Dieta es todo lo que llevamos a nuestra boca! Podemos tener una dieta saludable o comer todo lo que se cruce en nuestro camino, sin importar lo beneficioso o perjudicial que pueda ser, y sería una dieta terrible.
Muchos creen que al utilizar el término DIETA, hablamos de comer menos, comer poco o restringir nuestra alimentación a un pedazo de lechuga y agua. No es así! Existen muchos tipos de dieta dependiendo del objetivo personal: adelgazar, aumentar de peso, ganar masa muscular, mantener el peso, en fin.
Cuando se trata de bajar de peso, personalmente no creo que palabra DIETA sea el término más conveniente. Es necesario en estos casos diseñar un plan o estrategia de alimentación que nos permita lograr el objetivo deseado, a eso llamo PLAN NUTRICIONAL.
De manera inteligente, orientada, individualizada y objetiva, se plantea un método que incluya alimentos de calorías adecuadas, evitando comidas de valor energético elevado que nos dificulten generar un saldo negativo en nuestro conteo diario. Como es eso? Tal como lo hacemos con nuestros ahorros! Si lo que gastas es mayor que lo que ganas, generas pérdida. Si lo que gastas, es mayor que lo que consumes, bajas de peso! Pero donde está el secreto de todo esto? Puede que aún no lo hayas percibido, pero está escondido justo en la frase anterior!
GASTAR es el secreto
El uso y abuso de dietas hipocalóricas han conllevado a la sociedad a un estado de calórico-OBSESIVO, pensando que comiendo poco o nada, lograran bajar y mantener el peso. Indudablemente si no te alimentas, bajaras de peso! Pero eso tiene un alto costo: Pierdes tu composición corporal, perdiendo también tu masa muscular.
Como he mencionado en muchas ocasiones, la masa muscular o masa magra es nuestro pasaporte para mantener un peso saludable a lo largo de la vida. El músculo es el encargado de mantener activo nuestro metabolismo, quemando calorías aun cuando no realizas actividad física! Si te arriesgas a perderlo, te sumas al chasco de dietas y dietas fallidas, recuperando el peso luego de cada una de ellas. Tendras el famoso efecto rebote como una constante en tu vida. Quien quiere eso?
Los médicos vemos con preocupación cómo indiscriminadamente se asignas dietas hipocalóricas a cualquier individuo que acude a una consulta, y debemos recordar que todos somos diferentes. Nuestro cuerpo es el resultado de un componente genético que heredamos y otra parte que adquirimos a lo largo de la vida. No todos respondemos igual ante un plan nutricional. Pero esto no es nuestra preocupación mayor! El especialista en medicina deportiva, Dr. John Duperly, dijo en una ocasión “En la lucha por el control del peso y la buena salud general, solemos darle mayor importancia al tipo y cantidad de alimentos y bebidas que consumimos que a la inactividad física, siendo que ella ha traído como consecuencia una rebaja importante en el gasto energético, olvidando que son dos caras de una misma moneda”.
Alimentación saludable sin actividad física es igual al fracaso! La omisión de esta aseveración, es nuestra mayor preocupación.
La actividad física en nuestro tiempo, forma parte de una ciencia! La actividad física es estudiada y documentada, tienen sus bases científicas y no se fundamenta en el ensayo y error. Contamos con un sin fin de estudios que demuestran los beneficios a corto, mediano y largo plazo de una práctica regular de actividad física y eso debe ser nuestro norte y prioridad! La alimentación saludable sola, no es suficiente.
Aunque muchos estudios demuestran los efectos en la reducción de peso con las dietas hipocalóricas, la mayoría coincide en una conclusión: no es la solución para mantener el peso a largo plazo. No podemos pasar la vida comiendo restringidamente y sintiéndonos esclavos de una dieta!
Hagamos un ejercicio práctico! Saca tu calculadora y empecemos a sumar! Para mantener un peso saludable es necesario COMER SANO + EJERCITARSE REGULARMENTE!
Si comemos saludablemente y escogemos los alimentos apropiados podemos reducir unas 500 o hasta 1000 calorías diarias a nuestra dieta diaria! Siempre adecuándolo a las calorías necesarias para cada individuo. En promedio, si cada día consumimos 700 calorías menos, a la semana estaremos ahorrándonos 4900 calorías!
Si realizamos actividad física regular durante 1 hora 30 min (5 días a la semana) que incluya un plan de ejercicios de resistencia + entrenamiento aeróbico, podemos quemar hasta 800 calorías en promedio, dependiendo por supuesto de la contextura y el género! Los hombres queman mucho mas calorías que las mujeres porque tienen mayor masa muscular.
Si eres una persona sedentaria, inicialmente el plan de entrenamiento debe adecuarse a tu capacidad, para luego ir progresando hasta lograr un plan de entrenamiento óptimo. Si cada día que nos ejercitamos quemamos entre 500 y 800 calorías, a la semana estaremos quemando unas 2500 a 4000 calorías extra!
¡LA SUMA ES PERFECTA!
4900 CALORIAS AHORRADAS PRODUCTO DE UNA ALIMENTACION SALUDABLE + 2500 CALORIAS QUEMADAS EJERCITANDONOS = 7.400 CALORIAS! Eso equivale a UN KILO DE GRASA A LA SEMANA! Necesitas tener un déficit de 7.000 calorías para perder un solo kilo de grasa! ¿Ves lo que puedes lograr?
