El Director Nacional del Comando Simón Bolívar y el alcalde Carlos Ocariz ha recibido la dura tarea de consolidar un mecanismos organizativo, desarrollar una estrategia e impulsar la candidatura presidencial de Henrique Capriles en el plazo de un mes. Algo, que sin duda, sería imposible de no disponer de la estructura montada en la campaña del año pasado. Sobre esa base y su experiencia de candidato ganador, avanza contra la corriente en una tarea que no vacila en calificar de épica.
-Pareciera que la gente no se posesiona de la idea de que el 14 de abril todo puede cambiar. Es decir, que Capriles tiene posibilidades de ganar
-Lo bueno de la política es que todo cambia. Hace apenas 15 días el país estaba sumido en el pesimismo. El chavismo por la muerte de su líder y quienes tienen una visión distinta del país porque consideraban imposible la victoria. Hoy en día el panorama es radicalmente distinto. Cuando Henrique (Capriles) anunció su decisión de optar por la candidatura, dijo que no podíamos entregar el país y que era necesario luchar, entre otras razones, porque somos millones. Eso despertó una esperanza y una fuerza que estaban allí y la gente se reactivó. Luego vino la organización del Comando, cuya dirección asumí y rápidamente comenzamos a dar los pasos necesarios.
-¿Cuáles fueron los primeros pasos?
-El tema de la unidad. En las pasadas elecciones tardamos meses para la conformación de los comandos de los estados porque veníamos de un proceso de primarias y de roces. En esta oportunidad lo hicimos en 48 horas y por consenso.
-¿Porque era una necesidad y la situación los obligaba o porque hubo una toma de conciencia por parte de los partidos?
-Por ambos factores. Además del reconocimiento de los liderazgos regionales, hubo madurez en la dirigencia, consciente del momento histórico. Lo mismo ha ocurrido con la conformación de los testigos, que se ha logrado, en parte, porque trabajamos en base a los que teníamos el 7 de octubre, pero también por el alto nivel de compromiso que han demostrado en estos días.
-Hay un cambio en la estrategia del candidato
-Las giras de Capriles han arrancado con la misma fuerza que tenía en la campaña anterior. Es como si se hubiera liberado el botón de «pausa» y la gente se activara con una intensidad creciente y contagiosa. También se debe tomar en cuenta el mensaje, una vocería muy disciplinada y la participación conjunta de la dirigencia de todos los partidos.
-¿Cuál es la primera meta a alcanzar?
-Que el 100% de quienes votaron en octubre lo haga el 14 de abril y eso es perfectamente posible porque nadie que haya votado por Capriles, lo va a hacer por Maduro. Tenemos, entonces, el mejor candidato y un proyecto de país perfeccionado, ampliado y fortalecido. Nadie entre quienes preferían a Capriles, antes que Chávez, se decantará por Maduro. Eso no va a pasar ni está pasando.
-¿Lo dices por intuición o porque dispones de información estadística?
-Porque es real. Tenemos encuestas en las cuales la imagen de Maduro es débil y no sólo en la oposición. En los focus group los mismos chavistas reconocen que su gran debilidad es el candidato.
-¿Y los 14 punto de ventaja a favor de Maduro?
-Las cosas están yendo muy rápido. Primero fue la enfermedad del Presidente, luego su muerte, los funerales, el lanzamiento de Capriles, el comienzo de la campaña. Una encuesta se tarda dos semanas en trabajo de campo y 30 días para dar los resultados. Pero hace un mes teníamos un país distinto.
-¿Quieres decir que los resultados de esa encuesta no se compadecen con la realidad actual?
-Absolutamente. Estoy convencido. Y no es que las encuestas estén mal elaboradas sino que la fotografía ha variado muy rápido.
-Entonces, en una campaña tan violenta (en tiempo) como ésta las encuestas servirán de poco
-La campaña es muy violenta y por eso estamos apelando al sentido épico de cada venezolano. Esta es una lucha del corazón de la patria. Luchamos contra un Presidente que es candidato, contra todos los dólares del petróleo, contra los poderes públicos, contra el gobierno cubano y por supuesto contra el mito que quieren generar en la figura de Chávez.
