Renny Vega es un ejemplo de esos jugadores que se identifican mucho con unos colores. Luego de pasar sin pena ni gloria por Colo Colo, volvió al país y dijo que no se pondría otra camiseta que no fuese la del Caracas en el patio e incluso rebotó una oferta de Táchira. Hoy vive sus últimos días con el conjunto avileño y se despedirá de la afición roja nada más y nada menos que jugando el clásico.
“Es bonito despedirme en un partido así. Un clásico siempre es diferente. Uno de los mejores momentos de mi carrera fue esa estrella que ganamos en San Cristóbal. El del domingo es un partido que pienso disfrutar al máximo, es para ponerle el doble, quiero dejar el arco en cero e irme del Caracas ganándole a Táchira”, expuso el cancerbero, que tuvo piropos para el rival: “Es un grande, con un buen técnicos, excelentes jugadores, y siempre será muy duro jugarle”.
Vega comenzó el semestre al margen de las convocatorias del Caracas, pues Alain Baroja se consolidó como titular de la posición en su ausencia. Fueron varios meses sin disputar ningún partido oficial hasta que una lesión para la temporada de su compañero y el cuerpo técnico del rojo volvió a contar con el internacional vinotinto.
Desde que Vega defiende de nuevo el arco capitalino, el equipo está invicto en cinco partidos, con cuatro victorias y logró asegurar, por undécima temporada consecutiva, un cupo para la Copa Libertadores.
“Lo dije cuando comencé a jugar, mi meta era dejar al equipo en Libertadores y se logró. Ya le dije a los más jóvenes que ahí les queda otra Copa, para que la aprovechen y disfruten”, soltó Vega, para quien no es nada fácil el adiós. “Es difícil esto de irme de aquí, voy a extrañar mucho el camerino de Caracas. Todos estos días estoy hablando con los compañeros y es duro que sean los últimos, pero es una decisión tomada desde hace tiempo y lo que quería era despedirme bien, de buena manera y siento que lo estoy haciendo”, agregó.
El regreso de la continuidad para Vega le lleva a soñar con un próximo retorno a la Vinotinto. “No he apartado la selección de mi mente, ojalá tenga la oportunidad de volver. Se quiere a quienes estén jugando y ya lo estoy haciendo. Todos sueñan con ir al Mundial y yo más con todo lo que he vivido”, expuso.
Sobre su futuro, no puntualizó equipos, pero sí dijo que “hay bastante adelantado”. “Yo tengo mi meta en el exterior, hay que esperar un poco, creo que lo tengo ahí al alcance. Si no es así, será entonces con un equipo aquí del patio de los que han estado interesados”, explicó el cancerbero, que antes, aparte de aspirar a ganar el clásico, también cree que un milagro se puede dar: el título.
Caracas necesita sumar de a tres el domingo y que se den otros tres resultados: derrota de Zamora, empate entre Anzoátegui y Trujillanos, y que Lara no gane. “Yo le dije a los muchachos que si salimos campeones hay que hacer una fiesta muy grande. Pasa casi por un milagro, pero los milagros existen. Nosotros tenemos es que ganar y ver qué más se da, porque no pasa solo por un resultado en otro partido, son varios”, finalizó Vega.
Se sacaron la espinita
Rómulo Otero apuntó que la victoria del miércoles 3-0 sobre Petare tuvo cierto sabor a revancha. “Nos sacamos el trago amargo que pasamos contra Petare, que nos había ganado varios partidos seguidos. Lo veníamos hablando durante la semana, que esta vez teníamos que sacarnos esa espinita”, expuso el joven volante, que también podría tener el domingo su último partido con la casaca roja, al menos por un tiempo. “Están negociando entre clubes, falta es la firma. No sé si me tocará viajar a Brasil o ellos vendrán”, soltó sobre el interés por su ficha. “Estoy en una edad bastante buena para salir y seguir formándome afuera”, agregó.
Fuente: Líder en deportes