Archive for mayo 31st, 2013

El lunes se activa sistema electrónico para comprar carros del Gobierno

Posted on: mayo 31st, 2013 by Laura Espinoza No Comments

A partir del lunes se inicia el nuevo sistema electrónico para adquirir los carros ensamblados por el Gobierno, denominado «Venezuela Productiva Automotriz», anunció el ministro de Industrias Ricardo Menéndez.

 

“Hemos tomado la opción de hacer una plataforma, un sistema único del Estado venezolano para que las personas accedan sin facturas proforma, por el tema de las facturas adulteradas y de esta forma ya no hay manera de adulterarlas», aseguró Ménéndez desde la planta de automóviles Chery en Aragua.

 

La nueva plataforma electrónica se encuentra en Internet y fue diseñada por los ministerios de Industria y la Banca Pública para facilitar la compra de vehículos de la marca china Chery y la iraní Venirauto.

 

Las personas interesadas en comprar vehículos deberán ingresar sus datos al sistema, como correo electrónico, número telefónico y número de cédula de identidad.

 

También deberá llenar de acuerdo a sus ingresos los cálculos financieros, seleccionar el vehículo que optará y la Banca Pública se encargará de estudiar la solicitud.

 

“Una vez que la persona carga su información se le enviará a través de su teléfono o correo electrónico los datos con los requerimientos para su solicitud y una vez que haga esto queda registrado ya en el sistema de Venezuela Productiva Automotriz”, expresó Menéndez.

 

El sistema dará prioridad a aquellas personas «que no posean y que no hayan adquirido un vehículo anteriormente», reseñó una nota de prensa del ministerio de Industrias.

 

Menéndez garantizó que, una vez se apruebe el crédito del vehículo, las plantas ensambladoras producirán «en estricto orden» la unidad solicitada.

 

La fábrica Chery y Venirauto poseen una cifra actual de 18.000 vehículos ensamblados, informó el ministerio.

 

Fuente: ÚN

40% del maíz para las arepas es importado

Posted on: mayo 31st, 2013 by Laura Espinoza No Comments

Con precios adecuados, inversiones en tecnología y seguridad se puede recuperar la autonomía que se mantuvo en el rubro hasta 2007. Según expertos, deben reanimarse las plantas iraníes y las expropiadas.

 

Combatir la escasez de harina precocida de maíz para la arepa criolla pasa por resolver el déficit de maíz blanco que afecta a las industrias que fabrican esta harina y poner a funcionar al 100% las plantas que tienen capacidad instalada para satisfacer la demanda.

 

Solventar la escasez de la materia prima es posible. Venezuela fue autosuficiente en maíz blanco hasta 2007, último año en el que se logró producir todo el volumen que se necesitaba para abastecer a las industrias.

 

Ese año se cosecharon 1.312.000 toneladas del grano blanco, un poco más de las 1.200.000 toneladas que se necesitaban y «hasta generamos excedentes», dice Tony Pestana, presidente de Fedeagro.

 

Pero en 2012, la producción del maíz más importante para la mesa del venezolano solo alcanzó para cubrir 55% de la demanda: se obtuvieron 772.853 toneladas, lo que significó una caída de 41%, de acuerdo con Fedeagro.

 

Retomar la autosuficiencia en maíz blanco es posible en un plazo de cuatro a seis años, siempre que se cumplan, desde ya, al menos estas tres condiciones: rentabilidad sostenida en los precios de las cosechas, inversiones en tecnología de última generación en maquinarias y equipos agrícolas y seguridad jurídica y personal en el campo, explican las fuentes.

 

Los ministros de Agricultura y Tierras, Yván Gil, y Alimentación, Félix Osorio, han dicho en las últimas semanas que han revisado el acceso a las divisas, los créditos, las tasas de interés, la adecuación de costos y precios y el financiamiento como medidas para fortalecer el aparato productivo.

 

Especialistas en materia agroalimentaria aseguran que hay que hacer énfasis en las inversiones.

 

Uno de ellos es Rodrigo Agudo, quien sostiene que falta presentar un plan en el que trabajen gobierno y privados para extender áreas sembradas y, combinado con políticas públicas que generen seguridad jurídica, empujar las inversiones. Cree necesario un precio rentable a tiempo.

