El obispo está seguro de que el Papa, a quien se refiere como “nuestro, latinoamericano”, impondrá su estilo mañana cuando reciba en audiencia privada al presidente Nicolás Maduro en la Santa Sede
La fuerza moral y espiritual del Papa, especialmente del papa Francisco, lleva realmente a un cambio de perspectivas de quien se acerque a él. Estos encuentros lo hacen a uno querer buscar diálogo y reconciliación, y ojalá se dé eso para este país necesitado de que el lenguaje de nuestros líderes vaya en torno a la búsqueda de la unidad”, señala monseñor José Luis Azuaje, primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela.
El obispo está seguro de que el Papa, a quien se refiere como “nuestro, latinoamericano”, impondrá su estilo mañana cuando reciba en audiencia privada al presidente Nicolás Maduro en la Santa Sede.
–Cómo se gestionan las audiencias con el Papa? ¿El presidente Nicolás Maduro fue convocado al Vaticano?
–Desde el Gobierno, a través de la Embajada de Venezuela ante la Santa Sede, se hace la petición ante la Secretaría de Estado, para que el Papa reciba a un Jefe de Estado.
–¿Cuánto durará esta audiencia?
–Depende de cada Papa. Por lo general, una audiencia privada puede ser de 20 minutos. Tenemos un papa nuevo y no sabemos sus procedimientos. Él ha recibido a algunos mandatarios de América Latina, y es bueno que reciba a nuestro Presidente para dialogar sobre temas de importancia que el Papa conoce muy bien porque conoce la realidad latinoamericana y tenía bastante relación con nuestros obispos. El Consejo Episcopal Latinoamericano reúne anualmente a los presidentes de las conferencias episcopales, se llevan informes y se dialoga sobre la realidad política, social, cultura y religiosa de cada país.
El interés de la Iglesia es valorar la persona humana, la libertad, especialmente en nuestra América Latina, las democracias como espacios de servicios a los ciudadanos para que puedan tener una vida plena. Bíblicamente es una vida en abundancia, una vida con solidaridad; no una vida individual donde yo me meto un poco de dinero al bolsillo y me voy. Otro elemento fundamental es la libertad religiosa, que la Iglesia Católica pueda tener espacios para su trabajo de evangelización.
–Existe la percepción de que cada vez que un papa se reúne con un presidente venezolano se distiende la situación interna.
–La Iglesia Católica no está peleada con el Gobierno, no sé sí el Gobierno está peleado con nosotros.
–¿El papa Francisco tiene informes de primera mano sobre lo que ocurre en el país?
–Por lo general nosotros, especialmente la Presidencia de la Conferencia Episcopal, cuando vamos a Roma visitamos varios dicasterios, que son como los ministerios, y en cada uno hablamos de realidades de la Iglesia y del pueblo venezolano. Por ejemplo, en el Pontificio Consejo y Paz se habla sobre los derechos humanos.
El Vaticano tiene su organización. Una vez al año vamos y damos informe de viva voz del testimonio de nuestras realidades. Estos diagnósticos salen de lo que dicen las instituciones del Estado, nuestras universidades y de lo que vemos en nuestras realidades. Por eso el Papa siempre está informado; y cuando va un presidente, los especialistas que él tiene, especialmente el secretariado para América Latina, se encargan de darle toda la información. Muchos piensan: el Papa va a regañar; el Papa no regaña, lo que hace es alentar a que si alguien está en una posición de responsabilidad y de poder, lo ejerza acorde con las dinámicas del país y con los postulados de la Constitución y las leyes.
–La cita del Papa con Maduro se dará dos días antes de la reunión que tendrá con el diputado Edgar Zambrano, que ha propuesto amnistía para presos políticos. ¿Eso influiría en alguna decisión?
–No sé. El Papa es autónomo y libre en lo que desea conversar con un jefe de Estado. Se supone que conversarán sobre las realidades y el bienestar de los ciudadanos, la promoción humana; la búsqueda de la paz y la conciliación estarán presentes porque ese es el afán de la Iglesia. Fíjese en la amplitud de la Santa Sede: recibe al Presidente, pero también puede recibir tranquilamente a un diputado opositor; eso no constringe en nada, se actúa con libertad. El Papa es un jefe de Estado y el presidente Nicolás Maduro es un jefe de Estado de un país, y eso tiene un peso específico.
–¿Están dadas las condiciones para que se gestione la visita del Papa a Venezuela?
