Si Nueva York es asociada muchas veces a la riqueza y el lujo, lo cierto es que para muchos habitantes de la Gran Manzana el hambre es una realidad con la que convive a diario.
En una iglesia del sur de Manhattan, unas 1 servidos por los «chefs de chefs», los cocineros de 50 personas con dificultades económicas vivieron este fin de semana un momento único,presidentes y reyes, que ofrecieron sus especialidades en un simbólico almuerzo.
«Tenemos todos estos chefs increíblemente talentosos y queremos compartir ese talento con la gente. Si uno prepara buena comida y disfruta ofreciéndola a los otros, qué cosa mejor que compartir con la comunidad, con la gente de Nueva York», contó a la AFP Cristeta Comerford, chef del presidente estadounidense Barack Obama, explicando el objetivo del encuentro.
La idea fue muy simple: el sábado desde temprano, una veintena de miembros de la asociación «Chefs des Chefs», creada en 1977 y que incluye a cocineros de los principales líderes mundiales y monarcas, se puso manos a la obra en el centro social que funciona en la iglesia Saint Francis Xavier para rendir homenaje a los más necesitados preparando alguna de sus especialidades.
En el menú, entre otras delicias: ensalada de verano de verduras trozeadas con nueces y aderezo de estragón de la chef de Obama; risotto a la milanesa, de los cocineros del presidente italiano Giorgio Napolitano, Pietro Catzola y Santangelo Giovanni; gazpacho de melón y aguacate con parmesano, de Bernard Vaussion, el chef del jefe de Estado francés, François Hollande.
Los platos fueron servidos como en una cantina, y unas 150 personas de todas las edades, en su mayoría hispanos y negros, hicieron cola con su bandeja para elegir qué comer, siguiendo las explicaciones de los chefs del otro lado del mostrador.
«¡Qué gran oportunidad! No me la podía perder. Traje a dos de mis tres hijos y a mi papá. Nos mandaron una carta con el menú completo, los nombres de los chefs. Uno tenía que llamar para reservar», dijo Altragracia Rivas, una neoyorquina de 36 años de origen dominicano que vive en una vivienda pública en el popular barrio de Lower East Side.
El ambiente fue muy afectuoso, con tiempo para confraternizar, charlar, tomarse fotografías. Cristeta Comerford fue sin dudas la más buscada para una instantánea que retratase el especial momento compartido.
Del lado de los chefs, la experiencia fue muy gratificante, como explicó a la AFP el francés Vaussion, cocinero del Elíseo desde hace 40 años: «La intención es por una vez ponerse al alcance de gente que nunca tiene acceso a esos lugares. Quizás no tenemos todo lo que necesitamos pero les damos una comida que corresponde a lo que podemos hacer en nuestras cocinas», señaló.
Un llamado de atención a una dura realidad de Nueva York.
Si Nueva York es asociada muchas veces a la riqueza y el lujo, lo cierto es que para muchos habitantes de la Gran Manzana el hambre es una realidad con la que convive a diario.
Según la Coalición contra el Hambre en la ciudad de Nueva York, unos 1,5 millones de personas (y uno de cuatro niños) recurren a comedores gratuitos o reciben bolsas con alimentos para subsistir.
«Habitualmente servimos una comida caliente los domingos para entre 1.200 y 1.400 personas. Además tenemos gente que viene los sábado para recibir una bolsa de alimentos. Viven por debajo de la línea de pobreza», indicó a la AFP el pastor de la iglesia Saint Xavier, Joseph Marina.
«No somos la única iglesia que hace esto en Nueva York. Esto habla fuerte de un problema. Estuve en esta iglesia antes, siete años atrás, y en aquel momento servíamos comida para 600, 700 personas. En siete años ese número se duplicó, lo que da una idea de la creciente brecha entre ricos y pobres en la ciudad», agregó.
La propuesta de los «Chefs des Chefs», patrocinada por la cadena de hoteles Intercontinental, «sorprendió» al párroco, que no ocultó su agradecimiento.
«Estamos felices. Fue una sorpresa para nosotros escuchar que estaban interesados en venir y cocinar para gente que padece hambre. En un principio los chefs querían servir a la gente que viene los domingos, gente que sufre más, pero cuando vieron la cifra se dieron cuenta que no era posible», afirmó.
En efecto, y como indicó Gilles Bragard, fundador de «Chefs des Chefs», el objetivo del almuerzo era «mostrar que uno se interesa a los más necesitados, atraer la atención sobre ellos», reconociendo que se trababa de un momento «efímero».
Los «Chefs des Chefs» se reúnen una vez por año durante una semana en uno de los países miembros. En esta ocasión, es el turno de Estados Unidos, donde tienen previsto visitar la sede de la Naciones Unidas en Nueva York, una comunidad amish en Pennsylvania (este) y la Casa Blanca en Washington.
Leer más en: http://www.elmundo.com.ve/noticias/estilo-de-vida/tendencias/pobres-de-nueva-york-servidos-por-un-dia-por-los-c.aspx#ixzz2aM96IxJb