Cerca de un año antes de que se llevara a cabo el ataque del 11 de septiembre de 2001, contra las torres gemelas y el Pentágono, en uno de los episodios más oscuros de la historia de los Estados Unidos Reinaldo dos Santos, el profeta de América, concedió una entrevista y vaticinó el atentado. Hoy, 12 años después del ataque, lo invitamos a revivir esa visión.
«Lo que más va a llamar la atención de todo el mundo es una cosa muy grande que va a pasar en Estados Unidos, y tiene que ver con la sextilla número 50 de Nostradamus (…) Lo que yo pude ver son tres edificios muy grandes cayendo. Dos edificios son parecidos, que son iguales. Esos edificios van a sufrir un atentado y después otro va a sufrir otro atentado», dijo dos Santos, en la entrevista del 2000.
Dos Santos leyó en cámara la sextilla (Pronto el elefante de todas partes vendrá / Cuando el proveedor al grifo se unirá / Su ruina próxima y Marte sigue gruñendo / Hará grandes hechos cerca de Tierra Santa / Grandes estandartes sobre la tierra y las olas / Si la nave ha sido preñada de dos hermanos) y la explicó, relacionándola con los hechos que se presentarían once meses después, en Nueva York y Washington.
En la víspera de la 12ª conmemoración de las víctimas que murieron en el ataque, MiamiDiario.com habló en exclusiva con Reinaldo dos Santos, sobre esa profecía y lo que significó para él y para el mundo.
«Fue una visión que tuve una noche que me quedé rezando en la capilla de Isnotú. Ahí tuve la visión. Estaba viendo imágenes, pero no entendía su sentido o su significado, hasta que tres semanas después, aproximadamente, llegó a mis manos un librito pequeño, con las profecías de Nostradamus, y allí estaba la sextilla», dijo dos Santos a MiamiDiario.com.
Recuerda que la relación fue inmediata, y que asoció automáticamente el texto con sus visiones. Además, esa profecía en particular lo posicionó en el mundo, dándole reconocimiento, fama internacional e incluso le acarreó problemas en un principio, pues el vaticinio resultó sospechoso.
«En mi vida hubo un cambio total, de 180 grados. Estuve detenido en Ecuador, me investigaron y se determinó que no tuve nada que ver con el ataque. Se abrió todo un panorama, un camino muy grande y una gran responsabilidad con lo que digo, porque a partir de ese momento las personas comenzaron a prestarle atención al profeta de América», agrega.
Los ataques del 11 de septiembre evidenciaron la vulnerabilidad de las instituciones más sólidas y le dio una nueva cara al mundo. Y aunque en principio la guerra contra el terror abogó por un mundo más seguro, Reinaldo dos Santos tiene otra imagen del panorama mundial, a raíz de los ataques del 2001.
«El mundo no ha cambiado. Ni siquiera se volvió más seguro, sino más inseguro. Uno se da cuenta de que ese tipo de cosas (los ataques) son usadas por algunos para su beneficio, como los políticos, que las usan para implementar cierto orden, ciertas leyes y hacer lo que se les da la gana, espiar a las personas, etc. No veo esto con buenos ojos», explica.
Reconoce también que las difíciles pruebas que se derivan de experiencias colectivas como la del once de septiembre deben redundar en una profunda reflexión: «Detrás de esto hay un plan más grande, un plan del universo. Por eso se cumplen las profecías. Todo hace parte de la evolución espiritual que nosotros tenemos. No estamos en un plano celestial, o en un plano de evolución superior, sino en un plano de evolución intermedio. Si tomas un trozo de metal y quieres forjar un bonito arreglo, tienes que pasarlo antes por el fuego, para que tome una nueva forma. Esta nueva forma es la que nosotros estamos llamados a construir todos los días, con fe, con esperanza, con amor por el prójimo. Ese es el llamado que nosotros tenemos que aceptar», concluyó.
Fuente http://www.miamidiario.com/