Hemos hablado de lo bueno que es el sexo para tu salud, las calorías que quemas en una sesión de placer, las posiciones que funcionan para ejercitar tu cuerpo, entre muchas otras cosas que recalcan que, efectivamente, el sexo es la actividad favorita de muchos -sino todos- los hombres y nos brinda una serie de beneficios increíbles para seguir practicándolo. ¡Pero hay más! De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Queens en Irlanda del Norte, los hombres que tienen sexo 3 o más veces a la semana prolongan sus años de vida. ¿Necesitabas otro motivo para tener sexo frecuentemente? Ahí lo tienes.

El hombre promedio tiene alrededor de 90 orgasmos al año, y tiene sexo 81 veces en ese mismo período de tiempo. De acuerdo con el Dr.Michael Roizen, director de The Wellness Institute en Cleveland Clinic, el hombre que consigue un número de 350 orgasmos al año -4 veces el promedio- vive cerca de 4 años más y se siente 8 años más joven que sus contemporáneos. (Es importante resaltar que los expertos recomiendan incrementar la frecuencia con la que se tiene sexo, no el número de parejas sexuales. El hombre que mantiene varias parejas sexuales a la vez, incrementa fuertemente el riesgo a contraer infecciones y enfermedades).

Además de extender la vida, otros beneficios de las relaciones sexuales son:

– Mejora el olfato. Después del sexo, aumenta la producción de prolactina y de nuevas hormonas en el centro de olfato del cerebro.

– Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca. En un seguimiento del estudio de Queens, los investigadores se enfocaron en la salud cardiovascular. Encontraron que teniendo sexo 3 o más veces a la semana, los hombres redujeron a la mitad el riesgo de ataque cardíaco o derrame cerebral.

– Pérdida de peso y buena condición física. El sexo es ejercicio. Una relación sexual vigorosa quema algunas 200 calorías. El pulso de una persona excitada sube alrededor de 70 a 150 latidos por minuto. Las contracciones musculares durante las relaciones sexuales ejercitan la pelvis, muslos, nalgas, brazos, caderas, cuello y brazos. Durante el acto, aumenta la producción de testosterona, que fortalece huesos y músculos.

– Alivia los dolores. Inmediatamente antes del orgasmo, los niveles de oxitocina suben a 5 veces su nivel normal. Esto libera endorfinas que alivian todos los dolores, desde dolor de cabeza, artritis, hasta la migraña.

– Reduce la frecuencia de catarros. Los individuos que tienen sexo una o 2 veces en semana muestran niveles 30% más altos de inmunoglobulina A, que estimula el sistema inmunológico.

– Una próstata más feliz. Algunos urólogos relacionan la eyaculación poco frecuente con el cáncer de próstata. Para producir semen, la próstata y las vesículas seminales toman de la sangre sustancias como zinc, ácido cítrico y potasio y aumentan su concentración 600 veces. Cualquier cancerígeno que esté en la sangre aumenta en la misma proporción. Lo mejor es desecharlos del cuerpo teniendo relaciones sexuales con regularidad.

Fuente: SexoPleno

La ninfomanía ha pasado a ser un término casi peyorativo o desvirtuado para referirse a un problema clínico y psiquiátrico cuyo término correcto es la Hipersexualidad (en el caso de los hombres se le denominaba satiriasis). ¿En qué consiste? Se trata del aumento repentino o la frecuencia extrema e incontrolable en la libido o en la actividad sexual.

Aunque puede presentarse debido a algunos problemas médicos o al consumo de algunos medicamentos, en la mayoría de los casos la causa es desconocida. El trastorno bipolar, el alcoholismo y la adicción en general a alguna sustancia, puede llevar a desarrollar ese desenfreno incontrolable del deseo sexual de una persona, pero todavía ni hay un consenso en la comunidad de los sexólogos para referirse a este problema como una adicción.

Pero la hipersexualidad también se manifiesta en individuos sanos, y se presenta por cortos periodos en que la testosterona o estradiol presentan máximos niveles.

Por lo tanto, la primera conclusión es que se trata de un cuadro clínico delicado que poco tiene qué ver con una fantasía sexual ideal.

Las personas hipersexuales se plantean una eterna búsqueda de afecto a través del sexo. Al no encontrarlo, el vacío de insatisfacción de vuelve mayor y el deseo de continuar con la actividad sexual imparable.

Algunas causas estimadas (aunque no hay consenso médico) son:

-Sometimiento a regímenes familiares muy estrictos o a severas represiones.

