgo”, señala el cardiólogo Roberto Lecaro.

 

Pero también depende del grupo de edad (es más prevalente a partir de los 50 años) y, al igual que en la diabetes, influyen la alimentación, el sobrepeso, tener el colesterol bueno (HDL) bajo y el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos elevados, refiere Ernesto Peñaherrera, jefe de Cardiología del hospital Luis Vernaza.

 

El riesgo mayor, indica él, es que tanto la diabetes como la hipertensión son enfermedades silenciosas, que no dan síntomas hasta que ya han sido adquiridas, y que conducen a complicaciones graves, como ceguera, lesiones cerebrales e insuficiencia renal.

 

La Ensanut, que se realizó a 92.500 personas de cero a menos de 60 años a escala nacional entre el 2011 y 2012, cuantificó por primera vez en el país los problemas de sobrepeso y la falta de actividad física (ver gráfico), que son los precursores de la diabetes y la hipertensión, indica Wilma Freire, investigadora principal.

 

Se determinó que de la población total, 6’797.272 personas tienen sobrepeso y que el 29,2% de los habitantes presenta un consumo excesivo de carbohidratos (especialmente de arroz). Además, el ecuatoriano de entre 1 y 60 años ingiere en promedio 183 gramos de frutas al día, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 400 gr/día, que equivalen a cinco porciones de frutas y verduras diarias.

 

El problema se refleja incluso en edades más tempranas. Por ejemplo, en niños de 0 a 5 años, la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó de 4,2%, en 1986, a 8,6% en el 2012, es decir, que en 26 años se duplicó la proporción de niños con sobrepeso.

 

Vanegas asegura que esta alteración metabólica tiene su origen en el nacimiento, debido a que no se completa la lactancia materna y se recurre a sustitutos (fórmulas enlatadas). Según la Ensanut, solo el 43,8% de los niños menores de 5 meses tuvo lactancia materna exclusiva y en el rango de 5 a 6 meses el 72% ya consumió líquidos distintos a la leche de seno. Esto, pese a que estudios científicos señalan que la lactancia exclusiva merma la incidencia de obesidad, hipertensión y diabetes en la niñez y adultez.

 

Gloria Gallegos, coordinadora de nutrición del hospital Abel Gilbert, dice que ambas enfermedades son prevenibles si se cambian los hábitos alimenticios. Sugiere poner límites al consumo de sal (la OMS recomienda 5 gramos, equivalente a una cucharadita al día) y en el caso de diabéticos e hipertensos eliminar paulatinamente de la dieta. En el caso del vendedor de gaseosas, un ajuste en su alimentación le ha ayudado a evitar una nueva crisis.

 

17 años con medicación

Magdalena Peralvo es ambateña, tiene 76 años y desde hace 17 depende de pastillas para mantener controlada su presión. Es hipertensa, pero nunca sintió malestares que le alertaran de la enfermedad. Se la detectaron en sus chequeos habituales y ella la atribuye a los cambios de temperatura que tuvo que enfrentar durante su vida, pues ha vivido entre Perú, El Salvador y Quito, donde reside actualmente.

 

Ahora a más de los medicamentos, Magdalena lleva una dieta libre de sal, grasas y alimentos fritos. Dice que no le fue difícil adaptarse porque su esposo es diabético y ya tenían un régimen restringido.

 

Estar controlada le demanda unos $ 110 al mes entre las consultas y la medicina.

 

Desde los 50 es diabético

A Rogelio Rodríguez, de 75 años, le diagnosticaron diabetes mellitus hace 25 años, tras llevar una dieta rica en carbohidratos (guatita, fritada y seco de chivo eran sus comidas habituales). Desde entonces se ha sometido a tres operaciones a consecuencia de ello.

 

La última fue hace un año. Tras tomar “cinco copas de whisky”, terminó en el quirófano por pancreatitis. “Debía festejar, nació una nieta a los once años que se casó mi hijo”, dice Rodríguez. Ahora lleva una dieta estricta.

 

Una parte de los gastos de su enfermedad los ha costeado con $ 5.000 que su esposa recibió de una herencia. Actualmente acude al hospital público Abel Gilbert, en Guayaquil, para atenderse.

 

Malos hábitos le pasan factura

Pasó hace once años. Sara Mejía, ahora de 64, había recibido la anestesia para extraerse una muela. Cuenta que tras ello le empezó un dolor de cabeza intenso: “Parecía que me iba a estallar. Los ojos se me brotaban”, cuenta. Ante aquella reacción, el médico la derivó para que le tomen la presión. Fue allí cuando le detectaron que era hipertensa y que debía haber recibido una anestesia específica.

Ahora Mejía ya ha sido operada una vez de la vesícula y tiene artrosis. Como es obesa, está a dieta. Parte de sus males se derivan de malos hábitos alimenticios: caldo de hueso, cola o jugo en polvo, torta. Sigue un tratamiento pero dice que, “a veces”, se olvida de tomar las pastillas.