-Acabas de enumerar una serie de argumentos que justificarían una victoria del chavismo
-Todo lo contrario. Los argumentos refuerzan el carácter épico de la lucha que estamos librando. Y esa lucha no es de una persona o de un comando, sino del todo el pueblo.
-Pero el peso de todos esos factores parece decisivo
-No. Esos factores nos dan fuerza para ganar en la lucha. Y por eso les decimos a todos quienes quieren un país distinto y están inconformes, que la victoria es perfectamente posible. Nunca hemos tenido tantas condiciones a favor y razones para impulsar el triunfo.
-Lo mismo decían en la campaña pasada
-Hay una diferencia: Maduro no es Chávez. Este último presidía un mal gobierno y lo combatimos, pero presentaba un liderazgo fuerte.
-Pareciera que el candidato sigue siendo Chávez.
-El candidato es Maduro, quien, además, tiene más de 100 días como Presidente.En ese tiempo devaluó la moneda, generó el mayor desabastecimiento que haya sufrido el país en 14 años y llevó los índices de violencia a niveles sin precedentes.Hoy en día los pobres son más pobres, los poderes públicos están más secuestrados que nunca y se ha iniciado un proceso para acabar con las misiones. Maduro ha demostrado cómo se puede destruir un país en un tiempo tan corto.
-Pero está ganando
-En los números que tiene el mismo gobierno queda claro que de cada cuatro chavistas, uno no quiere a Maduro. Es decir, el 25% de ese universo se niega a darle el voto. Y eso no sólo aparece en las encuestas sino, incluso, en los resultados de todas las elecciones, celebradas en los últimos 14 años y en las cuales Chávez no fue el candidato. De forma que si se mantiene esa tendencia, el chavismo perderá más del 25% de los votos que sacó el 7 de octubre. Esa es una razón poderosa para que quienes sufragaron por Capriles repitan el 14 de abril.
-Es decir, Maduro perdería unos dos millones de votos en relación con los obtenidos por Chávez el 7 de octubre.
-Así es. Sólo hay que meterse en la página web del CNE y comparar los resultados de las elecciones obtenidos por el chavismo sin estar Chávez involucrado directamente y aquellos en los cuales era candidato.
-El discurso de Capriles, ahora más agresivo, dirigido a consolidar la votación que obtuvo el 7-O, ¿sirve para atraer chavistas?
-La campaña es muy corta. La idea es la inclusión completa. Aquí caben todos.
-Si a Chávez no se le atacaba directamente para no ganarse la mala voluntad de sus seguidores, ahora lo hacen con Maduro. ¿No es un error que ahuyenta al elector chavista?
-No. Los liderazgos no se heredan, se conquistan y Maduro carece de liderazgo. A Maduro lo pusieron a dedo.
-¿Es mucho más fácil ganarle Maduro?
-No sólo es mucho más fácil ganarle. Es que le vamos a ganar porque ni siquiera tiene liderazgo en el oficialismo. Algunos se lo tragan, pero saben que no es su líder. Maduro conoce más los aeropuertos del mundo que los cerros de Caracas. Tienes seis años viajando. Y por eso si antes estaba flaco ahora luce como luce. Sólo en viáticos ha gastado, según informes de prensa, más de ocho millones de dólares. El conoce mejor la sección de primera clase en las aerolíneas o el confort de un avión privado que las barriadas populares. Es obvio, entonces, que el cargo le queda grande. No da la talla.
-Careciendo de fundamentos estadísticos porque, según dices, las encuestas son lentas en relación con la dinámica, ¿no es aventurado predecir el triunfo?
-Los fundamentos estadísticos sí existen. Hace cuatro meses obtuvimos 6 millones y medio de votos. Y ninguna de esas personas considera ahora que Nicolás Maduro presenta una mejor propuesta que Capriles. Nuestro objetivo, entonces, es garantizar esos 6 millones y medio y crecer con votantes que antes fueron de Chávez y ahora saben que Maduro va a destruir el país. Si eso es así, tendremos un triunfo histórico.
Fuente: EU