-Trauma tras una violación.

-Desórdenes bipolares y trastornos de personalidad que originan oscilaciones en la libido, dependiendo de su estado de ánimo.

-Padecimientos orgánicos y hormonales (fuera de lo psicológico).

-Consumo de drogas como las anfetaminas, opiáceos y andrógenos.

Algunos síntomas observados en mujeres y hombres hipersexuales:

-Necesidad incontrolable por sexo de todo tipo, desde relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o consumo de pornografía.

-Excesiva estimulación genital acompañada de sentimientos de malestar y culpa.

-Deseo frecuente de mantener relaciones sexuales con desconocidos.

-Durante el acto sexual pueden estar presentes síntomas neuróticos como inconformidad general con la vida, inquietud y concentración alterada.

Por último, vale destacar de nuevo que la hipersexualidad es un fenómeno médico poco conocido y estudiado, puesto que las personas que la padecen suelen mantenerla oculta y disimularla. Se estima que hasta el 6 por ciento de la población lo padece, y que sólo el 2 por ciento de las personas afectadas son mujeres.

Fuente: MujeresActivas

Estás en forma y eres fuerte, y a la hora de acostarte con tu chica crees que debes demostrar esa rudeza de la forma más rápida y eficaz, “justo como a ella le gusta”. La cuestión es que esa no es para nada la manera en que ella disfruta de verdad el sexo.

Así que, sé paciente y comienza a entender algo que las mujeres han entendido desde el comienzo de los tiempos: el sexo lento es el mejor.

Factores sobre ellas que debes tomar en cuenta

1. Solo porque una mujer esté lubricando no quiere decir que está muy cerca del orgasmo. Una buena manera de calcular sus tiempos de placer es: piensa en los minutos que crees que necesita y duplícalos. Si ella está “lista” antes, tú lo sabrás.

2. La sincronización está sobrevalorada. Para ellas, el problema no es exactamente cuándo llegarán al orgasmo, mientras lleguen en algún momento. Mientras más la estimules y te tomes el tiempo para hacerlo lenta, pero intensamente, más será el goce que ella sentirá.

3. El sexo debe ser relajante… y divertido. Ella necesita tener esa ‘pausa’ de placer tanto como la necesitas tú. Después de un día de trabajo, de resolver problemas y enfrentar las responsabilidades cotidianas, ¿realmente quieres pasar ese momento tan rápido? En este tipo de juegos, acelerarse elimina toda la diversión.

Factores sobre ti mismo que debes tomar en cuenta

1. Los hombres necesitamos más tiempo para recuperarnos después del sexo (y para enfrentar el ‘segundo round’). Esa fase de recuperación se denomina el período refractario y no hay mucho que puedas hacer para acelerarlo o pasarlo por alto. Por lo tanto, si no te lo tomas con calma y acabas todo muy rápido, ese será el final del capítulo.

2. El sexo es un analgésico natural. Según la doctora Annie Sprinkle, (exestrella porno y prostituta ahora dedicada a la educación sexual), el sexo promueve la producción de pequeñas moléculas llamadas neuropéptidos, cuyos efectos sobre el organismo incluye la disminución de malestares y dolores. Dedicarle tiempo al sexo es, por consiguiente, asegurar una vida con menos dolores físicos.

3. Dos palabras: orgasmos intensos. Mientras más lento te tomes las cosas (siempre con intensidad), y sean más las veces en que te acerques al límite sin llegar a cruzarlo, más poderosa será la sensación de clímax para ambos cuando finalicen.

Fuente: UnTipoSerio

Ellas nos juzgan, inconsciente y constantemente, para determinar si somos un buen candidato apto para ser su pareja, o no. ¿Qué podemos hacer para mejorar la impresión que causamos en ella y lograr salir del lugar acompañado? Tenemos una serie de aspectos que podrán ayudarte a quedar como el hombre que ella desea, conseguir su número y otra salida (o muchas) más.

1. Color

Escoge la combinación correcta de colores puede ayudarte a resaltar entre la multitud y hacer que te veas como debes pero, ¿sabes qué color es el que llama más la atención de las mujeres? El rojo.

Un estudio dedicado a encontrar las cosas que ellas conseguían más deseables (sexualmente), arrojó un resultado que indicaba que, el rostro de un hombre alrededor o cerca de algo de color rojo, lo hacía ver más atractivo (esto no significa que te veas mejor rodeado o cubierto de rojo, simplemente -para su cerebro- resultas más “deseable” cuando esto ocurre).