 

 Fuente: El Universo

Santos: “Me imagino a representantes de las FARC sentados en el Congreso”

Posted on: enero 19th, 2014 by lina No Comments

El mandatario explica esta semana en Europa los avances económicos de su país. Primero en España en el encuentro Invertir en Colombia y después en Suiza en el Foro de Davos. En esta entrevista, analiza la negociación con las FARC

 

En muy raras ocasiones dispone un mandatario de la oportunidad de cambiar la historia de su país.

 

Entiéndase bien, cambiar la historia de su país de modo que su obra se inscriba en los anales del arte de gobernar; mejore de forma sustancial el bienestar de sus conciudadanos; coloque a su patria en una senda radicalmente distinta y mejor de la que había recorrido hasta ese momento y, en general, sea reconocida como tal de forma unánime por sus pares y por la comunidad internacional.

 

Juan Manuel Santos dispone en estos momentos de esa oportunidad.

 

El conflicto, como se viene a denominar a la violencia generada por la guerrilla más antigua del mundo, ha ocasionado 220.000 víctimas en diverso grado, según un informe reciente, ha envenenado la política y la convivencia de Colombia durante décadas y ha impedido el desarrollo económico y el progreso social del país al retraer la inversión internacional y frenar el acceso a la financiación necesaria para la explotación de sus ingentes recursos naturales.

 

Pese al fuerte escepticismo de los colombianos, Santos inició un diálogo de paz con las FARC que, de cuajar, proporcionará un gigantesco impulso al progreso de Colombia y le asegurará a él mismo ese lugar en la historia al que aspira.

 

De fracasar, marcará para siempre su biografía, aunque durante la larga conversación que sostuvimos hace dos viernes en la Casa de Nariño en Bogotá, el presidente argumentó que su agenda política (creación de empleo, reducción de la desigualdad, entre otros asuntos) es más amplia que las negociaciones con los guerrilleros que se desarrollan en La Habana, Cuba.

 

Al final de la plática, sin embargo, resulta difícil no apreciar el grado de audacia de Santos, seguramente el presidente más anglosajón del país más anglosajón de América Latina —con sus casitas de imitación estilo Tudor pespunteando ciertos barrios de Bogotá—, cuya afición por el póquer, los libros de historia y las biografías de Lincoln, Roosevelt y Churchill resultan hechos conocidos; que pasó casi diez años de su vida en Londres y cuyo inglés exquisito suscita siempre envidias.

 

Es por ello que cuando acabe la entrevista le preguntaré cuánto de la vida y obra de estos santos laicos anglosajones, de su estudio y de su admiración por ellos le han servido de inspiración para imaginar lo que podía hacer él, y lo que podía conseguir Colombia.

 

—Muchísimo, muchísimo. Yo muchas veces releo apartes que han servido para mí de verdadera inspiración. Y digo: si estas personas lo lograron, por qué no lo puede lograr uno. Es una fuente de inspiración permanente y yo mismo me retroalimento de esa inspiración.

 

—¿Conoce usted a muchos gobernantes que hagan lo mismo? Porque yo no.

 

—Yo tampoco.

 

Y así terminó la entrevista.

 

Antes, a lo largo de casi una hora, Santos repasó los riesgos que corre con la guerrilla (“hoy soy más optimista de lo que era hace un año; con eso creo que le digo mi estado de ánimo, aunque sé que lo que falta es muy complicado y muy difícil”), sus posibilidades de resultar reelegido en las elecciones presidenciales del próximo mes de mayo, sus logros sociales y sus artimañas en la gobernación de un país presidencialista cuya fragmentación partidista resulta legendaria y en el que no pocos de sus antecesores vieron naufragar sus planes de reforma, fueran estos ambiciosos o apocados, en las pantanosas aguas de la política nacional.

 

LA NEGOCIACIÓN

 

Resulta inevitable que las actuales negociaciones de paz, sus posibilidades de triunfo y sus consecuencias ocupen la mayor parte de la conversación, y es lo primero por lo que le pregunto al presidente. Esta vez “se ha avanzado sin duda alguna como nunca antes en los diversos intentos que se han hecho para negociar la paz con las FARC”, sostiene Santos y coinciden con él todos los observadores en Colombia, aunque no todos ellos para congratularse, de eso hablaremos después.

 

La mayoría, no obstante, sí se felicita de que una pesadilla que ha durado ya más de cuatro décadas tenga visos razonables de acabar —aunque sin creer nunca del todo en la voluntad de los guerrilleros de renunciar a la violencia y al negocio de las drogas, del que obtienen los fondos para aquella—.

 

Otros, dirigidos de forma visible y extremadamente agresiva por el expresidente Álvaro Uribe, le acusan de traicionar a la patria y vender el país a los terroristas. Uribe encabeza una lista electoral al Senado y apoya a un candidato, Óscar Iván Zuluaga, con el objetivo declarado de poner fin a lo que está sucediendo, una catástrofe sin paliativos, según airean en todas las tribunas, con énfasis especial en los miles de tweets, trinos en el español de Colombia, del expresidente.

