El misterio rodea su nombre. Amado y odiado. Es meticuloso en sus respuestas y pasa el día pensando, vive de eso. Su nombre está asociado al éxito de muchos candidatos que han encontrado en sus estrategias el camino fácil para acceder al poder. Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, lo usa en sus discursos con la misma frecuencia que Hugo Chávez apelaba al terrible Bush y su imperio. Es venezolano y ha estado detrás de Peña Nieto en México, Santos en Colombia y -aunque lo niegue- de Capriles en Venezuela. Es el temido J.J. Rendón, como le conocen mediáticamente.
Accede a hablar con 6to Poder y me saluda efusivamente. Bromea de entrada y dice que a este grupo editorial no lo dejarán comprar ni el Canal de Panamá. Se extiende en las respuestas y va adentrándonos en la profundidad de su análisis. Dice que Maduro y su dictadura caminan como quien agoniza en los pasillos de un hospital, que es cuestión de poco tiempo para que caiga derrotado y pronto un nuevo liderazgo asuma las riendas de esa Venezuela a la que él no puede entrar desde hace nueve años, porque para el régimen JJ Rendón es la encarnación misma del diablo, que quiere acabar con la revolución bolivariana.
Rendón es consciente de la influencia que tiene en el mundo político y la usa eficazmente, sabe cómo encontrar el lado débil de sus adversarios, cómo jugar con el poder y convertir las derrotas en victorias. Es el hombre que puso a Capriles cerca del triunfo el 14 de abril, y quien creó muchas de las estrategias. Aunque siempre niega que sus manos estén metidas en el fuego, todos lo buscan, piden su consejo, y su visión del futuro sin ser vidente.
La grabadora echa andar, y ahí va el estratega, el hombre que piensa, soltando críticas, construyendo puentes que lleven al éxito, y no pocas veces soltando comentarios hirientes, como que Maduro es lo peor que ha visto en asesoría política en los últimos años.
En Venezuela se han inventado nuevas maneras de persecución contra los medios de comunicación. Si no te lo cierran, te lo compran; si no te lo compran, te lo bloquean; si no te lo bloquean, te lo allanan; si no te lo allanan te lo cierran; si no te lo cierran, te suben los impuestos, no te dan papel, no te dan dólares. Lo que practican es terrorismo de Estado.
Hace poco entrevisté al gobernador Henrique Capriles y no me aclaró que tú estabas detrás de su campaña del 14-A ¿cómo han quedado tus relaciones en el Comando Simón Bolívar?
Yo leí la declaración completa y dice concretamente que yo no trabajé formalmente con ellos, bajo los efectos de lo que significa en el diccionario las palabras trabajo y formal, lo que quiere decir que hay un contrato y un pago. Eso no ocurrió.
¿Y por qué no ocurrió? Porque he sido un luchador de la causa de la oposición desde hace mucho tiempo, lo que he realizado o lo que he hecho sin pretensión de pago alguno. En lo que yo pueda colaborar, en una oposición organizada para que el régimen actual de paso a una Venezuela incluyente, lo voy a hacer.
A veces lo puedo realizar en una campaña, otras con actores individuales o con amigos, pero estoy convencido que la causa de país está por encima de los egos y los intereses personales de determinado sector político.
En la actualidad, sigo teniendo una relación de respeto, de cercanía con todos los actores de la oposición, es decir, no solamente con Henrique Capriles Radonski, y así me quiero mantener. No tengo aspiraciones políticas propias y sólo espero ayudarlos a todos, en lo posible. Desde el 14 de abril a la actualidad, no tengo ningún rol específico o concreto en el Comando Simón Bolívar.
El señor Nicolás Maduro asegura que estás detrás de los planes contra la patria ¿es una estrategia que puede darle resultados al chavismo, vincularte con la oposición?
Creo que Nicolás Maduro ve muchas películas o telenovelas. De Chávez no le quedó nada bueno sino todo lo malo, que esas cosas de las teorías de conspiración, de la CIA, eso anacrónico que ya ni funciona.
