Por cinco años consecutivos a Ramón Guillermo Aveledo le ha tocado la tarea nada fácil de dirigir la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición de partidos que reúne a la oposición venezolana.
Estratega político, abogado, profesor universitario, exdiputado del extinto Congreso nacional, es también un hombre equilibrado, ecuánime, ganado al diálogo, no en vano dirige los debates en la MUD.
Es respetado tanto en sectores opositores como del mismo Gobierno nacional, tanto, que se suma a la lista de los adversarios al chavismo entrevistados por el periodista José Vicente Rangel.
Aveledo tiene sus raíces políticas en el partido Copei. Fue diputado en el Congreso de la República por el estado Lara durante tres períodos, jefe de la fracción parlamentaria socialcristiana en el Congreso y dos veces presidente de la Cámara de Diputados en tiempos en que el Poder Legislativo de Venezuela era bicameral, desde 1996 hasta 1998. Su imagen se asocia al Gobierno de Luis Herrera Campins, porque ocupó el cargo de secretario privado del Presidente.
Amante del béisbol como de la política, pues presidió la Liga Venezolana de Béisbol Profesional desde el 2001 hasta el 2007, cuando deja su cargo para ponerse al frente de la Mesa. En sus intervenciones, suele hacer comparaciones entre esta disciplina deportiva y la política.
Pero si algo le ha costado caro a Aveledo fue haber metido el béisbol en la política, porque como presidente de la Liga, a finales de 2002 y principios de 2003, decidió suspender la temporada de ese año y sumarse el paro petrolero, cosa que de vez en cuando le recuerdan los fanáticos.
En 2007, tras la derrota electoral presidencial, Omar Barboza, presidente de Un Nuevo Tiempo, lo llamó para que asumiera la secretaría ejecutiva de la MUD y en su deseo por construir una “alternativa democrática” no dudó en aceptarlo.
Barboza señaló que lo escogieron por su “formación, su identificación absoluta con los objetivos de la unidad, y su capacidad para armonizar a un equipo unido en los objetivos pero con visiones ideológicas diferentes. Creo que su trabajo ha sido excelente, y además de cumplir con sus responsabilidades en la Mesa, se ha convertido en referencia nacional de la Unidad”.
La MUD la conforman 16 principales partidos políticos entre los que se cuentan Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Copei, ABP, Proyecto Venezuela, Voluntad Popular, Avanzada Progresista, Movimiento Progresista de Venezuela, Bandera Roja, La Causa R, MAS, Cuentas Claras, y otros. Existe un equipo permanente de nueve personas (llamado G-9), más Aveledo.
Según reglas de la MUD, Aveledo funge como el director de debates y a la hora de votar no tiene derecho a voto, sin embargo, su opinión tiene un gran peso en la toma de decisiones, aclaró José Albornoz, de la dirección política del Movimiento Progresista de Venezuela.
Albornoz recordó que conoció a Aveledo en el Congreso nacional siendo diputado. “Siempre ha sido conciliador, trata de buscar los puntos de coincidencia y no las diferencias cuando las discusiones se ponen apretadas, y siempre busca cualquier mecanismo, y si no existe lo crea, para que todos se sientan representados en lo que él dirige que hoy es la MUD y en aquella oportunidad era el Congreso, aunque yo estaba en otro partido fue muy respetuoso, siempre ha tenido voluntad de incorporación”, explicó Albornoz.
Le ha tocado lidiar con las diferencias y pugnas internas del bloque, aciertos y desaciertos, pero sin duda su mayor logro fue acordonar a los partidos alrededor de una sola candidatura presidencial el 12 de febrero de 2012, en una elección primaria que contó con la colaboración del CNE, el mismo ente electoral que hoy cuestiona, y que además convocó a 3.059.024 electores, una cifra impensable para la oposición en un proceso interno.