 

“Uribe trinó hoy que…” es expresión que se repite en las radios y las tertulias del país a propósito de las furiosas invectivas del antiguo mandatario. La mayoría de la población, sin embargo, apoya las conversaciones, aunque duda de que éstas culminen con éxito, según las encuestas.

 

De tal manera que tiene uno la sensación de que ambos procesos se entrelazan de forma tan íntima que no queda claro si la hipotética reelección de Santos a la Presidencia de la República depende más de las negociaciones en La Habana o las negociaciones dependen de que Santos gane los comicios, o las dos cosas al mismo tiempo, o ninguna de las dos, le digo al presidente.

 

Tengo la responsabilidad de terminar esta tarea, [la paz] sería lo más importante en este país en 50 años

—Yo diría que ninguna. Este proceso debería, en teoría, continuar con o sin Juan Manuel Santos porque este es un proceso, no de Juan Manuel Santos, no de mi Gobierno, es un proceso de los colombianos; y yo he tratado de vender esa idea. Esto es un proceso que todos los colombianos deben apersonarse de él porque somos todos los que vamos a beneficiarnos.

 

Inexorablemente se vincula el nombre de Juan Manuel Santos al proceso porque yo soy el presidente y fui el que lo inicié, pero a mí me hubiera gustado, y me gustaría, que no dependiera de una persona sino que el proceso mismo continuara con o sin Juan Manuel Santos.

 

—Eso es lo que le gustaría a usted, pero el hecho es que ahora mismo….

 

—Sí, eso es una realidad que tengo que aceptar; y es una de las razones por las cuales me lancé a la reelección; porque tengo la responsabilidad de terminar esta tarea, de hacer todos los esfuerzos posibles para terminar esta tarea, que sería lo más importante que le ha sucedido a este país en los últimos 50 años. Sabíamos que no iba a ser un proceso fácil, no solamente porque no estamos negociando con unos ángeles, han sido nuestros enemigos durante 50 años. [Pero también porque] los enemigos de la paz han hecho todo tipo de acciones y de propaganda negra para envenenar el proceso, eso también lo teníamos previsto y estamos manteniendo el rumbo, haciendo pedagogía y creo que el país ha entendido que esta oportunidad no la podemos perder.

 

Yo fui ministro de Defensa, yo sé hacer la guerra y [si se rechazara un acuerdo] continuaríamos con esta guerra muchísimos años

—¿Cree que el expresidente Uribe y su lista al Senado tienen alguna posibilidad de bloquear allí el proceso de paz?

 

—No, no creo. No creo que el pueblo colombiano cometa ese error.

 

—¿Cree que aún es posible que haya un acuerdo antes de las elecciones?

 

—No, yo no creo que sea posible. Todos los temas son complejos y la dinámica misma del proceso nos lleva a concluir que sería irreal decir que vamos a terminar todos los temas antes de las elecciones. A lo que sí aspiro es a que avancemos, que por lo menos cerremos uno o dos temas más.

 

DOBLE ADVERTENCIA

 

Santos anunció desde el principio que el pueblo colombiano tendría la oportunidad de pronunciarse en las urnas sobre los eventuales acuerdos de paz acordados con la guerrilla. Se trató de una doble advertencia. A la guerrilla, de que no podían aspirar a más de lo que los colombianos estén dispuestos a aceptar y que el presidente, precisamente por ello, no iba a transigir con cualquier planteamiento por el mero señuelo de firmar un acuerdo. Y al expresidente Uribe: si los colombianos refrendan con su voto el acuerdo, sus admoniciones apocalípticas se vuelven inocuas o ridículas, la decisión última no es de Santos, reside en el conjunto de los colombianos.

 

Ahora bien, si el acuerdo no se cierra antes de las elecciones, habrá que someterlo a un referéndum después ¿Qué haría el presidente Santos en un segundo mandato en el que los colombianos rechazaran ese acuerdo de paz?

 

La campaña electoral no va a ser solamente sobre el proceso de paz. Hay otros temas que afectan a los ciudadanos

—Pues esa es una hipótesis que yo creo que es muy improbable. Los colombianos, cuando les presentemos el paquete completo, estoy absolutamente seguro de que lo van a comprar, lo van a aceptar y lo van a apoyar, bajo algún sistema de refrendación, que puede ser un referéndum o puede ser otro sistema. Eso está por negociarse también.

 

—¿Qué otro sistema podría ser?

 

—En la Constitución hay consulta popular, podemos inventarnos alguno con la contraparte. Es simplemente que la población colombiana tenga la oportunidad de decir lo compro o no lo compro.

 

—¿Considera usted que tendría suficiente legitimidad para seguir gobernando caso de perder esa consulta? De Gaulle se fue porque perdió un referéndum sobre la descentralización que…

 

—Yo no he contemplado esa posibilidad. Volveríamos al pasado. Yo fui ministro de Defensa, yo sé hacer la guerra y continuaríamos en esta guerra por muchísimos años más; y continuaría el país avanzando como ha avanzado en medio del conflicto y ha avanzado mucho.