En segundo lugar, su intento estratégico es satanizarme para alejarme de la oposición -discurso que en algún momento le ha funcionado- lo cuál es estúpido, debido a que es él quien sufre las consecuencias de una acción estratega.
Po último, tiene un gran componente de verdad porque a ellos no le gusta que se les pongan en la cara los resultados de la ineptitud de este entorno que tuvo Chávez, y que los mismos chavistas reconocieron como “el grupo de ineptos”. Ahora son los que están en el poder, repartiéndose unas migajas, que además ni siquiera controlan, porque el gobierno está totalmente atomizado, dividido, desesperado; da una sensación de ilegitimidad. En ese espacio, una figura que estratégicamente pueda aportar a la oposición para resaltar sus defectos y proponer una nueva opción a la ciudadanía y los electores será una figura que cause una gran molestia.
Nada que contradiga su proyecto de control de poder y su terquedad de no entender las reglas de la democracia, ni el respeto a las minorías, ni la libertad de expresión a unos niveles extremos donde prácticamente se están quitando la careta ante el mundo.
Cuando Capriles anuncia que hubo un fraude el 14-A y convoca a una marcha al CNE, que luego es suspendida ¿No tomó respiro el gobierno? ¿Y no es contradictorio ir a un proceso electoral, cuando el líder de la oposición aseguró que hubo trampa?
Yo creo que lo correcto fue, en ese momento, suspender la marcha al Consejo Nacional Electoral. Recordemos que existían dos emociones mezcladas, debido a que perdieron una cantidad de votación importante, tenían una división interna y estaban pasando el duelo de la muerte de Chávez y allí las emociones estaban muy caldeadas. Era irresponsable, llamar al pueblo a la calle.
Sin embargo, no creo que después de esa ocasión y ante los embates del gobierno de persecución a los opositores, la actitud pasiva necesariamente corresponda con una actitud pacifista, uno puede ser activo, puede tener calle y puede ser pacífico a la vez.
Con el caso de las elecciones municipales, yo sí creo que uno puede participar electoralmente con un organismo fraudulento- En el mundo han existido estos casos y la oposición ha llegado al poder.
Los venezolanos tenemos que terminar de entender, que las elecciones, aparte de un conteo de votos, son un hecho político, y cuando uno hace política uno no puede pensar que no participando uno participa.
Olvidémonos de Capriles por un segundo. Henrique es el hombre del momento, por las circunstancias del momento. A mí lo que me interesa es la oposición y si en este momento lo incluye a él, maravilloso, y si en el futuro no lo incluye, también.
Muy interesante lo que estás diciendo…
Es que en definitiva, la causa en la que creo está por encima de las individualidades, y esa causa es Venezuela, con la democracia y la unidad, con un país de oportunidades.
Tú, que analizas el juego de poder, a raíz del caso de AtelTV que el Grupo 6to Poder intentó comprar, y luego NovaTV, que lo compró, y ambos canales fueron sacados del aire ¿qué hay detrás de esto? ¿Esto ayuda al gobierno a blindarse?
Yo creo que es un error de los asesores de Maduro, porque no creo que Nicolás piense por sí mismo, él tiene unos asesores que son los que le dicen qué hacer. Además, con las presiones de Diosdado Cabello y los cubanos.
¿Qué es lo que están haciendo? Y que a mi juicio es un grave error -les doy esta asesoría gratuita- portarse como perdedores. Cuando tú tienes el control de la situación, cuando se supone que ganaste la elección, cuando crees que no tienes división dentro de tus filas, tú no andas persiguiendo a nadie.
Cuando se está contra la espada y la pared y sientes que todo se va como el agua entre las manos, usted persigue, amedrenta, frena, coadyuva y trata de muchas maneras dañar el espacio de enfrente.
