Primero comenzaron a escasear la leche, la manteca, el café y la harina de maíz. Últimamente tampoco se encuentra otro producto que satisface necesidades básicas: el papel higiénico.
El gobierno lo atribuye a la oposición política y dijo que importará 50 millones de rollos de papel.
Pero eso es escaso consuelo para Manuel Fagundes. «Tengo 71 años y primera vez en la vida que veo esto», comentó molesto el hombre el miércoles a la salida de un supermercado en el oeste de Caracas.
«Es el colmo que hasta en este país tengamos que importar el papel toilette, y me imagino que esas son las comisiones que se están ganando para que aquí en Venezuela ya ni se produzca papel toilette», agregó el anciano.
El gobierno anunció esta semana que realizará importaciones masivas de 760.000 toneladas de alimentos y de papel higiénico para hacer frente a los problemas de escasez y combatir lo que han denominado la «guerra económica» que estarían ocasionando los sectores adversos al gobierno para estimular la demanda y generar desabastecimiento.
«No hay deficiencia en la producción sino una demanda excesiva que ha generado compras nerviosas en la población, producto de la campaña mediática que se ha generado para perturbar al país», afirmó el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, a la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Acotó que el consumo mensual de papel higiénico en Venezuela es de 125 millones de rollos y que la sobredemanda que actualmente se presenta «nos lleva a pensar que se requiere unos 40 millones adicionales».
Por ello, «la revolución traerá al país el equivalente a 50 millones de rollos de papel higiénico.. Vamos a saturar el mercado para que nuestro pueblo se tranquilice», declaró el ministro Fleming.
Analistas dicen que la escasez responde a una caída de la producción generada por el desestimulo a la inversión privada que surgió tras las expropiaciones masivas que realizó el gobierno entre el 2004 y el 2010, y controles de precios, diseñado para contener el avance la inflación y aumentar el control de gobierno sobre el sector privado, y de cambio vigentes desde el 2003.
Desde el 2006 los venezolanos vienen enfrentando problemas de escasez, pero en los últimos meses el desabastecimiento se ha agudizado debido a que el gobierno redujo la entrega de divisas oficiales lo que le ha impedido a muchas empresas comprar en el exterior materias primas, repuestos y equipos, afectando sus actividades de producción.
Para los venezolanos los problemas de escasez no son nuevos. Durante los años ochenta, en el gobierno del socialdemócrata Jaime Lusinchi (1984-1989), en el país se vivieron severos problemas de escasez de alimentos y otros rubros a consecuencia de un estricto control de precios que impuso ese gobernante para tratar de hacer frente al avance de la inflación.
La escasez, en todo caso, es visible y se palpa en los estantes vacíos en los mercados y farmacias de la capital mientras se observan en algunos grandes supermercados largas filas de personas comprando todo tipo de producto que logran conseguir luego de visitar varias tiendas y de varios días de búsqueda.
«Tengo dos semanas localizándolo», dijo emocionada el ama de casa Cristina Ramos al mostrar unos paquetes de papel higiénico que tenía en sus manos mientras aguardaba en una larga final de un supermercado del oeste de la ciudad para pagar.
«Me dijeron que aquí había y estoy haciendo la cola», comentó Ramos al reconocer que llegó al comercio luego que conocidos le avisaron que el papel higiénico terminaba de llegar.
El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, dijo el miércoles que de unas 3.000 empresas que enfrentan fallas en la entrega de divisas oficiales, el gobierno atendió por completo las solicitudes de dólares de 1.500 pequeñas y medianas compañías, pero no precisó montos.
«Estamos avanzando…hay que trabajar muchísimo», expresó Merentes en conferencia de prensa al reconocer las fallas que se vienen dando desde hace seis meses en la entrega de divisas oficiales por parte de la estatal Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
El ministro indicó que el gobierno está dispuesto a atender en breve tiempo las demandas de divisas oficiales luego que se revise la producción de algunas empresas y el uso que han dado a los dólares otorgados por el gobierno en los últimos años.
Al ser preguntado sobre las razones que han motivado la merma en la entrega de las divisas oficiales, Merentes explicó que la demanda de dólares para importación superó las disponibilidades de divisas del gobierno, y eso creó «un déficit».
El ministro dijo que el gobierno está «buscando recursos adicionales para paulatinamente ir reduciendo ese déficit», pero no ofreció detalles ni cifras.
Las reservas internacionales alcanzaron el pasado 10 de mayo 25.596 millones de dólares, pero según estimaciones de los analistas más del 70% de esas reservas están constituidas por posiciones en oro y otros instrumentos, y las reservas líquidas disponibles para las importaciones representan menos de 3.000 millones de dólares.
El presidente de la mayor cámara de industrias del país, Carlos Larrázabal, alertó el miércoles sobre la difícil situación que enfrenta el sector por la merma en la entrega de divisas oficiales, y dijo a la emisora local Unión Radio que «las líneas de crédito de Venezuela están cerradas, y si no abrimos esas líneas de crédito para poder reponer los niveles de inventarios la situación va a tender a agravarse de una manera importante».
Larrázabal indicó que existen algunos casos graves como las pequeñas y medianas industrias del estado centro costero de Carabobo, donde se concentran las mayores industrias del país, que a consecuencia de la falta de divisas oficiales están trabajando a «un 15% de producción» por la ausencia de materia prima, equipos y repuestos importados.
«Aquí la oferta está totalmente desfasada», afirmó el economista Pedro Palma, al reconocer que la situación se va a traducir en un «agravamiento», y la «dependencia cada vez mayor de importaciones».
El índice de escasez saltó en abril a 21,3%, el nivel más alto que ha alcanzado el indicador desde el 2009.
Asimismo, la inflación registró en abril una fuerte aceleración al alcanzar una tasa de 4,3%. En los últimos doce meses los precios han crecido 29,4%.
Venezuela ha registrado en los últimos siete años la mayor tasa de inflación de la región a pesar de tener control de precios y de cambios desde el 2003.
Para tratar de levantar la producción de alimentos, el gobierno acordó esta semana ajustar en 20% los precios del pollo, la carne de res y la leche y sus derivados. Con esta acción el gobierno aspira a que las empresas productoras de estos alimentos mejoren sus condiciones financieras y equilibren sus finanzas para levantar la producción.
Lorenzo Mendoza, presidente ejecutivo del grupo de Empresas Polar, la mayor productora de alimentos procesados del país, dijo el miércoles a la prensa que el ministro de Finanzas se comprometió esta semana con los empresarios a ajustar los precios de los productos controlados, «pero que de alguna forma con un cronograma y con una revisión trimestral que ya comenzó en algunos rubros».
Fuente: Notitarde