El subsidio al precio de la gasolina supera 12,7 millardos de dólares anuales, pero sólo los vehículos particulares consumen 52,8% del total, dado el uso ineficiente que se deriva del bajo costo del combustible.
Pedro Rodríguez, coordinador académico del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, señaló que el transporte público aprovecha 39,2% del subsidio, mientras que el de carga se lleva 7,9%.
Desde el año 1996 el precio de la gasolina está congelado en 0,015 dólares por litro, cuando su costo de producción está entre 10 y 15 centavos de dólar por litro, dijo Rodríguez.
Carlos Muñoz, profesor de Economía Ambiental y Recursos Naturales del Instituto Tecnológico Autónomo de México, aseveró que los subsidios energéticos atrasan la adopción de tecnologías ahorradoras, pues las vuelven menos rentables.Además, entre más barata es la gasolina mayor es el consumo por habitante. “En los países donde se eliminó el subsidio se planea mejor la movilización de personas”
En su ponencia en el foro Eliminando los Subsidios a Combustibles, organizado por Cedice, Muñoz expuso que algunos países iniciaron políticas de ajustes graduales como en México, donde se produce un incremento de un centavo de dólar mensual.
En términos ambientales eliminar los subsidios generaría un mejor desempeño en el uso del transporte público. “En México se ahorran 1,6 millones de litros de gasolina anuales”.
Irán también decidió reemplazar el subsidio de 50 millardos de dólares por año al aumentar el precio en 2.000%. La diferencia en este caso es que otorgó una tarjeta de débito a los hogares más necesitados en la que se depositan las ganancias, indicó Muñoz.
En Nigeria no lograron el cometido, pues el programa de reforma se anunció sin anticipación. Simplemente se habló de estimular la economía y aliviar la pobreza. “Sonaba a una promesa política, lo cual desató protestas y perdieron la oportunidad”, dijo Muñoz.
Alternativas
La idea es eliminar los subsidios que reducen las exportaciones, causan congestión e incentivan el contrabando, dijo Rodríguez. “Una solución sería cobrar el precio de mercado internacional y distribuir las ganancias en la totalidad de la población”.
Agregó que al intentarlo surge un inconveniente. Recientemente el IESA elaboró un estudio focalizado, en el que se dieron cuenta de que la población de los estratos más bajos reconoce que los precios son baratos, pero lo ven como un beneficio de vivir en un país petrolero. “No están dispuestos a cambiar un subsidio a la gasolina por otros a la salud o educación por considerarlo una promesa muy vaga”.
Muñoz insistió en que se puede mantener el mismo apoyo al combustible sin incrementar el impacto ambiental, mediante el impulso de tecnologías verdes. “Hay muchos países que están trabajando al respecto”, expresó.
El Dato
Un subsidio muy caro
3,4% del producto interno bruto representó el subsidio a la gasolina el año pasado, equivalente a lo que se presupuestó para educación y superior a los gastos combinados en salud y vivienda. Esto es prueba, para los especialistas, de que 10% de la población más rica se beneficia más con la política gubernamental.
Fuente: EN