 

«Por ser circuitos cortos, los cereales responden rápido a los estímulos, pero se necesita anunciar los precios pronto y aún no se han fijado. En las regiones que ya comenzaron a sembrar, lo hicieron a ciegas», dice Agudo.

 

Inversiones en maquinarias

 

Las inversiones en máquinas de última generación se requieren ya para que en cuatro años se incorporen nuevas hectáreas.

 

«Hay un rezago en las inversiones en maquinarias que hace ineficiente la actividad en el campo», comenta Gustavo Moreno, presidente de Asoportuguesa, que agrupa a 600 productores de maíz y procesa la harina Doña Emilia, que cubre 4% del mercado.

 

Moreno asegura que desde la década del noventa creció la producción de maíz, pero luego se detuvo en 2008. «Hay que parar esto y revertirlo», indica.

 

Dice que es clave hacer inversiones en cosechadoras y otros equipos y simplificar su importación, pues requieren Certificados de No Producción Nacional.

 

Moreno agrega la propuesta de incorporar semillas transgénicas en la producción, idea planteada por Fedeagro. Se estima que con estas se puede elevar en 25% la producción de maíz y pasar de un rendimiento de 3.200 kilos por hectárea a 4.000 kilos.

 

El presidente de este gremio indica que se incorporarían 420.000 hectáreas de maíz, que se sumarían a las 435.000 hectáreas que ya se siembran. «Es ilógico que estemos consumiendo maíz y soya de países que emplean semillas transgénicas, pero que el productor local no las pueda usar», indica Moreno.

 

Hubo déficit de materia prima

 

Estas medidas contribuirían a resolver uno de los principales problemas de las industrias que elaboran harina precocida: la materia prima nacional. Debido a que esta cosecha es insuficiente, el Ejecutivo ha tenido que importar.

 

A partir del año 2008, el Estado comenzó a traer alrededor de 450.000 toneladas de maíz blanco al año para abastecer las necesidades de las procesadoras.

 

En 2012 esta cifra subió más. El Ministerio de Alimentación, a través de la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (Casa), trajo 551.000 toneladas de este rubro, lo que representa 39% de la cantidad de maíz blanco que requieren las agroindustrias de harina para operar, que en 2012 fue de 1.400.000 toneladas.

 

Esas 551.000 toneladas traídas de afuera sumadas a las 772.853 toneladas de maíz blanco cosechadas en suelo criollo, según Fedeagro, indican que durante el año 2012 estuvieron disponibles 1.323.853 millones de toneladas de maíz blanco para la industria.

 

Esta cantidad cubre 95% de la demanda de las procesadoras de harina, es decir, el año pasado la agroindustria trabajó con un déficit de 5%. Las fallas en la disponibilidad de materia prima fueron una queja frecuente del sector durante 2012.

 

Escaso afuera

 

En días pasados, Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, que aporta 48% al mercado de la harina precocida de maíz, comentaba que este año la cosecha nacional iba por el mismo camino del déficit de 2012.

 

«Aquí se acaba el maíz cuando aún faltan cuatro meses para que arranque la nueva cosecha y eso va a pasar este año otra vez; por eso, le hemos dicho al Estado lo importante que es que salga a comprar ese maíz para que podamos tener todas las marcas en el mercado», indicó Mendoza.

 

El llamado a hacer esas compras cobra más importancia si se toma en cuenta que, a diferencia del maíz amarillo, el mercado mundial del maíz blanco es pequeño y está en manos de pocos.

 

De acuerdo con una exposición realizada por el especialista de Fedeagro, Germán Briceño, en un Congreso de Mercadeo de Alimentos en 2010, la producción de maíz blanco en el mundo era de 75 millones de toneladas.

 

La producción se concentra en México, China, Sudáfrica, Egipto y, en menor proporción, en Estados Unidos. Así, el maíz blanco representa 11% de toda la producción mundial del grano.

 

Por tal razón, a diferencia del maíz amarillo, la tendencia es que del blanco no se generen grandes ofertas exportables. «Este maíz ni siquiera es un commodity como el amarillo y solo se cotiza en la Bolsa de Valores de Johannesburgo, en Suráfrica. Los países importadores de este rubro, como Venezuela, negocian las compras directo con los productores», dijo.

 

Fortalecer la industria

 

El punto dos a resolver para acabar con la escasez es clave: poner a funcionar el 100% de las plantas y efectuar ampliaciones para subir sus capacidades de operación.

