Una hora de navegación internacional por Internet: 4,5 pesos cubanos convertibles (4,5 dólares estadounidenses). Una hora de navegación nacional por Internet, con activación de correo electrónico internacional: 1,5 pesos convertibles. Una hora de navegación nacional: 0,60 pesos convertibles. Estas son las tarifas que cobrarán los 118 nuevos centros de conexión estatales que comenzarán a operar en Cuba el próximo 4 de junio, como parte del plan de ampliación del acceso público a Internet anunciado este martes por el Gobierno de Raúl Castro. Así, con un mes completo de salario, un cubano promedio podrá comprar cuatro horas y media de conexión a la Red.
El oferta de estos centros de conexión incluirá el acceso a casi todos los servicios que permitan la velocidad de conexión -de dos megabits- y las regulaciones establecidas por el Gobierno en la resolución número 182, publicada el pasado lunes 27. Habrá acceso a salas de chat, redes sociales, descarga y envío de archivos en diversos formatos, consulta de sitios web, acceso a correos electrónicos internacionales; pero quedan exceptuadas las llamadas de voz. Las cuentas internacionales de correo que ofrece la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) estarán bajo el dominio @nauta.cu: un servicio de webmail con capacidad de almacenaje de 50 megabytes; la información que se envíe a través de ellas estará disponible para el usuario solo durante dos meses posteriores a la última recarga de saldo de la cuenta. Las nuevas salas serán administradas por la estatal Etecsa, que gestiona los 200 centros de conexión que ya funcionaban en hoteles y oficinas de correo.
La noticia de la ampliación del acceso público al ciberespacio fue recibida con reservas por los ciberactivistas cubanos, que han hecho de las redes sociales su tribuna. “Ahora, con 1/3 del salario mensual, compramos 1 hora de mala #Internet”, escribió este 28 de mayo el bloguero Henry Constantin a través de su cuenta de Twitter @constantincuba. En Cuba, el salario promedio de un ciudadano no supera los 20 dólares y con estas tarifas, un mes de sueldo alcanza para comprar cuatro horas y media de Internet. “¿Si pudiera guardar estos kilobytes? ¿Si pudiera llevarme en un bolsillo un trozo del ciberespacio? :-0”, fue el mensaje de la bloguera Yoani Sánchez, quien este miércoles volará de regreso a La Habana luego una gira de 80 días por América y Europa, a propósito de los costos y las restricciones que prevé la ampliación del servicio.
El acceso a la Red desde hogares, teléfonos móviles o computadores portátiles aún no será posible, aunque está en los planes de futuro, según el Gobierno. “Está previsto que los cubanos puedan tener conexión en sus casas, pero la prioridad inicial, en las actuales circunstancias, la tendrán los puntos de acceso colectivos, para lograr con menos inversiones llegar a un mayor número de personas”, ha dicho el viceministro de Comunicaciones de Cuba, Wilfredo González, en una entrevista publicada este miércoles por el diario oficial Granma. Según González, las únicas limitaciones al uso privado de internet en Cuba responden a razones “tecnológicas y financieras”.
Lo que hay, aseguran las autoridades cubanas, es solo posible gracias a la puesta en funcionamiento, el 24 de enero pasado, del cable submarino de fibra óptica que conecta a Cuba con Venezuela y Jamaica. El tendido del cable, de unos 1.600 kilómetros de largo, tuvo un costo de 70 millones de dólares y culminó en febrero de 2011. En agosto de 2012 comenzó a emplearse en forma experimental para llamadas telefónicas y conexiones de Internet, de acuerdo a la información ofrecida por Etecsa. Las autoridades cubanas nunca dieron explicaciones sobre la demora en el inicio de operaciones, pero sí advirtieron: “Cuando concluya el proceso de pruebas, la puesta en operación del cable submarino no significará que automáticamente se multipliquen las posibilidades de acceso (a Internet en Cuba)”.
El Gobierno cubano ha atribuido las limitaciones de conectividad de la isla al embargo económico que mantiene Estados Unidos en su contra desde la década de los sesenta. Hasta ahora, además de los centros de conexión habilitados en hoteles y oficinas de correos, solo había acceso a la red desde las escuelas y los institutos científicos, y apenas algunos profesionales autorizados por el Gobierno –médicos, periodistas, entre ellos– gozan del privilegio de navegar desde sus casas; en el caso de los médicos, con limitaciones de acceso. Así, por ejemplo, de acuerdo a cifras oficiales, unos 68.000 especialistas de la salud pueden consultar desde sus hogares la intranet pública de salud de Cuba a Infomed. Lo que indican estudios independientes es que Cuba se sitúa en el último puesto de América Latina, con una tasa de 3% de conectividad a la red internacional.
Fuente: El País