En función de la época del año o de determinados cambios hormonales, muchas veces tenemos un apetito voraz durante gran parte del día. Ninguna de las comidas nos sacia y eso puede provocar una incomodidad, tanto por el hecho de tener hambre como por sentirnos hinchados tras comer platos copiosos o por picar durante todo el día.
En estos casos, es conveniente apostar por aquellos platos y, sobre todo, por aquellos alimentos que más y mejor puedan saciarnos. Calientes para las temperaturas más bajas y frías para las más calurosas, las sopas pueden ser un gran aliado para saciarnos.
Algunos alimentos que de por sí son saciantes son:
1- Los champiñones, espárragos, huevos y cereales, debido a su alto componente en fibra.
2- El tomate, sobre todo si se consume de manera natural, es también un excelente aliado para combatir el hambre. Además, puede ingerirse cómodamente en platos muy disímiles: en ensalada, con pan, en jugo o sopa, o incluso como aperitivo con los pequeños tomates cherry.
3- Algunas frutas son también muy saciantes y no suponen un gran aumento de peso. Por ejemplo, el melón y la sandía, al tener una gran proporción de agua, nos ayudan a sentirnos llenos y además tienen numerosos beneficios debido a las vitaminas que nos aportan.
4- También algunas plantas son especialmente recomendadas para este problema. En general, actúan formando una especie de pasta cuando se mezclan con el agua que encuentran en el organismo, y el estómago las reconoce por su peso como si de un alimento se tratara. Así, la borraja, los flucos, las laminarias o las fasolinas serán excelentes para combatir la incómoda hambre que hace que comamos más de lo necesario y que, por ende, también engordemos. Estas plantas tienen el mismo efecto si las convertimos en infusión, como la de glucomanano, amaranto o bardana.
Otros trucos para combatir el hambre
Por otro lado, hay algunos trucos infalibles para combatir el hambre.
1- El más sencillo es repartirse las comidas en hasta seis veces por día, aunque deberemos vigilar las cantidades. Esto nos dará la sensación de que estamos más llenos y además es algo muy saludable, ya que evitamos comidas copiosas que el organismo no tiene tiempo, muchas veces, de metabolizar. Se recomienda, sin embargo, ser consciente de cada comida, para no acostumbrar al cuerpo a tener siempre un bocado en la boca. A esto puede ayudar separar cada comida durante al menos dos horas.
2- Otro truco es el de beber mucha agua. Aunque se haya probado que la necesidad de dos litros de agua al día es más bien un mito, hacerlo no es perjudicial para el organismo y puede ser un beneficio en caso de padecer un constante apetito.
3- Por último, a la hora de comer es fundamental masticar bien y fijarse en los asiáticos para imitar la cantidad de comida que ponen en sus bocados. Es importante no llevarse a la boca grandes cantidades, ya que ni se mastican ni se digieren tan bien como cantidades menores, además, claro está, de hacer que nuestra comida dure más tiempo en el plato. Aunque sea algo psicológico, sin duda también puede ayudarnos a controlar el hambre.
Fuente: CosasPracticas