–No sabemos. Venezuela necesitaría la visita del Papa, hace mucho tiempo que no nos visita uno. El vendrá a Brasil a la Jornada Mundial de la Juventud, en julio, y pensábamos que iba a visitar a algún otro país, pero no, sólo vendrá a eso.
–¿Después del 14A han tenido acercamientos con actores políticos?
–El Presidente y el secretario General de la Conferencia Episcopal han tenido sus contactos. Siempre hay momentos de reflexión, sobretodo con la problemática suscitada después de las elecciones, cada vez que nos acercamos a una asamblea episcopal tenemos oportunidad de invitar, porque está dentro de los estatutos, al ente gubernamental y casi siempre vienen también dirigentes de oposición para conversar con algunos obispos o la Conferencia en pleno. Estamos abiertos a esto.
–¿Ha establecido contacto con el presidente Nicolás Maduro?
–Ha habido ciertos diálogos ya no con el Presidente, pero sí en búsqueda de propiciar ese acercamiento. Lo interesante es dejar que se desarrolle un poquito el Gobierno para poder entonces mirar; si se esperan seis meses de su gestión, tendremos bastante de que hablar.
–¿La Iglesia, como institución de mayor credibilidad en el país, se ofrece para propiciar el diálogo?
–Lo hemos ofertado y lo hicimos cuando la mesa del diálogo estuvo dirigida por el entonces secretario general de la OEA, César Gaviria. La casa de la Conferencia Episcopal es la casa del diálogo, de la reconciliación de distintas toldas: Gobierno, oposición, gente indiferente o gente inquieta. Mucha gente nos ha dicho “a ustedes que los han criticado tanto, agachan la cabeza”, es sencillamente asumir responsabilidades cónsonas con la misión que se nos ha dado y hemos decidido libremente.
–¿Qué condiciones se requieren para el diálogo?
–La primera condición es reconocer al otro en su diversidad; en segundo lugar, la verdad es fundamental para que se pueda lograr el diálogo, y un tercer aspecto es hacerlo en libertad, sin contriciones absolutas; antes de pensar en la Iglesia, en un partido político o una ideología determinada, hay que pensar en el país.
–Después del 14A la Iglesia se sumó al llamado de un sector político a la auditoría electoral.
–Una parte política está en su derecho de hacer su reclamo. Quisimos favorecer, y lo dijimos en un documento, que se pudieran dar etapas de la auditoría para que haya una mayor credibilidad en el CNE. El interés nuestro no es poner ni quitar gobiernos, en absoluto. Nuestro interés es que existan condiciones para que el hombre y la mujer venezolanos tengan un desarrollo integral; por eso hacemos ciertas acotaciones a gobiernos e instituciones cuando vemos que no van por el camino dirigido a esto, y saludamos cuando vemos que hay pautas hacia este desarrollo.
–El CNE convocó a elecciones municipales el 8 de diciembre. ¿Ese proceso permitiría mirar más hacia lo local?
–Desgraciadamente en Venezuela se impone mucho el sentimiento. No hay otra cosa que hacer que ponernos a pensar en mi realidad, en lo que afecta a los hijos y a la familia. Eso debe incentivar la búsqueda de los mejores líderes para nuestras comunidades, que se identifiquen con la idiosincrasia y la cultura. El papa Juan Pablo II hablaba de la creatividad en la caridad; aquí se requiere de la creatividad en lo electoral.
Padecimientos de la Iglesia
. Desabastecimiento. La escasez de hostias y vino inquietaron al clero recientemente. Monseñor José Luis Azuaje dijo que la situación fue resuelta. “El vino es local y el 10 de junio comenzó la producción. Las hostias necesitan harina; si no se encuentra, no hay hostias. Ojalá sea en las comuniones que se nos acaben las hostias, eso implicaría que mucha gente está comulgando. Si es así, hay mucha gente santa; y eso es lo que necesita Venezuela”, señaló.
. Inseguridad. En la Conferencia Regional de Cáritas América Latina y El Caribe, que termina hoy en Caracas, una de las oficinas de la organización en la Conferencia Episcopal Venezolana fue violentada y se robaron algunos instrumentos de trabajo.
“Tenemos un problema de inseguridad gravísimo. Vamos a tener que contratar empresas aseguradoras, meter murallas. ¿Cómo vamos a vivir los venezolanos encerrados, en cárceles pero en libertad? Yo le dije a los obispos, cuando quería conocer la ciudad: vayan, pero con estas condiciones. Hay limitaciones, pero cuando yo voy a otros países no me dicen lo mismo. Entonces algo está pasando, yo creo que las decisiones tienen que ser más locales”, señaló Azuaje.
Fuente: El Nacional