 

—¿Usted no se sentiría deslegitimado por una votación en contra de los acuerdos de paz?

 

—Pues sí, sería un golpe mortal al proceso. Y yo creo que afectaría muchísimo la legitimidad del Gobierno. Pero no creo que sea responsable poner todos los huevos en la misma canasta.

 

La campaña no va a ser solamente sobre el proceso de paz; la campaña va a ser sobre otros temas que tienen día a día los colombianos: el tema de empleo, la educación, la salud, las infraestructuras, los temas que los ciudadanos comunes y corrientes tienen ante sí. La elección va a girar también en torno a eso, no solamente en torno a la paz.

 

—¿No fue un poco ingenuo pensar que un año bastaba? Celebrar elecciones en medio de las negociaciones no resulta quizá lo más adecuado.

 

—Yo puse el año simplemente como una referencia para evitar algo que resultó inevitable: que se mezclaran la campaña con el proceso. Pero sabía que llegado el momento, si no terminábamos —y era una fecha demasiado ambiciosa, pero uno en la vida tiene que ser ambicioso, si no, no llega a ningún lado— pues inevitablemente se confunde ahora la elección con el proceso. Lo cual no está mal, porque al fin y al cabo el pueblo colombiano tiene que manifestarse sobre asuntos que le atañen y un asunto muy importante es la paz.

 

—¿No sería quizás razonable suspender temporalmente las negociaciones durante la campaña electoral?

 

—No veo por qué. Si estamos negociando en medio del conflicto, que fue una de las condiciones que nosotros pusimos, entonces por qué no vamos a poder negociar en medio de las elecciones. Todo lo contrario. Si llevamos una dinámica de progreso esa dinámica hay que aprovecharla. Creo que en eso estamos de acuerdo las FARC y el Gobierno.

 

TRANSPARENCIA Y SECRETOS

 

Un punto no menor de polémica en una sociedad democrática consiste en determinar de cuánta transparencia se puede dotar a unas negociaciones cuyo transcurso puede verse afectado de forma notable y aun descarrilar si trascienden los detalles antes que el conjunto final.

 

Los usos generalmente aceptados —y existe una larga tradición en conflictos mundiales que así lo acreditan— exigen secretismo absoluto. Pero este sirve también para que los enemigos del proceso —que los hay en todo proceso— lo aprovechen para sembrar la inquietud entre la ciudadanía y acusar a los gobiernos de traiciones sin nombre, con lo que abren otro frente, esta vez interno, que también pone en riesgo la negociación. Todo ello está sucediendo en Colombia.

 

—Nosotros acordamos con las FARC mantener en secreto los detalles de las negociaciones hasta que no tengamos el paquete final y eso lo acordamos por un motivo muy fácil de entender: cada punto, analizado individualmente, puede ser sujeto a muchas interpretaciones y a mucha crítica. Es como cuando un pintor está pintando un cuadro y comienza con el 25%, la gente no entiende lo que va a pintar y puede decir ‘qué cuadro tan desagradable’ o ‘qué cuadro tan mal pintado’. El pintor quiere vender su obra cuando esté todo completo. Nosotros queremos vender nuestro acuerdo cuando esté todo completo porque así se va a poder apreciar en su totalidad. Individualmente puede ser muy mal interpretado.

 

Si estamos negociando en medio del conflicto, por qué no vamos a negociar durante las elecciones

 

—Porque en alguna de esas partes ya acordadas hay cesiones por parte del Estado que, tomadas individualmente, suscitan rechazo.

 

—Efectivamente. Por ejemplo, si uno le pregunta al pueblo colombiano: “¿Usted quiere que las FARC se conviertan en partido político?”. La mayoría dice que no, porque tienen en su imaginario las FARC de los últimos 50 años que han venido cometiendo todo tipo de atropellos a la ciudadanía y a la población y al país. Si usted le pregunta: “¿Ustedes considerarían que las FARC puedan hacer política, puedan llegar al Congreso?”.

 

La gente intuitivamente dice que no, que no les gusta eso. Entonces eso individualmente genera un rechazo, pero si uno pinta el paquete completo —y eso lo tenemos muy claro— la gente dice: “Si ese es el precio de la paz, sí”.

 

—¿Se imagina usted a Iván Márquez [uno de los líderes guerrilleros que negocian en La Habana] sentado en el Congreso?

 

—Me imagino a representantes de las FARC sentados en el Congreso. De eso se trata el proceso: que dejen las armas y que sigan con sus ideales. Nadie les está obligando a cambiar su manera de pensar, pero que luchen por sus ideales sin armas, sin violencia, sino utilizando las vías democráticas.

 

—Los detalles no se conocen, pero usted sí los conoce.

 

—Sí.

 

—¿Se siente usted satisfecho de lo alcanzado hasta ahora?

 

—Sí me siento satisfecho porque creo que son acuerdos que le van a hacer en el fondo un gran beneficio al país. En el caso del desarrollo rural, todo lo que se acordó va a significar un gran empuje a todo el campo colombiano, que es donde está concentrada la pobreza y la desigualdad, para adquirir unas inversiones inmensas que tendríamos que hacer con o sin FARC.

