Al menos 133 inmigrantes que intentaban llegar a las costas de Italia murieron hoy al naufragar la embarcación en la que se dirigían hacia la isla de Lampedusa, informaron las autoridades.
Inicialmente habían sido recuperados 93 cadáveres, pero luego, buzos de la Guardia Costera hallaron dentro y cerca del bote hundido al menos otros 40 cadáveres, indicaron los medios de prensa locales. La embarcación se encuentra a unos 40 metros de profundidad, frente a la isla de Isola, cerca de Conigli, en el mar Mediterráneo.
La alcaldesa Giusi Nicolini se mostró conmocionada: «Es un horror, no dejan de sacar cadáveres», dijo.
Por la tragedia, en memoria de las víctimas mañana será declarado día de luto, informó el primer ministro Enrico Letta.
El bote, que llevaba a unas 500 personas a bordo, se incendió y se hundió. La guardia costera ha conseguido hasta ahora rescatar a unas 155 personas pero aún hay cientos de desaparecidos, por lo que se presume que la cifra de fallecidos podría aumentar.
Entre las víctimas hay al menos tres niños y dos mujeres embarazadas, informó el ministro del Interior de Italia, Angelino Alfano.
Según han declarado los supervivientes, proceden en su gran mayoría de Eritrea y Somalia y habían salido hace dos días de la ciudad libia de Misurata.
Nicolini indicó que fue una «tragedia inmensa» y que el bote se incendió después de que los inmigrantes quemaran una manta para atraer la atención de un barco de pesca que pasaba cerca.
Dramáticas imágenes de la televisión mostraban a los equipos de rescate alineando bolsas con cadáveres en el muelle del pequeño puerto de la isla.
«Lamentablemente, no necesitamos ambulancias, sino ataúdes», dijo el médico Pietro Bartolo.
La fiscalía abrió una investigación y, según medios de prensa, ya fue detenido uno de los presuntos traficantes de personas. «Es una tragedia enorme, para la cual no hay palabras», dijo por su parte el viceministro del Interior, Filippo Bubbico.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo que la muerte de gran cantidad de migrantes africanos frente a la costa de Italia debería obligar a los gobiernos a tomar acciones sobre el tema migratorio.
En la Asamblea General de la ONU, los delegados están debatiendo los problemas internacionales de la migración, con el objetivo de formular nuevas políticas.
«Se informa que decenas de migrantes africanos perecieron», indicó Ban al abrir el debate. «Ofrezco mis profundas condolencias y espero que todos nosotros tomemos esto como otro incentivo para la acción».
En tanto, el papa Franciso escribió en Twitter: «Oramos a Dios por las víctimas del trágico naufragio frente a Lampedusa».
«Viene a mi mente la palabra vergüenza. Es vergonzoso», añadió en una audiencia en la que hizo un llamado a unir esfuerzos para evitar la repetición de este tipo de tragedias.
El sumo pontífice visitó la isla en julio, en su primer viaje después de su elección como papa en marzo, donde se pronunció en contra de lo que calificó como «globalización de la indiferencia» frente a las penurias de los migrantes.
El ministro Alfano, quien viajó a Lampedusa tras una reunión con Letta, dijo al canal de noticias SkyTG24 que «desafortunadamente nadie a bordo poseía un teléfono móvil. Si hubiesen tenido la oportunidad de hacer un llamado, se hubiesen salvado».
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, destacó la rápida respuesta de la Guardia Costera, pero indicó: «Al mismo tiempo, estoy conmocionado por el creciente fenómeno global de migrantes y personas que huyen de los conflictos o persecuciones y mueren en el mar».
Horas antes del accidente, otro barco con 463 inmigrantes había llegado a Lampedusa, indicaron funcionarios.
El lunes ya habían muerto 13 personas también frente a las costas italianas cuando su barco encalló frente a Sicilia. Los aproximadamente 200 refugiados se lanzaron entonces al Mediterráneo para nadar hasta la costa. La mayoría pudo llegar, pero 13 se ahogaron.
En Roma, el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, pidió hoy el patrullaje de las costas del norte de África para impedir que intenten llegar a Europa emigrantes ilegales.
«Es indispensable poner fin al tráfico criminal de seres humanos en cooperación con los países de procedencia de los migrantes y de los solicitantes de asilo», afirmó Napolitano.
Para ello, agregó, «es imprescindible que haya controles adecuados a lo largo de las costas desde las que salen estos viajes desesperados y mortales», señaló el jefe de Estado italiano.
Napolitano llamó a la comunidad internacional y a la Unión Europea a abordar esta cuestión y subrayó que es «inaceptable» que a Frontex, la agencia europea de protección de las fronteras, «no le den las herramientas adecuadas para intervenir sin demora».
Cuando hace buen tiempo, miles de inmigrantes intentan llegar en botes a las costas de los países del sur de Europa como Italia y España. Sin embargo, en muchas ocasiones el viaje termina con la muerte debido a que se trata de embarcaciones viejas e inestables y porque los pasajeros no saben nadar.
Fuente: Agencias