Venezuela, que necesita aliviar la escasez de productos como la leche, podría embarcarse en préstamos a gran escala en el exterior que serán “múltiplos” de los de años anteriores bajo la administración del fallecido presidente socialista Hugo Chávez, dijo un analista senior de la agencia Moody’s.
Venezuela podría endeudarse a través de bonos emitidos por la petrolera estatal Pdvsa, dijo el martes el analista Mauro Leos en el Foro de Reuters sobre Inversión en América Latina.
“Nuestra conclusión es que al final lo que hará Venezuela es endeudarse más que antes; necesitan dólares”, sostuvo. “Hay problemas de suministro en toda la economía”, agregó, incluyendo reportes sobre escasez de papel higiénico.
Moody’s sigue realizando cálculos para estimar cuánto dinero pedirá Venezuela en los mercados, pero Leos dijo que pensaba que tendrá que “solicitar múltiplos de lo que ha pedido antes”.
El Gobierno de Venezuela tiene más de 33.000 millones de dólares de deuda en circulación y su última gran emisión de bonos en el exterior fue un papel en dólares por 4.200 millones de dólares en 2011, según datos de Reuters.
La petrolera estatal PDVSA tiene unos 31.000 millones de dólares de deuda externa en dólares, de los que más de 7.000 millones de dólares se emitieron en 2011, según datos de Reuters.
En 2012, PDVSA emitió 3.000 millones de dólares en deuda, menos que en los tres años anteriores.
Leos dijo que Venezuela en 2012 dependió fuertemente del endeudamiento local y del financiamiento de China.
Bajo Chávez, quien asumió en enero de 1999 y murió en marzo pasado, la escasez de productos de consumo se extendió por los controles de precios y otros medios de intervención gubernamental.
“Las distorsiones que se introdujeron en los últimos 10 años finalmente están teniendo un impacto (…) La falta de abastecimiento no se relaciona con una demanda excesiva, falta de todo”, afirmó.
Pese a la poca circulación de dólares, Leos no anticipa la perspectiva de una inminente cesación de pagos de la deuda venezolana.
Moody’s califica a Venezuela “B2″, muy adentro del territorio especulativo conocido como “basura”.
“B2″ está cinco niveles bajo el grado de inversión, la nota que tienen la mayoría de las grandes economías de América Latina, excepto Argentina y Venezuela. Los países con grado de inversión suelen pagar mucho menos por los préstamos que aquellos con calificación basura.
Las otras dos grandes agencias calificadoras de Wall Street -Standard & Poor’s y Fitch- tienen una nota “B+” para Venezuela, cuatro escalones bajo el grado de inversión.
Las tres agencias tienen un panorama negativo para la nota de Venezuela, lo que significa que hay una probabilidad no despreciable, aunque no definitiva, de que la calificación de crédito baje aún más.
Tras la muerte de Chávez el 5 de marzo, su vicepresidente Nicolás Maduro asumió como presidente interino. En las elecciones presidenciales del 14 de abril, Maduro logro una ajustada victoria, según conteos oficiales disputados por la oposición. /JM
Agencias