Después de que Instagram anunciara la integración de vídeos en su plataforma, se abre el debate Instagram vs Vine. ¿Cuál de los dos es el ganador? Analizamos las diferencias entre ambos.
Ayer llegaban los esperados vídeos a Instagram como clara respuesta al fenómeno Vine, que demuestra lo bien que han calado los microvídeos en las redes sociales. En cuanto acabó la presentación, quedó abierto el debate más evidente tras una presentación: ¿supera Instagram a Vine? Las primeras voces señalaban que sí, que Vine ahora ‘está muerto’, y que poco tiene que hacer contra una red social tan implantada y exitosa como Instagram. ¿Es eso cierto? Para verlo, comparamos varios aspectos de la batalla Instagram vs Vine:
Longitud de los vídeos. A los 6 segundos de Vine, Instagram respondió con 15. Eso sí, como máximo, en Instagram también se pueden grabar vídeos de 6, 4, 12 segundos o los que se deseen. Por un lado, gana Instagram por dar más flexibilidad a los usuarios y por no poner una limitación algo escasa. Por otro lado, la mayor rigidez de Vine hace que sean más rápidos de ver, y más fluida la visión de nuestro timeline o de galerías de vídeos grabados con Vine. Ajustado, aunque en mi opinión particular, gana Instagram.
Modo bucle. Una de las causas de la enorme popularidad de Vine es que reproduce sus vídeos en modo bucle. En el caso de los más populares, el resultado es el de verdaderas obras de arte que se reproducen sin final, y cierto estilo GIF. Y es un gran efecto. En Instagram, los vídeos se reproducen una vez. Fin. Para volver a reproducirlos hay que pulsar de nuevo el play. Veredicto, gana Vine.
Filtros. Mientras que Vine permanece inmaculado y ni siquiera hay rumores sobre la llegada de filtros, Instagram cuenta con 13 creados específicamente para la grabación de vídeos. No es que sea un gran partidario de los filtros, y a veces me quejo de cuando su uso destroza la imagen. De momento, empate técnico, ya que encuentro bondades en ambos formatos. Aunque es probable que con el paso del tiempo acabe odiando ver tantos filtros… mal usados.
Reproducción automática. En Vine los vídeos que muestra el timeline se reproducen automáticamente, mientras que Instagram podemos escoger entre si queremos que lo haga, o no. Obviamente, la segunda solución es mucho mejor, así podremos ahorrar el gasto en datos móviles que supone la reproducción automática de los vídeos que no deseemos. Por mucho, gana Instagram.
Integración en Twitter. Una de las claves del éxito de Vine. Al haber sido adquirido por Twitter, las cards de Twitter lo muestran directamente, sin tener que saltar a una nueva pestaña. Instagram, tras sus desavenencias con Twitter, acabó retirando esta opción. Por eso resulta mucho más rápido y ‘natural’ ver vídeos de Vine compartidos en redes sociales. Gana Vine.
Edición posterior. Mientras que en Vine lo grabado permanece en el vídeo, salvo que queramos eliminarlo por completo y volver de nuevo a empezar, Instagram permite borrar fragmentos indeseados. Y como detalle, añadir un marco al vídeo, aunque me parece bastante irrelevante. La posibilidad de cortar fragmentos hace que gane Instagram.
Embeber código. Opción que incluye Vine, y que permite insertar directamente microvídeos en páginas web. Instagram no tiene esta opción para sus vídeos, quizás más adelante (o al menos, debería), pero por ahora, carece de ello. Lo cual hace que en este aspecto gane Vine.
Redes sociales. Sí, Vine se integra perfectamente con Twitter… pero con nadie más en el momento de escribir estas líneas, se ha incorporado la opción de compartir en Facebook también. Instagram, pese a que no deje ver sus vídeos en las cards, cuenta con la opción de enviar los vídeos a Tumblr, Facebook, Twitter, Foursquare o Flickr, muchísimo más completo. Gana Instagram.
Estabilización. La gran novedad que trajeron los vídeos de Instagram, aunque sólo para los grabados con iPhone 4S y iPhone 5, fue el modo Cinema, un buen punto para los que tenemos muñones en vez de manos. Vine, continuando con su sobriedad, carece de una función así. Gana Instagram.
Grabación. En Vine no se puede enfocar una zona del vídeo antes de grabar, ya que pulsar una zona del recuadro hace que se empiece a grabar. Instagram sí permite esta opción, y más de una vez, especialmente para grabar en macro. Gana Instagram.
Conclusión
Tenemos un ganador. Instagram, en global, ha conseguido mejorar a Vine, aunque quizás habría que darle un punto extra a Vine por su diseño, más despejado y bonito. Pero el resultado final de la batalla Instagram vs Vine es de 7-4 para los primeros, aunque bien es cierto que ambos tienen margen de mejora. Por ejemplo, conquistará definitivamente mi smartphone quien antes implementa la opción de guardar en GIF los resultados. De momento, me quedo con Instagram, aunque he de quitarme el sombrero a las obras de arte en modo bucle infinito que nos ha dejado Vine.
Fuente: http://www.celularis.com/