Llega el episodio definitivo de la primera final de la temporada y mientras el Barcelona se afina para disponer de una vez por todas sobre el tapete su mejor once posible, lo que incluye la ansiada entrada de Neymar como titular, el Atlético de Madrid aguarda su oportunidad. El equipo de Simeone hace tiempo que le ha perdido el miedo a todo y que compite como el mejor en los peores escenarios posibles. No hay que olvidar que si hoy estará en el cuidadísimo césped del Camp Nou será porque le ganó al Real Madrid la Copa del Rey en el Bernabéu. Son especialistas en finales. Y si se presentan cuesta arriba, mejor.
Ante esta situación y enemigo tan peliagudo, el Tata Martino, que ayer en un enorme gesto de respeto hacia sus predecesores se definió como «un paracaidista que ha llegado aquí para jugar la final que se ganaron Tito y Jordi» no especulará. La gestión de la plantilla tiene unos límites, pero cuando te juegas un título en casa, hay que poner a los mejores y en defensa y en ataque, pocas dudas se le presentan a Martino, aunque sea por motivos muy diferentes.
Lo que hay. En defensa no hay mucho donde elegir y Martino tirará de lo que hay. Valdés en portería, Alves de lateral derecho, Alba de izquierdo al no recuperarse Adriano de su sobrecarga en Málaga y los centrales de siempre. Mascherano y Piqué. En ataque, todo apunta a que junto al recuperado Messi, que descansó por precaución la última jornada de Liga se alinearán Alexis para cavar zanjas y Neymar para sortearlas. El problema estará en el centro del campo.
La gran primera parte del Atlético de Madrid en la ida se fundamentó en la gran presión que la media de Simeone ejerció sobre el centro del campo del Barça. Quedó claro que a igualdad de condiciones físicas, la batalla la ganaron los colchoneros porque Koke, Mario, Arda, Gabi y Diego Costa fueron una pesadilla para la salida de balón del Barça. Otra cosa fue cuando se desfondaron y el Barça manejó, pero los primeros 45 minutos del Manzanares quedaron grabados en la retina de Martino que tratará de conjurar esa superioridad de alguna forma.
Y ahí es donde está el gran interrogante de la alienación del Barcelona. Martino tiene cuatro jugadores (Cesc, Xavi, Iniesta y Busquets, prescindiremos de Song por decoro) para tres plazas. Busquets es la piedra angular del sistema y descansó el pasado fin de semana. Fàbregas es el jugador en mejor forma del equipo y quedan dos que viven en pretemporada: Xavi e Iniesta. Hace cinco meses la decisión estaba cantada y Fàbregas ya podía ir cogiendo un sitio cómodo en el banquillo. A ver cómo lo soluciona hoy Martino.
En el Atlético el plan es repetir lo que hicieron en la ida, pero más rato. Incluso les sirve la misma versión. Nunca les ha dado miedo una prórroga y las experiencias en este sentido son absolutamente favorables a su casillero. vamos, que si el partido acaba 1-1, no se sentirán incómodos.
No obstante, los de Simeone han demostrado sobradamente que saben de que va esto de jugar finales. Son especialistas y por eso, Martino apelará de salida a Neymar y Messi. No se lo pierdan.
Fuente: As
