A la bloguera cubana no la esperaban hasta dentro de unos días. Ni bien salió del aeropuerto, se dirigió a la Ermita de la Caridad del Cobre, centro de reunión de los exiliados cubanos.
“Estoy realmente muy feliz. Siento en el aire y en la gente mucho respeto, mucha libertad. Me siento como en Cuba, pero libre. Esto es como Cuba, pero con democracia”, contó Sánchez, según cita El Nuevo Herald.
“Tenía que venir, es un lugar al que, antes de quitarse el polvo en el camino, hay que llegar por muchas razones, y porque mucha gente en Cuba me lo había pedido. Me han recibido con los brazos abiertos. He estado bajo el manto de la Virgen y ha sido impresionante”, agregó.
La disidente anticipó su regreso a los Estados Unidos luego de su paso por Holanda dando charlas y conferencias sobre sus experiencias en Cuba.
En el Aeropuerto Internacional de Miami la esperaban sus familiares y amigos exiliados en las costas de la Florida desde hace varios años.
Apenas empezó a mostrarse en la calle, su presencia causó conmoción entre los cubanos que viven en la península, especialmente en la zona de la ermita. Fotos, autógrafos y abrazos se sucedieron.
Sánchez estuvo media hora reunida con el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, y con Juan Rumín Domínguez, rector de la Ermita.
“Recibir a Yoani en la Ermita de la Caridad realmente fue un momento muy importante, porque hay muchas personas dentro de Cuba que miran al futuro y ven a una persona de la nueva generación tomando conciencia y siendo voz de tantos que no tienen voz en el mundo entero”, afirmó Rumín.
“Yoani es una persona muy llana y sincera. Habla muy claro y tiene una carga grande de esperanza y fe en el futuro de Cuba”, agregó.
Todavía le quedan varias semanas a su gira, pero Yoani ya anticipó su temor de que, una vez que retorne a la isla, ya no la dejen volver a salir.
Fuente: Agencias