Toda una odisea representa para cualquier propietario de vehículo, tratar de conseguir repuestos, pues buena parte está escaseando. Los encargados de los negocios sugieren a los clientes seguir buscando, ya que la situación no es nada fácil.
Comerciantes aseguran estar de manos atadas, pues el problema principal para la adquisición de repuestos se presenta por la falta de asignación de divisas al valor oficial, para este rubro. Esto limita a los proveedores a cumplirles con su pedido.
Quien tenga suerte en conseguir el repuesto que busca, tiene que ir mentalizado de que va a pagar más de lo que estimaba, ya el incremento en la mayoría de los componentes de los motores y del tren delantero, está por encima del 40 por ciento. Todo esto desde que se produjo la devaluación del bolívar, según comentan los propietarios de negocios, quienes se muestran reacios a identificarse por temor a represalias por parte del Gobierno nacional.
Que un compresor para aire acondicionado de un Ford Fiesta, años 92 al 200, cueste siete mil 100 bolívares asombra a cualquiera, pero ese es el precio al que se está ofertando en el mercado.
Por supuesto los precios de los repuestos dependen de la marca y ya es de conocimiento público que los más caros son los Toyota, Renault y Honda, lo que indica que quien tenga que hacer el motor a vehículos de este tipo, se verá en la necesidad de desembolsar una buena cantidad de dinero.
En cuanto a frenos se refiere, se conoció que una pastilla para un automóvil Chevrolet normal, que costaba 180 bolívares, ahora no baja de 350 bolívares.
Cuando se pregunta a los comerciantes cuál es el repuesto que más está escaseando, la mayoría responde “casi todos”. Pero cuando la interrogante es ¿cuál ha aumentado el precio? la respuesta es: todos.
Luego de visitar varios negocios del ramo, buena parte coincidió en que las bombas de aceite y de agua están desaparecidas. Los stock también presentan fallas en suspensiones de vehículos Ford de los años 2011 y 2012.
Comerciantes insisten en que el problema principal es la falta de asignación de divisas, y nadie se atreve a trabajar con dólar libre.
Los comerciantes precisan además que quienes importan desde China, deben esperar tres meses a que le llegue la mercancía, luego de haber cancelado el pedido, pues por tratarse de Venezuela ningún proveedor está vendiendo a crédito. La misma situación se presenta con los de Brasil y de Estados Unidos, aunque desde allí los pedidos llegan en un mes.
Los vendedores han elaborado lista de clientes que buscan repuestos para ofrecérselos cuando lleguen, pero no han llamado al primero.
Fuente: El Carabobeño