 

Y en el caso de la participación política, lo que acordamos fue una profundización de nuestra democracia, un fortalecimiento de nuestra democracia, un refinamiento de los procesos de participación en la democracia. Las dos cosas son cosas muy positivas para el futuro del país.

 

LA DROGA Y SUS RUTAS

 

El otro gran escollo consiste en la droga. Que la guerrilla vaya a abandonar un negocio tan lucrativo suscita una enorme incredulidad, incluso entre aquellos que desean fervientemente el acuerdo. El narcotráfico es precisamente el punto que se está negociando ahora mismo. ¿Hasta qué nivel de detalle van a bajar los negociadores del Gobierno? ¿Van a pedir a los guerrilleros que entreguen de forma precisa las rutas por las que sacan la droga, por la Amazonia, por Venezuela? ¿Es ello posible?

 

Con la guerrilla estamos de acuerdo en un principio: Colombia sin coca

—Lo que le puedo decir es que estamos de acuerdo con un principio: Colombia sin coca. Imagínese usted lo que eso significa. El primer productor de cocaína del mundo durante tantos años que de la noche a la mañana pueda comenzar a desaparecer esa fuente de todo tipo de mal, porque es una fuente de financiación y es un veneno que ha hecho mucho daño, sobre todo a Colombia, pero al mundo entero. Eso para mí es un paso importantísimo y si logramos que conjuntamente podamos avanzar en esa dirección, eso no solamente para Colombia, para España, para el mundo entero, sería de un gran beneficio.

 

—Pero, ¿qué seguridad tienen de que el acuerdo sea realmente efectivo finalmente, si no se entrega este tipo de información, detallada, técnica, de cómo sacan la droga?

 

—Yo no le puedo entrar a mencionar en detalle sobre la negociación; lo que le puedo decir es que va a haber un acuerdo para ir desapareciendo el narcotráfico y la producción de cocaína en Colombia.

 

—¿Va a poder ofrecer al final de las negociaciones a las víctimas toda la justicia que ellas exigen?

 

—Creo que Colombia ha sido el país que ha dado ejemplo en estos últimos dos años de un país que tiene por primera vez a las víctimas como el centro de la solución del conflicto, por eso comenzamos a repararlas en medio del conflicto. Vamos a terminar estos dos años reparando el mal de 350.000 víctimas, o cerca de 350.000 víctimas, eso es un esfuerzo monumental.

 

Se les va a respetar sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación, a la no repetición. De eso se trata la justicia transicional, pero las víctimas también, y eso afortunadamente lo hemos percibido, son conscientes que también hay que hacer sacrificios en materia de sus derechos para que podamos lograr la paz. ¿Dónde traza uno la línea entre justicia y paz? Ese es el meollo del problema y el meollo de la negociación de la justicia transicional.

 

LA AYUDA SECRETA DE EE UU

 

“A veces hay que saber hacer la guerra para lograr la paz”, ha repetido públicamente en muchas ocasiones Santos (también lo hace en esta entrevista), sin que quizá muchos sospecharan hasta qué punto la afirmación escondía un mensaje más allá de lo evidente: como ministro de Defensa de Uribe, Santos dirigió una guerra feroz contra la guerrilla, política que prosiguió luego como presidente.

 

Tampoco nadie ha dudado nunca, ni por un momento, de que la ayuda de Estados Unidos en los últimos años ha resultado crucial para acorralar a la guerrilla hasta el punto de forzarla a aceptar una negociación como la que actualmente se está desarrollando en Cuba. Lo que sin embargo permanecía oculto hasta el pasado 22 de diciembre era la magnitud de esa ayuda: un programa secreto de miles de millones de dólares, que incluye escuchas y vigilancia electrónica de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y que no está incluido en el Plan Colombia de 9.000 millones que comenzó en el año 2000 (y que sí es público).

A partir de 2006, el programa secreto suministró a las Fuerzas Armadas colombianas un pequeño artefacto que, instalado en una bomba de gravedad, convencional y de escasa precisión, permite a ésta dirigirse con asombrosa exactitud hacia el objetivo previamente localizado con la tecnología de la NSA. El programa está clasificado como secreto y sigue vigente, según reveló en una extensa información The Washington Post.

 

Una de esas bombas acabó con la vida de Raúl Reyes, un alto jefe de las FARC, mientras dormía en un campamento en Ecuador. Otros líderes guerrilleros también fueron eliminados de la misma forma. Para camuflar ante la guerrilla y los observadores militares el uso de esa potente y eficaz arma, el Ejército colombiano bombardeaba campos guerrilleros de forma simultánea con otros aviones, que a su vez arrojaban centenares de bombas para esconder que una sola de ellas, dotada con esta tecnología de precisión, se dirigía en medio del fragor directamente hacia la cabeza del líder elegido.

