Lance Armstrong asegura que merece la situación en la que está tras haber sido suspendido de por vida por doping y perder todos sus patrocinadores, pero cree que aún puede ayudar a limpiar el ciclismo
«¿Mi mayor error? Cuando mezclaba mi diagnóstico (de cáncer) con una negación de doping», dijo el ex ciclista estadounidense al portal británico cyclingnews.com en la tercera parte de la entrevista, publicada este jueves.
«Eso sobrepasó la línea, era algo desesperado por continuar el relato, totalmente inaceptable», dijo sobre cómo negaba el doping recordando la superación de su cáncer de testículos.
«Es inaceptable en el mundo del ciclismo, pero también por las ramificaciones que tenía en la comunidad de enfermos de cáncer. Merezco estar donde estoy ahora, fue inaceptable», admitió.
Armstrong fue sancionado de por vida hace un año después de que una investigación de la USADA (Agencia Antidoping de Estados Unidos) demostrara que se dopó durante la mayor parte de su carrera. Tras años de negativas y mentiras, Armstrong lo confesó luego en televisión.
El estadounidense perdió sus siete títulos del Tour de France y el apoyo de sus patrocinadores y se enfrenta ahora a demandas millonarias.
«Quizás tenga que decir ‘lo siento’ mil veces», dijo sobre las personas que no aceptan ahora sus disculpas tras años de intimidarlos porque habían tratado de desmontar su mentira.
Armstrong afirmó que se sentía «invencible» cuando estaba en la cresta de la ola y era la gran estrella del ciclismo.
El estadounidense, de 41 años, insistió en que sus rivales también se dopaban, por lo que competían en el mismo terreno, pero se rebeló ante el hecho de ser el único que esté pagando las consecuencias.
«Por supuesto que iban a por mí, no tendría sentido que fueran a por otro. Lo acepto. Lo que digo es que lo que decía la USADA de que estaban tratando de limpiar el ciclismo no es cierto», dijo Armstrong, que habla de una ‘vendetta’ de Travis Tygart, director ejecutivo de la USADA.
«Aún espero ser parte de la solución, mi teléfono está encendido, pero no me llaman», dijo Armstrong, que ofrece responder «honesta y transparentemente» a las preguntas que le haga una eventual comisión de la verdad y la reconciliación que limpie el ciclismo. A cambio, quiere una reducción de la pena, que se ajuste a la de otros ciclistas que llegaron a acuerdos por su colaboración.
«Si esto no sale a la luz, continuará pasando», alertó Armstrong, que aseguró que sigue amando el ciclismo.
El estadounidense afirmó que la llegada del británico Brian Cookson como nuevo presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) es la «oportunidad perfecta» para empezar de cero.
Armstrong dejó claro qué hará si finalmente no le llaman para contar lo que sabe: «Seguiré mejorando en mi golf».
Fuente: Sport