¿Como puedes lograr esta suma perfecta? Unos sencillos consejos pueden ayudarte a sumar vida y restar kilogramos de grasa!
Para una alimentación saludable:
• Desecha todas las tentaciones de tu despensa, tu nevera y tu vida! Alternativas saludables: gelatina ligera, barras de proteína y merengadas proteicas, chocolates sin azúcar, chicles y caramelos sin azúcar, almendras, maní, pistacho naturales, palomitas de maíz sin sal ni mantequilla, y comerlos con moderación!
• Realiza un desayuno abundante en proteínas! (claras de huevo, pollo, pavo, atún, carne)
• No saltes ninguna comida! Come el desayuno, merienda a media mañana, almuerzo, merienda a media tarde y cena.
• Toma abundante agua! Entre dos y tres litros distribuidos a lo largo del día (8-12 vasos)
• Evita las bebidas alcohólicas! Contienen MUCHAS calorías vacías, NADA nutritivo.
• Prepara y condimenta tus alimentos con: Sal baja en sodio, pimienta, ajo, cebolla, perejil, orégano, cilantro, tomillo, romero, jengibre, albahaca, curry, comino, mostaza no preparada, salsa de soya light, yogurt natural descremado sin azúcar, aceite de oliva, aceite de canola, vinagre balsámico o normal, limón o cualquier condimento NATURAL de tu agrado.
• Elimina los alimentos fritos de tu vida! Prepara los alimentos a la plancha en sartén de teflón, wok, a la parrilla o asados al horno. Utiliza el aceite de canola para cocinar y el de oliva para agregar a ensaladas, solo una cucharada para la preparación.
• Sustituye el azúcar de mesa (Sacarosa) por edulcorantes NO calóricos naturales (STEVIA es ideal!).
• Disminuye el consumo de sal! Sólo 2.5 – 5 gramos diarios (1/2 a 1 cucharadita). Recuerda que los embutidos y enlatados tiene mucha sal, así que evítalos o consúmelos con moderación!
• Minimiza el consumo de lácteos altos en grasas. Prefiere las versiones descremadas (yogurt descremado si azúcar, la leche descremada deslactosada) y poco queso blanco fresco o ricota sin sal solo dos veces por semana!
¡MUEVE ESE CUERPO Y ACTÍVATE!:
• Realiza actividad física de tipo cardiovascular, intensidad moderada, agradable, cómoda, “sin ahogo”, “sin dolor”, que te permita mantener una conversación con algún grado de dificultad. (“puedo hablar”). 60 minutos al día, 5 días a la semana.
• Si eres “nuevo” en esto de la actividad física, debes comenzar lentamente, aumenta progresivamente la intensidad y la duración de tus sesiones hasta lograr los 60 minutos. Puedes incrementar de 5 a 10 minutos cada 2 semanas si te sientes preparado.
• La caminata a paso rápido es el tipo de ejercicio cardiovascular más común que todo individuo puede comenzar, sin embargo otras opciones como montar bicicleta, realizar ejercicios acuáticos o en piscina, nadar, bailoterapia, podrían sumarse como elecciones divertidas.
• Por lo menos 3 días a la semana (preferiblemente no consecutivos) realiza ejercicios de fuerza (Pesas). Realiza de 12 a 15 repeticiones, descansa de 1 a 2 minutos y repite hasta alcanzar 3 series (sesiones) para los grupos musculares principales.
• Si nunca has realizado ejercicios de fuerza (Pesas) inicia con muy poco peso y logrando completar unas 20 repeticiones. Este entrenamiento no debe durar más de 2 semanas, es una etapa para adaptarte, conocer el tipo de movimiento y sentirte seguro al realizarlo. Luego incrementa el peso de manera que realices de 10 a 12 repeticiones.
• Contar con la orientación de un entrenador físico es IDEAL! Cuéntale sobre tu meta de bajar de peso y pídele sugerencias para establecer un plan de ejercicios que te conduzca al objetivo!
• Inicia tu entrenamiento con un calentamiento de al menos 5 a 10 minutos a una intensidad leve a moderada, con actividades de tipo cardiovascular. Luego continúa con un período de acondicionamiento: entrenamiento de pesas + ejercicio cardiovascular! Y finaliza con una fase de estiramiento dedicando unos 10 minutos a esta actividad.
• Hidrátate: ingiere 1 litro de agua o más si tu plan de ejercicios tiene una duración de 1 a 2 horas, si supera ese periodo de tiempo o es de alta intensidad puedes complementarlo con una bebida rehidratante.
• Mantente atento a signos y/o síntomas de alarma que sugieren que DETENGAS LA ACTIVIDAD FÍSICA! Dolor o malestar torácico, fatiga, dificultad para respirar, alteraciones gastrointestinales, sensación de mareo o inestabilidad, desvanecimiento o síncope, mareos, nauseas, síntomas osteomusculares como dolor, aumento de volumen en la columna u otras articulaciones. Recuerda, siempre debes hablar con un profesional de la salud antes de comenzar! Asegurarte de gozar de buena salud y seguir sus sugerencias!
Fuente: Soysaludable