El alto índice inflacionario que se registra en el país, y que ya acumula 38,7% en lo que va de 2013, no sólo se “comió” el poder adquisitivo diario de los venezolanos sino que también mermó el uso efectivo que pudiera dársele a las utilidades, o ingresos extras, que percibe la masa laboral en el último trimestre del año.
En momentos de crisis económicas como la que atraviesa Venezuela, el pago de los aguinaldos no representa un gran alivio para los ciudadanos, tanto para los que ya los tienen depositados en sus cuentas bancarias como para los que están a punto de cobrarlos.
Todo lo contrario, en algunos casos, se convierten en un dolor de cabeza al no alcanzar para cubrir las necesidades pendientes debido al alto costo de los productos.
En términos de materia económica, ahorrar es preservar el valor del dinero en el tiempo. Partiendo de esa perspectiva, el profesor de Postgrado de Ciencias Administrativas de la Universidad de Oriente (UDO) Núcleo de Anzoátegui, Héctor Reyes, le sugiere a los trabajadores “hacerse un examen de conciencia” para determinar qué necesitan en su hogar, pues es preferible destinar esos recursos para adquirir bienes de la línea blanca o marrón, antes que tenerlos en el banco.
“Las utilidades son valores monetarios que pierden poder de compra por la inflación que tenemos. En estos momentos no existe en el país la posibilidad de rendir ese dinero a plazo fijo en un banco porque la tasa anual de interés no pasa de 15% y la inflación supera el 30%, es decir, que esos fondos se devaluaron más de 15%”.
El economista dice que es factible, en algunos casos, mantener las deudas que se tengan, si los intereses son bajos, a fin de que aprovechen la bonificación para emprender un pequeño negocio o para adquirir materiales y remodelar las viviendas.
“Si su lavadora tiene fallas y puede cambiarla no lo dude porque el precio de los electrodomésticos seguirá subiendo hasta que haya estabilidad económica. Mientras las cuotas y los intereses fijos de los préstamos sean pagables, no cancele la deuda para que así pueda cubrir otras necesidades. Ahorrar es devaluar el dinero”.
Su colega y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) de Caracas, Arlán Narváez, sostiene que dependiendo de los gastos y los ingresos de las personas, es conveniente invertir o destinar las utilidades en bienes duraderos que preserven su valor.
Incluso les propone que se den “ese gusto” que han venido retrasando por cubrir otros necesidades.
“Si quiere adquirir un televisor más grande, hágalo si puede. Esta situación, generada por una inflación tan alta, es adversa para el ahorro y el pobre, ya que se pierde el poder adquisito. Además, es perversa porque obliga a transferir el dinero para que otro lo use”.
Narváez dice que antes de gastar cualquier bonificación especial hay que analizar la realidad del país, y si los ciudadanos tienen “juicio y la posibilidad de endeudarse”, que lo hagan para comprar equipos, materiales para remodelar la casa y hasta aparatos para emprender un negocio que les proporcione un ingreso extra.
“Si es para tener recursos adicionales vale la pena asumir una deuda o continuar con la que se tenga. Es muy factible matar un tigrito con un negocio propio en momentos de crisis”.
Apunta que no es conveniente ahorrar porque los bancos pagan unos intereses de 15% anual por el dinero depositado a plazo fijo. “Ese porcentaje se lo come una inflación que este año cerrará entre 48% y 50%. Es decir, que se pierden Bs 3 por cada Bs 10 que se intenten ahorrar”.
No es negocio
El presidente del Colegio de Economistas de Anzoátegui, Carlos Eduardo Rojas, coincide con Reyes y Narváez en que ahorrar dejó de ser rentable. También cree que invertir en un pequeño negocio, en activos fijos (equipos) y en bolsas de valores es lo más adecuado, aunque todo depende de la realidad económica personal.
Señaló que hay que buscar las opciones más convenientes para usar el dinero, pues en el último trimestre del año aumenta la demanda en el mercado debido a los ingresos extra que se perciben, lo cual incrementa la inflación. “Los trabajadores perciben tres o cuatro veces de lo normal por concepto de aguinaldo”.
Son pocas las posibilidades de invertir que tiene el trabajador Ricardo Díaz. “Gano Bs 3 mil 700 y mis utilidades no superarán los Bs 15 mil. Con eso no puedo hacer mucho porque en diciembre aumentan todo”.
Opinión similar tiene el vendedor informal José Ramón Gómez, quién en 2012 recibió en diciembre cerca de Bs 27 mil adicionales en aguinaldos. Ese dinero lo destiné a la comida navideña, la ropa de mis hijos y para construir otra habitación en mi casa. Este año no creo que me dé para tanto”.
Como una “vergüenza” calificó Dionisio Valdez, directivo del Sindicato de Trabajadores de la Salud de Anzoátegui, la bonificación de fin de año que recibirá la masa trabajadora del sector .
“Eso no alcanza para nada porque de qué sirven tres o cuatro meses de aguinaldos, con un inflación de casi 40%, en el bolsillo de quienes ganan sueldo mínimo (Bs 2972,79). Sólo en cubrir la canasta básica de diciembre se va la bonificación”.
Antes era posible
Expertos indicaron que debido a la crisis económica, sigue mermando el poder adquisitivo de los trabajadores. Dicen que hasta hace cinco años, los empleados podían destinar sus utilidades para cancelar gran parte de la inicial de una casa o de un carro.
5 recomendaciones
Dio el economista José Guerra al Gobierno nacional para solucionar el grave problema económico que afecta al país desde hace varios meses. El especialista dijo que entre las medidas urgentes que debe tomar el Ejecutivo está implementar una política de respeto a los derechos de propiedad para promover la inversión, bajar el alto índice inflacionario y aplicar un plan que permita unificar el tipo de cambio, porque no pueden haber tres. Además de crear un sistema de protección contra la inflación y otro para recuperar el bolívar. Indicó que para disminuir el porcentaje inflacionario es necesario detener la devaluación de la moneda, fortalecer la producción agroalimentaria para reactivar el sector y prohibirle al Banco Central de Venezuela (BCV) que siga imprimiendo dinero inorgánico para atender el déficit financiero. Estima que 2013 cerrará con una inflación de 50%. Manifestó que las acciones cambiarias que implementa el nivel central desde 2012 han fracasado y por ello debe analizar sus próximos planes.
Otra alternativa
Carlos Rojas, presidente del Colegio de Economistas de Anzoátegui, reco- mendó apelar al reciclaje y vender los electrodomésticos usados para sustituirlos por otros que se revaloricen, aunque el trabajador deba asumir una deuda, si las cuotas son pagables.
38,7% de inflación
Acumulada entre enero y septiembre de 2013 reportó el Banco Central de Venezuela (BCV). El índice nacional de precios al consumidor, el mes pasado, tuvo una variación de 4,4%, mayor a la de agosto (3,0%) y de septiembre (1,6%) de 2012.
Fuente http://eltiempo.com.ve/