El francés Franck Ribéry volvió a hablar del Balón de Oro, y como de costumbre, no tuvo filtro. En declaraciones a SportBild fue muy claro sobre el hecho que se decidiera ampliar el plazo de votación a última hora.

Sobre el premio al que aspira junto a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el mediocampista galo repudió la extensión en el tiempo de elección: «Es la primera vez que ocurre. Es una vergüenza y una desventaja, pero no tengo miedo. Estoy tranquilo.»

El futbolista del Bayern Münich aspira a conseguir su primer galardón de esta magnitud y estará presente en la gala que se celebrará en Zúrich el 13 de enero del año próximo.

Sobre la asistencia de CR7 al evento, Ribéry se mostró indiferente: «No he hablado con Cristiano ni siquiera con otros compañeros sobre él ¿Por qué tendría que hacerlo? No me importa si viene o no. Para mí es un honor estar entre los tres elegidos y por eso es normal que acuda la gala», dijo.

Por último, Ribéry también habló sobre su relación con Pep Guardiola y su papel en este Bayern. Al parecer, el entrenador pretende similitudes con el trabajo que hacia Messi en el Barça.

«Pep ha hablado mucho conmigo sobre Messi y su juego. Arrancando desde el perfil me parezco a Messi», explicó.

Con más profundidad, Ribéry analizó las libertades que tiene su nueva función en el equipo, diferente a lo que hacía con Jupp Heynckes en el banquillo.

«Guardiola me da libertad para hacer lo que quiera. Me deja ir al centro, a la izquierda, a la derecha y me dice: ‘es importante que usted tenga el balón’. Seguramente, quiso que yo alguna vez fiche por el Barça pero por suerte para el Bayern no se hizo», comentó.

Fuente: Infobae

Álex Cabrera siempre dijo que rompería el récord de 20 jonrones de Baudilio Díaz, cuando jugara una temporada completa en LVBP. Pues, le bastaron menos de 63 juegos para igualar la histórica marca y antes del juego de anoche le restaban nueve encuentros para imponer su propio registro.

A mediados de octubre, el “Samurái” aseguró, que además de quebrar el récord del recordado careta, había otra gesta por lograr:_“La triple corona, como mi tocayo Miguel Cabrera”, dijo. En ese momento, todavía no había disparado el primero de los 20 jonrones que acumulaba hasta anoche. “He ganado en jonrones y carreras remolcadas, pero nunca he podido quedar líder bate”, continuaba el slugger.

A menos de una semana de cumplir sus 42 años, el oriental está matando dos pájaros de un solo tiro. El récord de jonrones ya está en sus manos y solo una debacle con el madero lo alejaría de las tres aureolas ofensivas, las cuales posee en este momento, con cierta comodidad. Simplemente, debe mantener su ritmo en los próximos ocho juegos, para así completar la campaña más productiva para cualquier bateador en la liga.

“Es algo increíble, que cualquier pelotero debe soñar”, dijo el slugger, luego de conectar su jonrón 20. “Todo el mundo sabe lo que yo he hecho en este beisbol. Soy un bateador de contacto y jonronero. Ojalá Dios me dé la dicha de ganarlos todos”, se refiere a los departamentos de la ansiada triple corona, la nueva meta que tiene entres cejas.

Pero, ¿Realmente, es la mejor temporada para un toletero en LVBP? Si nos vamos al global, pues claro que sí. El average sobre .400, más de 50 remolcadas y las dos decenas de cuadrangulares son cifras que ningún golpeador ha podido combinar en este circuito. Sin mencionar que, de conquistar la triple corona, se convertiría en el primer jugador de la liga que logra tal hazaña.

“Esto es el resultado del trabajo. En temporada muerta, me dediqué durante cinco meses a ponerme a tono. Todo se debe a mi hijo Ramón Cabrera. Él fue quien me llevó a que siguiera en el juego”, mencionó recientemente el bateador.

En la cueva de los Tiburones refrendan sus comentarios. “Es el único pelotero en esta liga que puede tener una temporada así. Pocos tienen sus habilidades para batear”, comentó Lino Connell, coach de bateo de la escuadra salada. “No solo son sus jonrones”, dijo Jorge Velandia, gerente deportivo de los escualos. “Está llevando más la pelota hacia su banda contraria”, reflexionó.

Cerrar con las tres gemas del bateo es el sueño del “Samurái”. “Es lo mejor que puede pasarme al final de mi carrera”, concluyó.

Fuente: Lïder en deportes

En el diccionario del beisbol, una paliza significa castigar sin clemencia al contrario hasta verlo derrotado, y un ejemplo claro de ello fue lo hecho ayer por Magallanes ante los brazos de Margarita. Doce carreras y veintidós imparables fue la cuota de castigo que recibieron los Bravos en su penúltima visita de la temporada a Valencia, y que significó para los eléctricos otro paso importante hacia su inminente clasificación.

En esta dura emboscada turca, todos los bateadores titulares dispararon, por lo menos, un imparable, siete duplicaron y ocho de ellos consiguieron una remolcara. Sin embargo, de todos ellos, fue Endy Chávez el que se llevó la ovación del público. El jardinero se fue de 6-3, con cuadrangular, triple, doble y tres impulsadas. En el octavo tramo, buscó lo más “fácil”, el sencillo para completar la escalera, pero terminó fallando con rolling duro a la primera base.

“En el último turno había una ansiedad bastante grande, con muchas ganas de dar el hit porque la fanaticada estaba haciendo bulla, apoyándome. Fue interesante para mí, pero estoy contento con la actuación que tuve, donde pude producir carreras”, contó el grandeliga, quien ayer estuvo tomando práctica de bateo extra previo al choque ante los insulares. “No he estado produciendo, pero he trabajado para agarrar el ritmo de siempre”.

La artillería comandada por Luis Sojo estuvo siempre en las bases y anotó en casi todas las entradas del compromiso. Solo en el tercero y octavo, los turnos no pisaron el plato de los margariteños, que ya ven el barranco de la eliminación a pocos metros.

La nota positiva desde el montículo la colocó Carlos Zambrano, quien después de ocho aperturas en la temporada, logró estrenar por fin el renglón de las victorias. El “Toro” estuvo sobre el montículo durante cinco entradas, solo le fabricaron una carrera (que fue sucia), regaló un boleto y consiguió un trío de ponches. Su efectividad mejoró de 5.06 a 4.38.

Al mismo tiempo, esa triunfo 12 a 2 se tradujo en el lauro 31 de la campaña de la nave, que los sigue consolidando en la segunda posición y que los obliga a ir enfriando la champaña para celebrar pronto el paso a otro round robin.

“Tenemos mucha química, hay mucho compañerismo. Somos una familia, con una gran química y cuando es así, cada quien se enfoca en lo que tiene que hacer”, finalizó Chávez.

Fuente: Líder en deportes