 

Santos, que según el periódico estadounidense fue clave en el desarrollo de este programa y en su uso contra la guerrilla, declinó comentar detalles con la periodista del Post que publicó la noticia. Tras conocer los pormenores de la historia publicada, no me cabe duda alguna de que más de uno, dentro y fuera de las fuerzas armadas, se habrá hecho la inevitable pregunta: ¿por qué no seguir bombardeándolos hasta acabar con los principales dirigentes?

 

En el primer productor de cocaína del mundo durante tantos años puede desaparecer este veneno

 

—Porque han aprendido a defenderse, por supuesto. Ya no es tan fácil.

 

—Pero esa tecnología sigue siendo muy potente. ¿Son los guerrilleros conscientes de que si no aceptan un acuerdo de paz se enfrentan a una liquidación segura, no en los próximos 50 años, como usted ha dicho alguna vez, si no mucho antes? No parece que 50 años sea el plazo que de verdad usted cree que necesita para derrotar a la guerrilla…

 

—No, por supuesto que la guerrilla no estaría en la mesa de negociaciones si creyera que por la vía de las armas puede ganar. Eso es evidente, que ya se dieron cuenta que por esa vía no van a lograr sus objetivos; y esa realidad ha sido ayudada por los golpes contundentes que hemos dado en los últimos tiempos y yo he sido responsable de eso porque…

 

Aquí el presidente se detiene, hace una pausa y por un momento (el momento soñado por cualquier periodista), parece que se dispone a enhebrar el relato secreto de los recientes y exitosos golpes a la guerrilla. Pero no. Reflexiona durante un brevísimo instante, cambia de idea, o al menos así me lo parece, quizá me equivoco, y luego continúa:

 

—Los golpes a la secretaría [la cúpula directiva, compuesta por siete miembros] de las FARC comenzaron cuando yo asumí el Ministerio de Defensa. Antes, en 45 años no le habíamos dado nunca a un miembro del secretariado, pero tocaba hacer eso para poder lograr lo que estamos logrando… y a veces hay que saber hacer la guerra para lograr la paz.

 

—Todo ello no hubiera sido posible sin esa ayuda decisiva de Estados Unidos.

 

—No solamente la ayuda específica de Estados Unidos con esa tecnología. Nosotros hemos recibido ayuda de muchos países en muchos frentes, ayuda que apreciamos, ayuda que ha sido sumamente útil y hoy podemos decir que tenemos las mejores Fuerzas Armadas en nuestra historia, no solamente en sus capacidades humanas sino en equipos, con tecnología.

 

—Colombia habrá sido pues uno de los pocos ejemplos en el mundo en el que los esfuerzos de Estados Unidos han resultado un éxito.

 

—Sin duda. La iniciativa bipartidista de política exterior de Estados Unidos más exitosa de los últimos 50 años sin duda alguna ha sido el Plan Colombia. Y si logramos la paz, entonces es cerrar con broche de oro.

 

Quizá por ello resulten en Washington más incomprensibles si cabe los ataques de Uribe a Santos. “No estamos acostumbrados a que los expresidentes jueguen un papel tan explícito, opinando de un mandatario en ejercicio”, declaró a The Washington Post Carl Meacham, quien durante diez años supervisó la política sobre América Latina para el Partido Republicano en el Comité sobre Asuntos Exteriores del Senado. “Para nosotros, es muy sorprendente comprobar la intensidad con la que se involucra el presidente Uribe”.

 

GOBERNAR ES REFORMAR

 

Llegados a este punto, podría uno pensar que el presidente de Colombia se dedica a dirigir las conversaciones de paz en La Habana y a perseguir a guerrilleros en territorio colombiano en exclusión de todo lo demás, 24 horas al día y siete días a la semana. Pero ni falta hace pisar las calles de Bogotá para comprender que esto no es así. Desde el propio despacho del presidente en el que estamos, a través de las ventanas abiertas, se escuchan los gritos y las proclamas de los partidarios del alcalde de la capital, Gustavo Petro. Alcanzo a distinguir ciertas consignas, “por la dignidad de Colombia” resulta una de las más coreadas, ahogadas todas por un estruendo de músicas de lo que parecen enormes sistemas de amplificación.

 

Va a haber un acuerdo para que vayan desapareciendo el narcotráfico y la producción

El caso Petro no afecta directamente al presidente. Pero simboliza muy bien algunas de las encrucijadas de la política colombiana, la dificultad de gobernar un país con desigualdades tan profundas, en el que diseñar programas para una mayoría incluyente de la sociedad y también para el establishment resulta harto complicado, puesto que la diferencia entre ambos es tan abismal.

 

Petro es un exguerrillero del M-19 que abandonó las armas hace 25 años. Se convirtió en alcalde de la capital en 2011, el puesto de más poder ocupado por un líder de la izquierda. La mala gestión del servicio de basuras municipales, el recuento de cuyos detalles excedería con mucho este espacio, dañó su popularidad.

 

Analistas independientes consideran que, en general, ha sido un mal alcalde, las clases medias y altas sienten que ha gobernado la ciudad en contra de sus intereses y finalmente, el procurador general, un hombre próximo a la ultraderecha, le inhabilitó en diciembre para ejercer cargos públicos durante 15 años (una decisión judicial de la semana pasada, días después de esta entrevista, suspendió temporalmente esa inhabilitación).

