La polarización televisiva de los últimos años en Venezuela perdió mucho brío tras la venta y posterior giro editorial al centro del canal privado Globovisión, última pantalla abierta a la oposición, aunque el canal oficial chavista VTV siga teniendo la misma actitud de combate permanente contra la disidencia.
Un “sketch” de un conocido programa humorístico en el que un repartidor lleva a Globovision una pizza que había sido pedida por el canal oficial VTV, como si fueran la misma empresa, da una idea de la sensación que dejó el cambio de orientación editorial de ese canal privado tras su venta en mayo luego de las presidenciales celebradas por la muerte de Hugo Chávez.
El canal privado, que antes solía transmitir íntegramente en directo los actos de los líderes opositores y dedicaba parte de su programación a criticar al gobierno, cambió de rostro con los nuevos dueños, según la oposición cercanos al chavismo: varios de sus periodistas más críticos renunciaron, se suprimieron algunos programas de denuncia y se abrió un poco a la información oficial.
Dos episodios ocurridos en los platós de Globovisión, impensables hace meses, simbolizan muy bien ese cambio: la primera entrevista en once años que le hicieron a Diosdado Cabello, número dos del chavismo y exgolpista junto a Chávez en 1992, y el homenaje que le rindió al fallecido líder a seis meses de su muerte el exministro de comunicación Ernesto Villegas.
Sin embargo, en el canal público VTV no se aprecian cambios: retransmite en directo los actos del presidente Nicolás Maduro, difunde los logros de la “revolución bolivariana”, desacredita a la oposición -que no acude nunca al canal- y apoya con todo tipo de programas el relato político del gobierno y el culto a Chávez.
“En Venezuela sí existe la libertad de expresión, pero está coartado el derecho a la información. Con la apertura de Globovisión, la polarización ha bajado mucho y ha mejorado ese derecho, pero política y electoralmente podría desdibujar a (Henrique) Capriles”, el líder de la oposición, explica a la AFP Maryclen Stelling, socióloga y miembro del Observatorio Global de Medios.
“En cambio, en VTV todavía persiste el comportamiento de batalla mediática, aunque ya no tiene enfrente al contrincante de antes”, agrega Stelling, que recuerda que Capriles difunde ahora sus actos por su canal de internet Capriles.tv.
Carlos Correa, director de la ONG “Espacio público”, coincide en que el cambio de Globovisión es “plausible”, pero considera que “hay que preguntarse si es un cambio forzado por las presiones del gobierno”.
“VTV sigue siendo un canal abiertamente sesgado, no es un canal de servicio público, sino del partido de gobierno. Al reducirse la polarización, uno esperaría que los medios públicos también se abrieran”, agrega.
“El gobierno tiene la teoría de que las informaciones sobre sus logros, sus éxitos no son reseñados en los medios de oposición, que exacerban los errores que se cometen o los problemas del país”, dice Stelling.
La socióloga asegura que la polarización mediática sigue con fuerza en la prensa escrita, entre los diarios afines al gobierno como “El correo del Orinoco” o “Ciudad Caracas” y los cercanos a la oposición como “El Universal” o “El Nacional”, así como en la prensa digital y en las redes sociales.
“Golpe mediático”
La polarización televisiva se instaló en Venezuela tras la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, y tuvo su momento álgido durante el golpe de Estado que lo sacó brevemente del poder en abril de 2002, cuando varias cadenas opositoras dividieron la pantalla para transmitir una marcha antichavista vulnerando la obligación de retransmitir la alocución del presidente.
En esos días de abril, durante lo que el gobierno califica de “golpe mediático”, las televisoras opositoras ocultaron mientras pudieron la reacción de los seguidores de Chávez y de los militares que le fueron leales, que devolvió el poder al presidente.
Pero los espacios televisivos para la oposición se fueron achicando paulatinamente, primero con la no renovación en 2007 de la concesión a Radio Caracas Televisión, una de las de mayor audiencia, y con la despolitización de los contenidos de Televen y Venevisión, de lejos las dos más vistas de la parrilla actual.
Mientras tanto, el gobierno ha ido conformando un potente sistema de medios públicos con varias cadenas de televisión, entre ellas la multiestatal Telesur, al tiempo que cuenta con las cadenas de retransmisión obligatoria por todas las televisoras, con miniespacios como el “Noticiero de la Patria”.
Recientemente ha anunciado la creación de nuevos canales, como el de las fuerzas armadas y el de las comunas.
“Lo que nos preocupa es que cada vez hay menos diversidad y pluralidad” de medios televisivos, declara el director de “Espacio público”.
Fuente: Agencias