¿Por qué? Las mujeres tienden a asociar el color rojo con el poder y un estatus alto.

2. Sonríe

Si estás buscando una relación larga y duradera, quizás quieras mostrarte más sonriente y amigable, de lo contrario, tu mejor cara de serio funcionará mejor. Un hombre simpático, para el cerebro de una mujer, expresa interés de mantener una relación por un tiempo considerable, mientras que uno con carácter fuerte u orgulloso, puede verse interpretado como falto de interés por durar mucho con una pareja estable (esto no significa que sea menos atractivo. Puedes llamar la atención de mujeres que no quieren un compromiso duradero si eres así). Indiferentemente de cómo sea tu forma de ser, o tus intenciones, la buena higiene bucal es siempre imprescindible.

3. ¿Directo o indirecto?

Tu aspecto físico podrá determinar la manera en que ellas interactúan contigo. Si ella te considera un tipo atractivo, estará más abierto a que uses técnicas directas -como el flirteo obvio, o hacer alarde de ciertos aspectos de ti- para llamar su atención. De la misma manera el rechazo puede ser inminente si eres muy directo y ella no te considera tan apuesto, sin embargo ella podría querer un tipo menos fanfarrón cuando busca una relación a largo plazo, poniendo por encima aspectos que le hagan entender que eres un buen partido para dicho compromiso (modales, educación, detalles y actitud de buena persona).

4. La línea de la mandíbula

Durante la fase de ovulación, una mujer estará más dispuesta a una aventura carnal con un tipo, y las facciones fuertes alrededor de la mandíbula tienden a ser de su preferencia. ¿Por qué? Una mandíbula fuerte refleja altos niveles de testosterona, lo que traduce en “un hombre más masculino” y atractivo genéticamente. En las fases menos fértiles, las mujeres no reaccionan igual ante estos individuos. ¿Qué puedes hacer? Hay ciertos accesorios que pueden ayudarte a resaltar esos atributos faciales y ayudarte a lograr una conquista. Intenta con una franela de cuello en v, un corte de cabello cuadrado, o lentes grandes y angulados.

5. Humor

Muchos hombres no le dan gran importancia a este aspecto cuando se trata de una chica, sin embargo a un hombre sí le importa si una mujer se ríe o no de sus chistes. Cuando una mujer considera gracioso a un hombre, este la conseguirá más atractiva y mejor partido para ser una pareja. Cuando una mujer considera gracioso a un hombre, lo tomará por una persona inteligente y confiada de sí mismo (ambos puntos positivos para ella). No subestimes el poder de hacerla reír.

6. Bíceps

Cuando le preguntas a una mujer qué busca en un hombre, al entrar en el aspecto físico, el interés de ella se centra mucho en la apariencia de la parte superior del cuerpo, prefiriendo siempre brazos y hombros anchos. No hay mucho que decir al respecto, ve al gimnasio y empieza a hacer lagartijas y pesas.

7. La postura del cuerpo

Un hombre que tiende a exhibir “posturas abiertas” puede resultar más atractivo ante ellas, versus uno que es más cerrado con sus gestos corporales. Aquí entra en juego el “ser dominante” y cómo ellas asocian estas posturas (como estirar las piernas, y ocupar más espacios con los gestos) con un hombre fuerte, o “macho alpha”.

Aquellos hombres que son más tímidos con sus gestos, o son menos “agresivos” a la hora de iniciar contacto físico (como dar un apretón de manos) son vistos como hombres con menos confianza personal, lo que se traduce a un tipo menos atractivo para ella.

8. Proporciones

Cuando hablamos de medidas, la primera que nos viene a la mente es el legendario 90-60-90. Resulta que ellas también tienen una medida “predilecta” cuando se trata de nosotros, y se refiere a la relación que hay entre tu cintura y tus hombros. No entraremos en detalles, pero sí es una verdad universal que ellas nos prefieren “anchos” en los hombros y no tanto en la cintura.

¿Qué puedes hacer? De nuevo, ve al gimnasio, o busca vestirte con ropa que acentúe estas medidas y te haga más atractivo ante ella (Un blazer podría convertirse en tu mejor amigo en estas situaciones).

9. Estatura

Es una realidad, ellas buscan a un hombre más alto. ¿Qué tan alto? Alrededor de 10 centímetros más que ella (específicamente, uno que les quede al mismo nivel cuando usan tacones y que sea ligeramente más alto cuando no los tienen). ¿Qué puedes hacer al respecto? No puedes crecer de repente, pero puedes mejorar tu postura. ¡Párate derecho!

