Las varices constituyen un problema de salud y estético que afecta a miles de personas. A partir de los 40 años las padecen aproximadamente un 60% de las mujeres, pero también un hombre por cada cinco mujeres sufre este trastorno.
En ACtitud50 creemos que la aparición de venas varicosas se puede prevenir, retardar o disminuir llevando una vida saludable y aplicando una serie de consejos. Las varices son dilataciones anormales de las venas superficiales, que pierden la capacidad de transportar la sangre adecuadamente..
Existen diversos tipos de varices. Por regla general se producen en los miembros inferiores, pero también se pueden dar en otros sitios como el esófago, la región anal (hemorroides o almorranas) o los testículos (varicocele). Angiólogos y especialistas en medicina vascular opinan que las varices constituyen un problema de salud más serio de lo que mucha gente piensa. Además, se agrava con la edad y puede terminar generando una trombosis en las venas profundas.
Pautas antiedad para tus piernas
-Recomendamos las siguientes pautas para prevenir las varices:
-Llevar medias especiales de compresión todo el día: su ulilización facilita el retorno venoso y ayuda a evitar que la sangre se vaya hacia las venas más pequeñas y cercanas a la piel, lo que proporciona a las piernas un alivio considerable. Se pueden conseguir en farmacias.
-No permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo: se trata de facilitar el riego en las extremidades. Es aconsejable mover los dedos de los pies, extender las piernas cada media hora o caminar un poco cada hora. Las personas obligadas a permanecer mucho tiempo de pie deben tomar la precaución de cargar cargar alternativamente el peso en ambas piernas.
-Evitar el empleo de ropa ajustada que dificulte el retorno venoso. Las prendas ajustadas en la zona de las piernas o las ingles dificultan la circulación sanguínea normal.
-Evitar fuentes de calor muy fuerte, especialmente la exposición al sol en horas punta, debido a que el calor actúa como un vasodilatador y las venas se expanden.
-Emplear calzado cómodo, con un tacón máximo de 3 a 4 cm. Los zapatos amplios y de suela fina que no dificulte la circulación son la mejor opción para los pies de los mayores de 50 años. Para ayudar al funcionamiento de la bomba muscular de la pantorrilla y evitar el aplastamiento del tejido esponjoso de la planta del pie se debe llevar clazado con un tacón cuya altura no supere los cuatro centímetros.
-Poner los pies en alto, situándolos por encima de la cadera: así conseguimos que la sangre retroceda por las piernas, descongestionando las venas.
-Levantar los pies en la cama mediante calzas de 5 a 10 cm, con el fin de mantener las piernas por encima del nivel del corazón. Se trata de facilitar el retorno de la sangre, aunque debe tomarse la precaución de consultar primero con el médico, por si existe algún problema cardíaco o respiratorio.
En la ducha
Debemos alternar el agua fría con la caliente, práctica que ayuda a tonificar las piernas, reactivar la circulación y detener el crecimiento de las varices. También podemos aprovechar el momento de la ducha para darnos un masaje con un guante de crin una vez a la semana, siempre de forma ascendente, ya que ayuda a drenar y a reactivar la circulación.
Incluso se pueden usar jabones artesanales como el de ortiga, que mejora la circulación sanguínea y aumenta la irrigación en la zona donde se aplica. El citado jabón se puede encontrar en mercados medievales y en tiendas especializadas. Cuando lo usemos, es importante dejar actuar a la espuma durante varios minutos. Si se llevan a la práctica los consejos mencionados durante la ducha, se debe aplicar después una crema hidratante por todo el cuerpo.
Masajear las zonas afectadas por varices con algún tipo de crema hidratante o refrescante, desde el tobillo al muslo. Debes tomar la precaución de hacerlo con suavidad, para que ayude a activar la circulaciòn y no dañe las piernas aún más. Para que el masaje sea más eficaz, aconsejamos meter la crema en el frigorífico unas horas antes.
Realizar ejercicios que estimulen la circulación en las piernas, como caminar, montar en bicicleta y, sobre todo, nadar. Las varices surgen como consecuencia de la vida sedentaria. El ejercicio provoca que las piernas se muevan y mejora el tono muscular, lo cual facilita la circulación de la sangre. La natación es el deporte más beneficioso para tratar las varices, porque el agua reactiva la circulación.
Caminar descalzos por la hierba o la playa
Andar sin zapatos estimula la circulación sanguínea y mejora el retorno de la sangre por las venas.
Practicar yoga
Algunos ejercicios de yoga, como los que consisten en elevar las piernas, favorecen que la fuerza de la gravedad extraiga la sangre acumulada en las piernas y la reconduzca.
Mantenerse dentro del peso normal y llevar una dieta rica en grasas poliinsaturadas, minerales y fibra, reduciendo la ingesta de alcohol, café y tabaco. Estas últimas sustancias, por su contenido en toxinas, están contraindicadas para las personas que sufren preoblemas circulatorios.
Además, el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas favorece la obesidad, tiende a aumentar los niveles de triglicéridos y de colesterol plasmático y aumenta la viscosidad de la sangre, lo que dificulta su circulación. Por el contrario, una dieta abundante en aceites de semillas (girasol, maíz o soja), frutos secos, pescado azul, frutas frescas, hortalizas, legumbres, verduras y líquidos favorece la corriente sanguínea y evita el colesterol malo.
La actitud ante la vida es lo que nos hace avanzar en el día a día o retroceder con el paso de los años.
Fuente: Actitud50