 

En Venezuela hay 24 instalaciones de producción de harina de maíz: tres pertenecen a Empresas Polar y otras tres de Asoportuguesa, Cayca y La Lucha, que cubren 11% del mercado, de acuerdo con las cifras de Polar.

 

Las restantes 18 son del Estado. Ahí se encuentran las que han pasado a manos públicas vía expropiación o por investigaciones judiciales (como el caso de Fernández Barrueco, quien era dueño de Pronutricos y Proarepa).

 

En manos del Estado también está un grupo de 10 plantas construidas en convenio de empresas iraníes que fueron inauguradas por el presidente Hugo Chávez a partir de 2007, pero que a la fecha de hoy solo aportan 5% al mercado, según las cifras de Polar.

 

Rodrigo Agudo asegura que este número de industrias indica que en Venezuela hay suficiente capacidad instalada para satisfacer la demanda. «El problema es que casi 50% del mercado está bajo la administración pública y produce a 30% de su capacidad instalada. Esto, en términos de oferta de harina, no representa más de 20 o 25%».

 

Agudo señala que la baja operatividad de las empresas públicas explica la escasez de harina.

 

Para Gustavo Moreno, de Asoportuguesa, la producción de harina no escapa de los problemas eléctricos del país. «En marzo, la planta procesadora de harina precocida de Asoportuguesa estuvo paralizada 43 horas y en abril otras 45, por la interrupción del servicio».

 

 Fuente: El Mundo

La bomba inútil

Posted on: mayo 31st, 2013 by Super Confirmado No Comments

La reunión entre el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el líder opositor venezolano Henrique Capriles ha provocado un estallido histérico (que no histórico) en el gobierno bolivariano, que pone en evidencia que el equipo de Nicolás Maduro carece de experiencia en las delicadas cuestiones internacionales y en las reglas de protocolo que rigen entre naciones amigas.

 

Esta mezcla de improvisado de militares de escasa formación en el arte de gobernar y de civiles que llegan al poder entre sospechas y denuncias de fraude electoral, convierte a Venezuela en un país objeto del ridículo en los foros internacionales desde que el rey de España mandó a callar al difunto.

 

El gobierno bolivariano se alarma porque un presidente colombiano y el Congreso de la vecina república reciba a un opositor venezolano, que además es gobernador del estado Miranda gracias a una avalancha de votos populares (en ese estado reside buena parte de la población colombiana cercana a Caracas).

 

Qué diferente se comportaron los gobiernos de Perú cuando Humala siendo candidato presidencial fue recibido por Chávez en el palacio de Miraflores, o Rafael Correa, o Evo Morales, o López Obrador,

 

Y peor aún, al alto mando de las narcoguerrillas de las FARC, donde departieron, entre tragos de champaña y exquisitos canapés, no sólo con el Presidente y el vicepresidente sino con los ministros.

 

En la reunión de Bogotá entre Santos y Capriles no hubo sino una conversación rápida y seria, de cortesía y por puro protocolo. Como será la sencillez del acto que el mandatario colombiano lo recibió informalmente en mangas de camisa y sin corbata.

 

De allí lo ridículo que resulta que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que no tiene idea de cómo se llevan las relaciones internacionales, se meta en algo que no le corresponde. Sus responsabilidades son otras, a menos que busque con esta maniobra sacar de escena al presidente Maduro y al canciller Jaua. En todo caso esa es una pelea entre ellos.

 

Si Chávez estuviera vivo lo hubiera mandado a callar inmediatamente porque estas cuestiones las llevan con discreción los presidentes o sus cancilleres. Pero Maduro se deja ningunear y con ello pierde poder y autoridad ante los suyos.

 

El diputado oficialista, Roy Daza, dijo que Capriles con su visita “falta el respeto al presidente Santos porque informa de manera mentirosa e intrigante sobre la situación política venezolana”. O sea, que el presidente Santos es un desinformado que se deja engañar por cualquier vendedor de feria. Más ridículo imposible.

 

El problema es que en Colombia funcionan las instituciones, se puede acudir a la Fiscalía, a la Contraloría, al Congreso y comprobar su independencia de los demás poderes públicos, los militares están subordinados al poder civil y existe libertad de prensa. Esa es la peligrosa bomba que asusta a Maduro y a Diosdado. Y no es para menos.

 

Editorial de El Nacional