10. Fragancia

Una de las verdades más antiguas y conocidas es que ellas prefieren -siempre- a un hombre que huela bien. Una dieta sana podrá ayudar con tu olor natural, pero lo que mejor funciona es una colonia que reaccione bien con la química de tu cuerpo. Ella nunca, nunca, dará por sentado este aspecto.

Fuente: UnTipoSerio

La inapetencia sexual es un problema que puede afectar a cualquier pareja, sin relación evidente con inconvenientes físicos ni amorosos. Desde ya que tiene solución, para ello deberás prestarle la suficiente atención a tu intimidad. Aquí te presentamos algunos consejos para superarlo.

Pasos

1

Date un tiempo para compartir en pareja. La cotidianeidad, la acumulación de obligaciones y el “correr continuo” terminan interfiriendo la intimidad. No permitas que nada se interponga en tu privacidad. Procura crear un tiempo de encuentro en el día, prueba con un baño compartido, un desayuno, un encuentro en la hora de almuerzo del trabajo, o cualquier actividad que puedas desarrollar con tu pareja.

2

Elimina la rutina del contacto sexual. La monotonía del acto sexual, genera desmotivación y disminución del deseo. La clave está en incorporar todos los sentidos y no privilegiar sólo la penetración. Transforma tu repertorio en un surtido de formas de dar y recibir placer, puedes probar alternando masajes, juegos, afrodisíacos, disfraces, diferentes posiciones y lugares para practicarlas.

3

No pierdas tu atractivo. Suele ocurrir en parejas consolidadas que la confianza y la seguridad que construyen opaquen la elegancia al vestir, al caminar, al ocuparse de su físico, al seducir. No dejes que ello ocurra. Practica deportes, cuida tu piel, arréglate, ponte tu mejor traje o vestido y, sobre todo, siéntete sexy.

4

Descarta la presencia de otro problema sexual. Con frecuencia, la disminución del deseo sexual ocurre en simultáneo con problemas de excitación. Las mujeres pueden tener una inhabilidad para excitarse en las relaciones sexuales y los hombres pueden sufrir de impotencia antes o después del problema de inapetencia sexual. Por eso, si algo de ello te ocurriera, consulta a un especialista.

5

Reconquista a tu pareja. Despertar el amor puede ser la clave para librarte del fantasma de la inapetencia sexual. Prueba con revivir viejas costumbres e inventar nuevas formas de seducción; camina de la mano, toma un helado, ve al cine, juega y bromea con tu pareja. Vuelve a hacer aquello que los constituyó.

6

Muéstrate activo ante el deseo. Esperar que la pasión venga algún día como por “arte de magia” puede llegar a ser muy frustrante. No esperes que siempre sea el otro quien dé el primer paso. Toma la iniciativa y mantiene una actitud proactiva. Recuerda que el apetito sexual se construye y es tu responsabilidad ser el protagonista en esa construcción.

Importante

• No tienes por qué aprender a convivir con la inapetencia sexual. Aprende a combatirla.

• Si la inapetencia sexual se prolonga o aparece con frecuencia, no dudes en consultar con un especialista.

Fuente: SexoyPasion

¿Quieres hacerle un regalo sensual a tu pareja? Las técnicas de masaje que te sugerimos a continuación te ayudarán a incrementar la sensibilidad y el deseo. Anímate a probar y disfruta nuevos placeres.

Necesitas

Música agradable

Fuente de calor (almohadilla térmica, bolsa de agua caliente, etc.)

Esencia de sándalo o rosa (para la mujer) o pachulí (para el hombre)

Aceite vegetal tibio

Pasos

1

Antes de comenzar el masaje, coloca una gota de la esencia que elegiste en la palma de tu mano.

2

Calienta bien ambas manos en alguna fuente de calor.

3
Para iniciar el contacto, apoya sutilmente (con un roce mínimo) tus manos calientes sobre las orejas de tu pareja por unos instantes.

4

Calienta alternadamente tus manos (que una se caliente mientras la otra se apoya) y recorre el tronco suavemente de la garganta a la pelvis: termina con un contacto simultáneo en la cara interna de los muslos.

5

Cuando trabajes sobre la espalda, detente con tus manos calientes sobre el sacro y la cintura.

6

Vierte un hilo muy fino de aceite aromatizado tibio (caliéntalo a baño maría) recorriendo libremente el cuerpo y procede al masaje corporal, lento y profundo.

Fuente: ComunidadVidaSimple