El propio dirigente reconoció que no fue fácil ponerse de acuerdo. “Tuvimos logros y errores, pero aprendimos. No fue fácil llegar hasta este momento y Capriles cuenta con el respaldo absoluto de la Unidad”, expresó en septiembre de 2012.
Aunque la misma elección primaria, que significó un acierto desde el punto de vista de la candidatura presidencial, se convirtió en un arma de doble filo para la oposición, porque en el mismo proceso se escogieron candidatos a gobernaciones y alcaldías con un resultado devastador para la MUD en diciembre de 2012, al ganar solo tres de 23 gobernaciones y ninguno de los aspirantes electos en internas pasó la prueba.
Situación difícil le tocará este año a Aveledo con unos candidatos a alcaldes electos en febrero de 2012, cuando todavía no hay fecha de elecciones. El año pasado, el conflicto interno por las alcaldías ya había implosionado a la MUD. Mientras, el secretario ejecutivo insiste en que los acuerdos hechos hace un año deben respetarse.
Tal parece que la unidad en la oposición solo se ha logrado concretar a nivel presidencial, al menos en los dos procesos electorales para elegir a la máxima autoridad del país, la oposición se ha crecido en votos, actualmente suma más de 7 millones 300 mil.
Aveledo se encargó del ámbito internacional de la campaña del candidato Henrique Capriles Radonski para la elección del 7 de octubre de 2012 y el 14 de abril de 2013 como coordinador político estratégico del Comando Simón Bolívar.
“La oposición ahora tiene un rostro”, dijo Aveledo luego del 7-O, al referirse a Capriles como líder opositor. Y a raíz del proceso de impugnación de elecciones del pasado abril que lleva adelante Capriles, el protagonismo de la MUD se ha desplazado por el Comando Simón Bolívar.
Aveledo es un referente nacional y un sobreviviente de la cuarta república, a decir del profesor de estudios políticos de la Universidad Central de Venezuela, Jesús Silva. “Representa la cuota de los viejos partidos tradicionales. Es la ficha de AD, Copei, UNT para contrarrestar la fuerza de Primero Justicia y Voluntad Popular. Se trata de dos oposiciones dentro de una misma mesa, los viejos y los jóvenes”.
Sin embargo, Aveledo dice ser independiente y no inclinarse por ningún partido político.
Ciertamente, decisiones partidistas lo han arrastrado a cometer algunos errores, como por ejemplo, la escogencia de los candidatos a alcaldías en 2012 y el no haber podido trascender más allá de una alianza electoral.
Aún cuando el 23 de enero de este año se establecieron compromisos durante el acto de relanzamiento de la MUD, como el respeto a la Constitución, la necesidad de tener un Gobierno de unidad nacional, combate a la violencia y la corrupción, defensa de los derechos de los venezolanos, defensa de la soberanía, a la descentralización, la lucha contra el ventajismo electoral, apoyo a la producción nacional, así como a luchar por un diálogo permanente, poco se ha logrado de ello.
Según Silva, el secretario ejecutivo “no ha podido lograr la unidad perfecta de la oposición, una situación que va más allá de la tarjeta unitaria e incluye criterios armónicos entre todos los partidos tanto en el trabajo orgánico de base como en los asuntos del debate político nacional”.
Tampoco el bloque ha podido trascender a los partidos políticos. Gremios y movimientos sociales han manifestado la necesidad de ser incluidos en la Mesa, cosa que Aveledo tampoco ha alcanzado.
Al respecto, Barboza explicó que actualmente hay una comisión trabajando en un modelo de organización para que “a través de comisiones de áreas ampliar la participación de la sociedad democrática en la Mesa de la Unidad”.
Tanto 2012 como 2013 han sido años difíciles para Aveledo en su afán por lograr la “unidad en la diversidad”, más aún la tendrá este año con una elección municipal en puertas (aunque no tiene fecha) y para la que tendrá que convocar a un electorado al que se le sembró desconfianza en el árbitro electoral./YG
Fuente:Panorama