 

La polémica tiene algo de símbolo inquietante para el conjunto de la política en Colombia y las ansias de estabilidad social y progreso económico de sus ciudadanos: hay un caso Petro, pero también el año pasado diversas protestas de cafeteros o transportistas paralizaron parte del país y trastocaron la vida diaria de millones de colombianos, las víctimas y los desplazados por la violencia se quejan de desatención. Todo ello dibuja un profundo malestar social, del que emerge con nítidos contornos el mapa de la desigualdad en Colombia. No sé, le digo al presidente para empezar, si parece razonable que un funcionario no electo pueda destituir a un alcalde elegido en las urnas sin que medie un proceso judicial con las garantías de un Estado de derecho.

 

—No parece razonable. Pero es la ley. Y la ley hay que cumplirla.

 

—Supongo que es esa una contestación muy colombiana: resulta inaceptable, pero va a tener que ser así.

 

—Esa es mi respuesta.

 

—¿Ese es un mal mensaje para las negociaciones de paz en La Habana? Petro dice: miren lo que pasa cuando uno acepta la vía política, luego viene un funcionario de la ultraderecha y le destituye a uno. ¿O no tiene nada que ver una cosa con otra?

 

—No tiene nada que ver lo uno con lo otro. Nosotros estamos negociando en La Habana como si no existiera conflicto o terrorismo en Colombia y estamos combatiendo aquí en Colombia como si no existiera proceso de paz.

 

—¿Y las víctimas y los desplazados? ¿Cuál es el balance de la ley de víctimas que su Gobierno aprobó? Porque, efectivamente, las cifras en su conjunto parecen muy impresionantes, pero también hay reportes sobre la inmensa dificultad para su aplicación en la práctica. A veces parece que el Estado colombiano tenga enormes dificultades de llevar hasta el final leyes que ha aprobado, decisiones que ha tomado, imponer su autoridad sobre terratenientes que se creen por encima de la ley…

 

—Yo entiendo la impaciencia de muchas víctimas. Pero la ley por eso da un plazo de diez años y no llevamos sino año y medio. Ni siquiera llevamos dos años y el número de víctimas que ya hemos reparado es inmenso.

 

La restitución de tierras: ahí hemos estado más atrasados porque nos tocó montar toda una organización; inclusive nos tocó capacitar jueces agrarios, que nosotros nos habíamos olvidado del derecho agrario; y somos un país muy leguleyo, en donde los procedimientos se respetan y eso dificulta las cosas porque los afectados ponen todo tipo de recursos.

 

Pero vamos avanzando; ya tenemos el esquema funcionando, hay unos términos y por eso yo me siento muy satisfecho de los avances, aunque me hubiera gustado que se avanzara más, sobre todo en la restitución de tierras. A eso le vamos a poner el acelerador.

 

—Dice usted que Colombia es un país muy leguleyo. ¿Cuánto le ha dificultado eso para sacar adelante sus presupuestos y sus ambiciosos planes de desarrollo? Ha habido quejas, creo recordar que de usted mismo, de que se han producido retrasos indebidos.

 

—El ritmo de ejecución del presupuesto del Gobierno ha sido el ritmo más alto en la historia reciente del país y eso es una de mis prioridades en todos los Consejos de Ministros, cómo va la ejecución de los programas. Dicho esto, sí hay [retrasos]. Creo que se nos fue la mano, a mí se me fue la mano, en mi estatuto anticorrupción en poner demasiadas trabas y demasiadas condiciones que han hecho difícil muchas veces que funcionarios tomen decisiones. Y eso tenemos que corregirlo.

 

Las víctimas son conscientes de que tendrán que sacrificar derechos para que se pueda lograr la paz

 

—¿A qué se debieron las protestas que a lo largo del año pasado paralizaron parte del país? ¿A un malestar de campesinos y trabajadores con sus condiciones de vida, con los precios de los productos que venden? ¿Era un malestar social legítimo? Hubo quien también dijo que detrás estaba la guerrilla.

 

—Ahí hubo de todo. Hubo protestas legítimas de sectores que han visto que los precios de sus productos, como el caso del café, se han reducido un 70% y han visto su ingreso reducirse un 70% y eso cualquier persona que ve que su costo de producción es mayor al precio de venta sale a protestar y eso es totalmente comprensible. Hay también manipulaciones políticas de personas que estaban pensando y que siguen pensando en las elecciones que ahora se van a realizar dos meses. Hay también factores de presencia de grupos de las FARC que estaban estimulando parte de esas protestas.

 

O sea, había de todo. Y también es la manifestación, y así lo he dicho yo, de protesta por el abandono del campo colombiano, no de este Gobierno ni de los últimos gobiernos, llevamos décadas y el campo colombiano sigue abandonado, entre otras cosas, por la presencia del conflicto.

