En cualquier lugar de trabajo siempre hay personas que son indispensables, es decir la productividad se detendría si de repente ya no están ahí. No son ejecutivos de alto nivel, los que tienen está distinción, sino que podría ser un empleado cualquiera de cualquier nivel y departamento. Ser indispensable en el trabajo equivale a ser una pieza clave para la productividad. A continuación le detallamos los factores que convierten a un empleado en indispensable.
Hacer el trabajo duro, no el trabajo fácil: Siempre hay tareas para mantenerse ocupado, pasar el tiempo y volar por debajo del radar del jefe. Pero para llegar a ser indispensable, tendrá que cavar más profundo y realizar el trabajo que realmente importa y que tiene una repercusión directa en el éxito de la empresa.
Monopolizar una habilidad particular: Encontrar una única tarea que solo usted puede realizar dentro de la organización porque es la única persona que sabe cómo hacerlo. Cuando una persona con una habilidad única abandona la empresa, intervenga para sustituirlo o también puede usar esa habilidad cuando se cree una nueva iniciativa que requiere de esa habilidad suya.
Debe de estar dispuesto a hacer un esfuerzo adicional: Esto no significa que lo haga para aspirar a jefe, pero si dispone del tiempo y los medios para dar un poco más de lo que se espera, puede asegurarse un largo futuro dentro de la empresa. La mayoría de los empleados solo se limitan a hacer su trabajo, pero si usted está constantemente aportando más valor, la empresa lo apreciará.
Recuerde que su trabajo es facilitarle las cosas a su superior: Al convertirse en la mano derecha de su supervisor, estará construyendo un equipo inseparable. Si siempre tiene soluciones y le hace el trabajo más llevadero a su jefe, sin duda él contará más con usted y le considerará una pieza indispensable.
Dominar un idioma que no se requiere: Ser capaz de comunicarse en otro nivel; ya sea el mandarín o HTML puede serle muy útil en el futuro ya que nunca se sabe cuando la compañía tendrá que negociar con un cliente del otro lado del mundo o actualizar con rapidez su sitio web. Es algo muy reconfortante para la alta dirección saber que disponen de alguien con estos recursos.
Ser productivo: Hacer el mayor trabajo posible en un tiempo record no es siempre lo que se busca. Tómese su tiempo para hacer el trabajo correctamente y cuidadosamente. Al seguir una rutina y hacer el trabajo de forma elaborada puede toparse con herramientas que le pueden ayudar a hacer mejor el trabajo y rendir de una forma más eficaz.
Monopolizar una relación importante: Si usted es la única persona de confianza para el cliente más grande de la compañía, será una pieza indispensable para la empresa. Las relaciones son cruciales para la supervivencia o para escalar dentro de la empresa.
Sea su propio líder: Es difícil destacar cuando todo el mundo está de acuerdo en un tema. Ofrezca una nueva y valiosa visión e ideas que beneficien a la empresa.
Aprenda a jugar en equipo: Si se convierte en una persona clave en los proyectos a la que todo el equipo recurre para que usted les guíe, aunque no sea jefe, esto dice mucho de usted. El hecho de ayudar a un compañero de trabajo cuando tiene problemas, se convertirá en su colega y mentor; esto le beneficiará dentro de la empresa
Sea comedido: Suena obvio e incluso puede parecer fácil, pero esto es lo que realmente diferencia a los trabajadores indispensables: una ética de trabajo duro y el compromiso con la calidad. Si usted es el mejor en lo que hace, es probable que sea el último en irse.
Fuente: Forbes