Lo hemos escuchado infinidad de veces: Julia Roberts es la novia de América. Aunque pasen los años, parece que nadie logra arrebatarle el título, ya que la actriz nacida en Georgia sigue acaparando los mejores papeles: el 10 de enero se estrenará en España la película Agosto (basada en la pieza teatral del mismo nombre, que recibió el Pulitzer en 2008), en la que Roberts comparte plano con Meryl Streep y Ewan McGregor.
«Ya había visto la obra, que es magnífica. Cuando me propusieron la idea de llevarla al cine, pensé que sería como participar en unas Olimpiadas de la actuación. El programa de rodaje era un auténtico desafío; la producción estaba a cargo de mi amigo George Clooney.
Es una de esas experiencias en las que te tienes que pellizcar cuando ves que [el actor] Chris Cooper está sentado frente a ti…», señala. Antes de que la cinta llegue a nuestras salas, veremos a Julia en otro formato: el de embajadora navideña del perfume La Vie est Belle, de Lancôme, que aspira a arrasar estas fiestas. «Intento ponerme las pilas como supermodelo madurita», deja caer, riendo.
«Tengo 45 años y nunca me he hecho un retoque. Para mi papel en Agosto debía tener el aspecto de una mujer de mediana edad que atraviesa una crisis matrimonial. Con canas, arrugas y un poco de sobrepeso.»
Y es que la edad no le supone ningún trauma, a juzgar por sus declaraciones: «Tengo 45 años y no me he hecho ningún retoque. Como mejor me veo es con un look natural». Lo de resistirse al bisturí no es algo frecuente en Hollywood. «Trabajo en una industria que quiere tratarme como a un bebé, consentirme y destruirme. Si no tengo un equilibrio en mi vida personal, podrían conseguirlo. Creo que de ahí viene mi progreso hacia delante.
Comienzo cada día estando muy segura de quién soy y cuál es mi lugar en el mundo», subraya. Entre sus claves para sobrevivir está la de alternar sus proyectos con los de su marido y padre de sus tres hijos, el cámara Daniel Moder («Danny y no nunca trabajamos al mismo tiempo») y en recordarse a sí misma la suerte que tiene: «Dado que en casa soy la primera en levantarme, hay momentos en los que me detengo para meditar y dar las gracias.
Últimamente me intereso por los libros sobre la mente y las cosas que nos pueden ayudar a cultivar la felicidad». Detalles, dice, como seguir una dieta saludable, quererse e incluso perfumarse. «¿Me hará feliz oler bien? Sin duda. Pero se debe a que, durante el día, he cultivado muchos otros aspectos de mi vida.»
«Trabajo en una industria que quiere destruirme. Si no tengo un equilibrio en mi vida personal, podrían conseguirlo. Por eso empiezo cada día estando muy segura de quién soy y cuál es mi lugar en el mundo.»
La intérprete pretende distanciarse del relumbrón de la alfombra roja. «Odio estar en un pedestal. Tengo un trabajo muy especial y una posición en el mundo de la cultura, pero en realidad no soy diferente a los demás. Todos buscamos lo mismo: ser comprendidos, respetados y amados.»
Su último reto ha consistido en meterse en la piel de «una mujer de mediana edad, con hijos adolescentes, que atraviesa una crisis matrimonial. Alguien a quien ya no le importa nada su aspecto. Con canas, arrugas y un poco de sobrepeso». A pesar de los esfuerzos del equipo de maquillaje y peluquería de Agosto para dotarle de todas esas imperfecciones, seguro que, tras el estreno de la película, continuaremos viéndola como lo que siempre ha sido: la eterna e imbatible novia de América.
Cinco confesiones de belleza
«Todas las mañanas, después de preparar el desayuno de los niños, me aplico un contorno de ojos y un poquito de Absolue L’Extrait.»
«Cuando viajo en avión siempre llevo un aceite seco de Serge Normant, que vaporizo en las puntas del pelo para que -al bajar de la cabina- no parezca que me han planchado la cabeza.»
«¿Un aperitivo saludable? La col rizada. La cultivamos en nuestro huerto; en casa siempre tengo un cuenco enorme sobre la mesa. He conseguido que mis hijos se enganchen a ella.»
«A la hora de maquillarme sigo una rutina muy básica. Y eso que tengo un cajón lleno de productos preciosos… Es un comienzo, ¡debería animarme a usarlos!»
«Mi cosmético preferido es el desmaquillador de ojos Bi-Facil. Incluso antes de que me lo empezaran a regalar, era el único que usaba. Me vuelve loca.»
Fuente: El Mundo.es