 

La gente no invierte en el campo porque hay conflicto. Entonces, ese círculo vicioso es el que tenemos que romper para convertirlo en un círculo virtuoso. Si no hay conflicto, el potencial para que Colombia se convierta por ejemplo en una gran despensa de alimentos del mundo —somos uno de los pocos países, según la FAO, de los siete países con mayor potencial para aumentar la producción de alimentos en el mundo— y es lo que yo aspiro a que suceda.

 

EL ARTE DE CONJUNTAR VOLUNTADES

 

—El presidente de Chile, Sebastián Piñera, me dijo la última vez que le vi que en América Latina es más fácil ser un candidato de izquierdas que de derechas. ¿Colombia es una excepción?

 

—Yo diría que en Colombia es mejor ser un candidato de la tercera vía, como soy yo. El concepto de derechas e izquierdas aquí ha tenido tantos cambios que ya la gente se confunde. Pero simplemente por la situación social, lo que dice Piñera es cierto. Es más fácil ser un candidato de la izquierda que de la derecha.

 

—Pero no aquí en Colombia.

 

—En Colombia, por la violencia y por la necesidad de mano dura contra esa violencia, la derecha ha tenido más espacio, sin duda alguna. En la medida en que eso desaparezca, el péndulo puede estar girándose a la izquierda.

 

—Usted había teorizado sobre la tercera vía, incluso publicado libros, pero cuando empezó a gobernar sólo tenía a la izquierda enfrente. Ahora la realidad se ha acomodado a la teoría y en estos cuatro años le ha salido una oposición de derechas [encabezada por Uribe], que le ha montado una campaña de difamación.

 

—Sin duda y yo me siento muy cómodo cuando me atacan los dos extremos: la extrema derecha y la extrema izquierda. Para mí eso es una inyección de estímulo a seguir adelante en lo que estoy haciendo, porque en cierta forma es una reafirmación de que lo que estamos haciendo es lo correcto.

 

—Hablando de libros, me cuentan que Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln, donde Doris Kearns Goodwin relata cómo Lincoln, tras ganar, coloca a todos sus adversarios en el Gobierno, fue una inspiración para usted, quien intentó algo parecido.

 

—Me copié de Lincoln. Yo me inspiré en Lincoln y cuando gané las elecciones a mis rivales, los invité y les dije: aquí podemos gobernar juntos porque yo puedo incorporar en mi programa de Gobierno lo que usted estaba proponiendo en esto, en esto y en esto.

 

—Rafael Pardo, que fue candidato por el Partido Liberal Colombiano y hoy es ministro de Trabajo, Germán Vargas Lleras, candidato por el Partido Cambio Radical, y que ocupó varios ministerios…

 

—Pardo, Vargas Lleras, hasta los Verdes, en la segunda vuelta, se unieron a la Unidad Nacional. Y eso fue lo que nos permitió pasar reformas impensables. Esas reformas progresistas, que la gente nunca había creído posible que se pasaran en el Congreso, se pasaron por eso, por esa gobernabilidad que yo, si usted me pregunta qué elementos nos han permitido los resultados que hoy podemos comenzar a mostrar, es ese exactamente, el de tener gobernabilidad. Esa gobernabilidad nos ha permitido pasar en el Congreso esas reformas.

 

Hemos hecho el Gobierno más reformista en décadas, hemos logrado aprobar reformas muy audaces que están dando unos resultados sociales como nunca antes y eso para mí es muy satisfactorio, porque éramos uno de los países más desiguales de todo el hemisferio, después de Haití. Éramos el segundo país más desigual en toda América Latina.

 

Ya eso no es cierto. Seguimos siendo un país muy desigual y tenemos que avanzar mucho más. Hemos logrado disminuir el desempleo 40 meses seguidos sin excepción. Ningún país del planeta creo que puede decir eso. Nos queda todavía un camino muy largo por recorrer porque todavía tenemos casi dos millones de personas desempleadas, pero para mí la parte de las reformas sociales constituyen el legado más importante.

 

La guerrilla no estaría en la mesa de negociaciones si creyera que puede ganar por la vía de las armas

—Visto en retrospectiva, ¿no sería eso también un posible legado, la gobernabilidad?

 

—Pues sí, yo diría que ese es un buen ejemplo, y el mundo entero aplaude esto que hemos hecho de regular esa unidad nacional. Así se llama, así lo hemos bautizado, el Gobierno de Unidad Nacional, que nos ha permitido lograr esto y yo aspiro que esa unidad nacional se mantenga para lograr la paz, que esa unidad nacional sea la que apoye y concrete la paz en Colombia.

 

—Ese equipo de exrivales pueden dejar de ser ex y volver a ser rivales en el momento en que usted, dentro de cuatro años…

 

—Tenga la seguridad que yo en cuatro años no tendré la más mínima posibilidad de aspirar, ni quiero, y cada uno tendrá su libertad de continuar su vida política por el camino que considere más pertinente. Pero creo que ya sobre unas bases de una democracia mucho más sólida, de una democracia mucho más real y una democracia en paz. Y así es más fácil hacer política.

 

 Fuente: El País