¿Una mujer diabética no puede ser mamá? En realidad, si se cuida, tendría hijos sin problemas. Conoce la verdad detrás de 10 mitos comunes que se tejen en torno a la diabetes.
1. No deberías embarazarte
Un estudio de la Universidad Newcastle halló que una mujer diabética tendría 400% más riesgo de tener un bebé con defectos como espina bífida. “Pero esta enfermedad no es un impedimento para ser madre: una buena atención antes y durante el embarazo reduciría el riesgo al mínimo”, asegura la Dr. Ruth Bell, directora del estudio.
El azúcar puede dañar al feto
Según la Dra. Bell, “El riesgo estaría sobre todo en los primeros meses del embarazo: si la madre tiene altos niveles de azúcar en este período, el feto podría sufrir daños en el cerebro o el corazón; además, se elevaría el riesgo de aborto involuntario o muerte fetal, que pondrían en peligro la salud de la embarazada también”.
2. La diabetes no es grave
Según una encuesta realizada por la ADA, cerca del 60% de los adultos considera que la diabetes no es una enfermedad grave. Sin embargo, la asociación informa que cada año esta enfermedad mataría a cerca de 230,000 personas, mucho más que el sida (18,000) y el cáncer de mama (39,000) juntos.
3. Dulce al paladar, letal en las venas
El riesgo principal de la diabetes radica en los altos niveles de glucosa: “Mucha azúcar en la sangre provocaría daños en diversos órganos del cuerpo, además, afectaría el sistema circulatorio elevando el riesgo de hipertensión y cardiopatías”, explica el Dr. Steven Edelman, de la Universidad de California en San Diego.
4. Si en tu familia tienen diabetes, tú la tendrás
Sí, el riesgo de que la desarrolles es mayor. No obstante, “El estilo de vida tiene tanta (o más) influencia que los genes”, asegura Riva Greenberg, de la organización Diabetes Advocates. “Aun con antecedentes de diabetes, tener un peso adecuado, hacer ejercicio y llevar una buena dieta te ayudarán a reducir tu riesgo o incluso prevenirla”.
5. Los carbohidratos son malos
Según la ADA, los carbohidratos son parte fundamental de una dieta saludable: aportan fibra, vitaminas y minerales; al comerlos adecuadamente puedes balancear tus niveles de azúcar de tal modo que nunca sean ni muy altos ni muy bajos.
Come sólo lo adecuado
“Lo ideal para una mujer diabética sería comer entre 45 y 60 gramos de carbohidratos en cada comida; en el caso de un hombre, serían de 60 a 75 gramos; esto puede variar dependiendo del peso, la altura y el nivel de actividad física de cada paciente”, informa la Dra. Jeannette Jordan, de la Asociación Americana de Dietética.
6. Debes llevar una dieta muy estricta
De acuerdo con la ADA, el plan alimenticio de un paciente diabético debería ser semejante al de cualquier persona sana: poca grasa, sal y azúcar con moderación, y mucha fibra, vegetales y frutas. Y no, ningún alimento estaría prohibido si lo comes adecuadamente.
El eterno problema del azúcar
“Tiene lógica pensar que comer azúcar es malo cuando tienes diabetes, pero eso también es un mito”, puntualiza el Dr. John Bantle, de la Universidad de Mennesota. “Si bien un diabético debe tener un mayor control sobre su dieta, también puede comer dulces o postres siempre y cuando no se exceda; el límite es el mismo que para un persona sana”.
7. La fruta es sana y no eleva la glucosa
Las frutas son muy saludables: tienen vitaminas, fibra y antioxidantes, sin embargo, en algunos casos pueden contener muchos carbohidratos. Para elegir las frutas adecuadas, la ADA recomienda elegir aquellas con índice glicémico bajo, como manzanas, toronjas, plátanos, albaricoques o moras.
8. Puedes comer demás y compensarlo con medicamento
Es fácil pensar que puedes cometer ciertos “pecados” en la dieta y luego cubrirlos con una dosis extra de drogas o insulina. Pero no. Según Greenberg, “Tomar más drogas para compensar tu dieta agravaría la resistencia a la insulina, por lo que necesitarías cada vez más medicamentos para estar bien”.
9. Si te recetan insulina, tu diabetes es grave
“Mucha gente cree que la insulina es ‘el principio del fin’, pero no es así. La diabetes suele ser una enfermedad progresiva, así que el páncreas produce cada vez menos insulina hasta que deja de hacerlo. Cuando esto sucede se receta insulina como la mejor medida para controlar el azúcar”, explica Angela Youngers, educadora de diabetes en la Clínica de Diabetes Joslin.
A veces la insulina es lo primero
Aunque muchos médicos esperan a que la producción de insulina disminuya o se termine, hay quienes recomiendan iniciar la terapia de insulina más pronto: según Youngers, “En algunos casos, la insulina es lo primero que se receta, debido a su efectividad para controlar el azúcar sin los efectos secundarios de otras drogas. Sin embargo, cada médico debe observar qué es lo más adecuado para su paciente”.
10. Las complicaciones de la diabetes son inevitables
“La diabetes puede ser una enfermedad terrible: dañaría los riñones, el corazón, los ojos, la piel…”, explica el Dr. John Buse, director del Centro de Cuidado de la Diabetes en Carolina del Norte, “Sin embargo, si la gente cuida sus niveles de glucosa, lleva una buena dieta y hace ejercicio, las complicaciones pueden ser evitadas casi completamente” .
El peligro de los mitos
De acuerdo con el Dr. Neal Barnard, presidente del Comité por una Medicina Responsable, “Los mitos provocarían una concepción inadecuada de la diabetes, y conducirían a un mal manejo de ésta: el paciente podría mostrarse desconfiado ante el tratamiento o utilizarlo de manera inadecuada. Es importante acercarse al médico o a una fuente de confianza para disipar cualquier mito o duda”.
Fuente: Creadess