La situación económica, la falta de liderazgo y la presión social han obligado al Gobierno de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela a dar un giro a la revolución, dejando a un lado el componente ideológico que marcó el camino de Hugo Chávez, para optar por una política más pragmática que cada día se parece más a la cuarta República que tanto se critica y a la derecha que tanto se sataniza.
Eustoquio Contreras, exdiputado de la Asamblea Nacional por el oficialismo durante el periodo 2005-2010, considera prematuro hablar de resultados de la gestión de Nicolás Maduro, que apenas lleva tres meses, pero lamenta que en este tiempo calificado por él como una “etapa de observación”, ha notado grandes contradicciones, retrocesos y improvisaciones que ponen en peligro el futuro de la revolución.
“No se están llevando las cosas de manera planificada. La revolución debe responder a las coyunturas que se presentan sin trastocar las líneas estratégicas que dejó Chávez, como en efecto él lo hacía; pero ahora se están sacrificando las líneas estratégicas por soluciones pragmáticas. Con Chávez la revolución siempre estuvo a la ofensiva, ahora está a la defensiva”.
El dirigente izquierdista resalta además que Chávez dejó encaminada una reflexión para profundizar la revolución con base a las tres “R” (revisión, rectificación y reimpulso) pero –a su juicio- ahora se han agudizado esas fallas que llevaron a Chávez a plantear las tres “R”.
Herida de muerte
A lo interno del oficialismo, Contreras observa que el camino que está planteando Maduro no es precisamente el de la unidad, ya que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) impone su hegemonía sobre el resto de los partidos que apoyan la revolución, a los que solo considera aliados, por lo tanto aconseja un debate interno para determinar qué hay en este momento de la construcción socialista luego del fallecimiento del líder y el resultado electoral que por poco acaba con su legado.
“Hay una gran preocupación, la revolución quedó herida de muerte el 14 de abril y no se han encendido las alarmas para hacer las correcciones necesarias. Yo no veo que haya rectificación”.
La improvisación en la política interna y las contradicciones en el ámbito internacional le hacen suponer a Eustoquio Contreras que desde la ausencia de Chávez no hay planificación, lo que estaría afectando las bases del chavismo que, según recuerda, en las elecciones del pasado 14 hubo poco más de 800 mil votos que perdió Maduro no porque estas personas se abstuvieron sino porque prefirieron pasarse a la acera de la oposición.
“Me llamó mucho la atención que de acusar a Lorenzo Mendoza (presidente de Empresas Polar) de provocar el desabastecimiento y atentar contra la soberanía alimentaria, de repente pasó a ser un aliado estratégico del Gobierno”.
De igual manera, cuestiona las contradicciones diplomáticas, sobre todo en lo que a la relación con Estados Unidos se refiere. “Aquí casi se acaba el imperialismo cuando se abrazaron Elías Jaua (canciller venezolano) y John Kerry (secretario de Estado Norteamericano) y a los pocos días ya se había caído en las descalificaciones. Hay muchas contradicciones en la política internacional”.
Un giro a la derecha
* 381 mil familias tendrán que pagar las casas obtenidas a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela, lo cual no les fue precisado antes de las elecciones.
* Tras la devaluación de 46 por ciento y la implementación de las subastas del Sicad, la Asamblea Nacional revisa la Ley Contra los Ilícitos Cambiarios para evaluar la despenalización del mercado negro.
* Ante la escasez de alimentos, el Gobierno no ha tenido otra opción que negociar con la empresa privada.
* Las comunas quedaron en el olvido.
* Cesaron los ataques a los medios y, en su defecto, se ha visto una compra masiva de empresas de comunicación. Ahora Globovisión tiene entrada a eventos oficiales.
Fuente: La Verdad