El Sistema Complementario de Administración de Divisas otorgará dólares mediante un mecanismo de subastas, al que acudirán las empresas por sectores a través de los agentes financieros. El tipo de cambio variará de acuerdo con la oferta de dólares y de la demanda que exista ese día específico, y el Órgano Superior de Optimización del Sistema Cambiario será el encargado de aprobar la asignación.
Los viajeros, los estudiantes y las remesas quedaron excluidos de la nueva modalidad que controla el anclaje cambiario, al menos hasta que así lo considere el Ejecutivo, como explicaron las autoridades financieras.
En una rueda de prensa en el Banco Central de Venezuela, el presidente de la institución, Nelson Merentes; el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, y el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, presentaron el nuevo sistema de adjudicación de divisas que se efectuará cada vez que el órgano superior lo considere. Es decir, no existen lapsos estipulados para las subastas. Asimismo se desconoce la oferta de divisas por parte de Petróleos de Venezuela y del BCV, que estará disponible en cada ocasión.
El piso para el tipo de cambio en el que se inicie la subasta es 6,30 bolívares por dólar y no se informó si habrá un techo. “No se trata de un tipo de cambio, sino de una subasta de recursos, donde hay una oferta limitada”, aseguró Giordani.
Ramírez afirmó que el país cuenta con todas las divisas que necesita y que para este año están disponibles 41,4 millardos. “Además de esas divisas que se venden en el BCV, están los aportes al Fonden que se calculan en 9,6 millardos de dólares para este año”, agregó.
Al ser un mecanismo de subasta, el tipo de cambio que se asignará fluctuará según la oferta y la demanda, lo que indica una nueva devaluación implícita del bolívar. Igualmente, las subastas se realizarán por sectores y tendrán prioridad alimentos, medicinas, industria y comercio.
“En ningún momento las empresas autorizadas van a manejar el dinero”, advirtió Giordani. Aclaró que se harán controles previos y posteriores para verificar las importaciones que se hagan.
El procedimiento. El ministro de Finanzas explicó que los únicos autorizados para asistir a las subastas del Sicad son las empresas que ya estén inscritas en el Rusad vigente, Registro de Usuarios de Administración de Divisas, cuando necesiten dólares de complemento para efectuar operaciones de importación. Las empresas deberán consignar ante los agentes financieros (bancos privados o públicos) los requisitos, entre los que se encuentran la postura ofrecida en cantidad de divisas necesarias y tipo de cambio que están dispuestos a pagar.
El Órgano Superior de Optimización del Sistema Cambiario aprobará las empresas que participarán en la subasta y el BCV fijará el tipo de cambio de acuerdo con un promedio entre las cotizaciones del precio del dólar ofrecido por cada compañía, es decir, el tipo de cambio será flotante dependiendo de la subasta.
Una vez que el proceso se lleve a cabo los bancos –que funcionan como intermediarios- enviarán las cartas de crédito a los proveedores en el exterior para que los insumos sean importados. Finalmente, el instituto emisor será el que cancele en efectivo al proveedor la compra realizada por el empresario venezolano.
Si bien el presidente encargado, Nicolás Maduro, aseguró hace dos días que las subastas se iniciarían el próximo lunes, Merentes aclaró que no se comenzarán ese día, pero sí durante la semana. De igual manera, aprovechó para enviar un mensaje a los empresarios: “Si necesitan algunos dólares no acudan al mercado paralelo por dos razones: primero, las subastas son un mecanismo claro que podrán incluirlo dentro de su contabilidad. El otro (mercado no oficial) es un medio dudoso porque no se sabe la procedencia de los dólares. Acuda aquí porque, además, le va a salir mucho más barato. Vamos a combatir esa perturbación del llamado dólar paralelo”.
Sin línea de crédito
Las compras a proveedores en el extranjero a través del Sistema Complementario de Administración de Divisas se realizarán mediante cartas de crédito, es decir, promesas de pago a futuro que serán emitidas por los agentes financieros. Sin embargo, desde la instauración del control cambio la banca pública y privados no tienen línea de crédito directa con otros bancos en el exterior que pueda ser el aval para elaborar este requisito, explicó una fuente relacionada con el sistema financiero nacional.
“Es complicado que un proveedor en el exterior acepte una carta de crédito de un banco venezolano, pues no tendría manera de responder en caso de que el pago no se haga”, agrega la fuente. Si bien el Banco Central de Venezuela es la institución garante del pago, es complicado conseguir a un exportador que quiera aceptar vender mercancía aun importador en Venezuela.
Fuente: El Nacional