Las barreras angelicales que le impuso Disney a Miley Cyrus para crear la marca Hannah Montana se han ido derrumbando poco a poco, pero cayeron definitivamente hace una semana con la salida de su nuevo video, del tema We can’t stop, que pertenece a su cuarto disco, aún en fase de producción.
No queda rastro de aquella niña de grandes ojos azules y adorable sonrisa. Con rapado en la cabeza,15 tatuajes, fotografías sugerentes y ligera de ropa intentó enviar la primera señal de alerta de que la inocencia se estaba esfumando. Ahora, con el audiovisual, ha escandalizado a más de uno y desatado polémica.
“El cambio es bastante drástico, es una imagen muy adulta. Creo que a Miley le faltó quemar etapas. En la música pop no puedes dar saltos tan largos porque se corre el riesgo de confundir a la audiencia”, asegura Héctor Palmar, cronista de espectáculos.
Si se le compara con los cambios de Britney Spears o Christina Aguilera, Palmar agrega que ellas “fueron agresivas pero ya contaban con una trayectoria que les daba permiso para hacerlo. Miley tiene una desventaja y es que “We can’t stop” es muy flojo, la gente no lo recordará en años, caso contrario a “I’m a slave 4 u” y “Dirrty” aún recordados como los temas del antes y después de Britney y Christina respectivamente”.
Si bien la imagen ha dado un vuelco, la música y las letras de Cyrus siguen sin evolucionar, de hecho, los críticos han asegurado que el tema es una desmejora.
En el video es evidente que las hormonas de esta chica se alborotaron. Con un vestuario que deja poco a la imaginación, Cyrus se muestra muy “amistosa” con un grupo de mujeres y surge la típica joven rebelde que, tal como dice el tema, “es la dueña de a noche, no le importa lo que los demás piensen; hace, dice y canta lo que le da la gana y ama a quien le dé la gana”.
“Eso de ser niña buena es una fórmula que solo sirve cuando eres niño. Al aparecer las hormonas, el sentido “lolita” cobra interés y mejora los resultados. En la industria, hay casos de niñas que por quedarse con el perfil de “buenas” perdieron oportunidades, como por ejemplo Linda Blair de “El Exorcista” o Shirly Temple”, opinó Luis Zue, bloggero de entretenimiento.
La rudeza de Miley también ha sido una estrategia, al tener como competencia a sus colegas que se mantienen más santurronas, como Selena Gómez y Demi Lovato. Así, ella ha logrado capturar la atención de muchos, sea para decidir amarla u odiarla./YG
Fuente:Agencias