En Venezuela se han inventado nuevas maneras de persecución contra los medios de comunicación. Si no te lo cierran, te lo compran; si no te lo compran, te lo bloquean; si no te lo bloquean, te lo allanan; si no te lo allanan, te lo cierran; si no te lo cierran, te suben los impuestos, no te dan papel, no te dan los dólares. Lo que practican es terrorismo de Estado.
El terrorismo de Estado lo hace quien está en minoría. Usted no ve ningún Estado grande en el mundo, haciéndole terrorismo a Estados pequeños.
Lo que se está viviendo en Venezuela es el comportamiento de un gobierno que tiene todo el control de todos los poderes, espuria e ilegítimamente, pero que aún así se porta como si fuese una minoría amenazada que necesita cercenar todos los espacios de los demás.
¿Tú no ves una salida violenta en Venezuela, con un grupo de militares que den un golpe de Estado?
Podría haberla. Contrario lo que dice Nicolás Maduro –el espurio-, yo soy anti-golpe de Estado, no estoy a favor de eso. Creo que la mejor forma de que un país cambie es que la gente esté convencida del cambio. Eso implica que cada persona convenza al otro. Mientras tengamos unos niveles de polarización o abandonemos los momentos donde somos mayoría, como el actual, y no nos ocupemos de que la gente que confió en ese proyecto se despierte y se de cuenta que luego de catorce años eso no funcionó, no vamos a lograr la masa crítica suficiente.
Las salidas militares, las intervenciones extranjeras, las salidas fuera de lo que signifique un cierto estado de armonía y de convivencia, voy a tender a estar en contra, sin embargo, no puedo negar que la situación en Venezuela es una olla de presión.
Las turbas no tienen un cerebro individual atrás, es una rabia colectiva desatada que nadie controla, debido a que la gente se cansa de los problemas que los aqueja y el gobierno, en vez de estar disminuyendo la presión, le echa más leña al fuego.
La figura de Diosdado Cabello ¿cómo la ves?
Es una figura fatídica, es un tipo que está jugando a que Nicolás Maduro no llegue a medio término.
Pero parece que Maduro estuviese acabando con él…
Esa es la gran lucha de ellos dos. Maduro sabe que si él no derrota a Diosdado en los próximos tres años, éste acaba con él. Ellos necesitan convivir y, al mismo tiempo, saben que uno está destinado a fregar a otro.
Lo que denuncia Mario Silva en la grabación es mucho más grave que los cuatros presos de poca monta que tienen con la supuesta lucha contra la corrupción. Si Maduro quiere tener un gesto de credibilidad en la lucha contra la corrupción, el primer preso debería ser Diosdado Cabello Rondón.
¿Tienes prohibición de ingreso a Venezuela?
No tengo prohibición pero tengo a Maduro diciendo que soy el primero en la lista de los enemigos de la revolución. Yo estoy en contra del régimen de los enchufados.
¿Desde hace cuándo no vienes al país?
Desde el 2004, cuando denuncié el fraude del Referéndum Revocatorio y recibí amenazas similares. Además, Nicolás Maduro me sufrió porque era el agente del Estado venezolano que iba a todos los países a repartir dinero y apoyar las diferentes campañas del bloque del pulpo que se expande en el mundo y yo era el estratega del grupo contrario. Sufrió la acción que su proyecto político fue cayendo en otras zonas de Latinoamérica.
¿Es verdad que en la campaña del presidente Santos en Colombia le ordenaste decirle a Antanas Mockus “profesor” y en la de Capriles decirle a Maduro “toripollo”?
La palabra “toripollo” nunca la he utilizado. Sin embargo, yo no le ordeno a ningún candidato nada, sólo le hago recomendaciones pues mi método de trabajo es más inductivo que deductivo.
La gente te acusa de “guerra sucia”…
Esa es la agenda de ellos. Decirle la verdad al régimen es ser conspirativo. Que el régimen me llame guerra sucia, terrorista, enemigo público número uno, me honra. A mí si me molestaría que el Papa Francisco me llamase terrorista, eso sí me preocuparía.
Fuente: Informe21