Archive for marzo 1st, 2013

« Anterior |

Nadie gobierna

Posted on: marzo 1st, 2013 by Laura Espinoza

Nunca se aplicó el régimen de las faltas temporales, cuando está más que justificado y su procedencia es irrefutable. El Presidente está incapacitado para gobernar y su ausencia por casi tres meses es evidente. No se aplicó dicho régimen de la falta temporal, porque transcurría el plazo de 90 días para que eventualmente aplicara el régimen de las faltas absolutas. No quieren reconocer la realidad de la situación que justifica el régimen constitucional de las faltas. No suficientemente con estas irregularidades, el Presidente electo nunca ha tomado posesión de su cargo; sin embargo, el gobierno anterior, cuyo mandato está fenecido, continúa en ejercicio inconstitucionalmente, y, para colmo, se nos engaña cuando el Presidente dicta actos de gobierno con una firma dudosa y desde Miraflores, cuando todos sabemos que estaba en Cuba. Los decretos emanados de la presidencia serían nulos, de nulidad absoluta.

 

En definitiva, el Presidente no gobierna; no puede en términos reales. En términos constitucionales, al Presidente se le feneció su mandato y no toma posesión del nuevo; por lo tanto, no se le puede considerar en funciones de gobierno. El vicepresidente, constitucionalmente hablando, no ha asumido la presidencia, ni pudiera asumir funciones de presidente.

 

Partiendo de todo ello, no hay quien presida formal y jurídicamente un Consejo de Ministros, con lo cual no se pueden dictar válidamente actos de gobiernos emanados de ese cuerpo colegiado. No hay quien dirija la política exterior, ni comande la FAN, ni ascienda la oficialidad, ni administre la hacienda pública, ni nombre o despida ministros, ni quien decrete estados de excepción, por mencionar algunas decisiones de gobierno. Además, los ministros de un gobierno cuyo mandato feneció, presentaron memoria y cuenta ante la AN. El desastre continúa.

 

gfernandez@cjlegal.net  // RJSB

Por Gerardo Fernández

Fuente: EU

MUD: peleas de ricos y famosos

Posted on: marzo 1st, 2013 by Laura Espinoza

La pugna interna de la MUD debería ser tratada por la prensa especializada en celebridades, no por las secciones de política, que siempre son medio aburridas. En sentido estricto, las controversias opositoras tendrían un espacio perfecto junto a los chismes y las frivolidades, pues son intrigas y tramas típicas de los ricos y famosos, con algunos pobres diablos en calidad de coleados, como siempre.

 

Una parte de las noticias alcanzaría incluso a tener un sabor comparable con esas informaciones sobre la nobleza europea que nutren las revistas de peluquería. «Henrique sale de nuevo a recorrer el país», por ejemplo, es un excelente titular, para un reportaje con fotos del príncipe luciendo safari y sombrero hongo, salpimentado (el reportaje, no el príncipe) con algún comentario filoso, al estilo de «asegura que esta vez sí va en serio con lo de conseguir su primera dama».

 

Por supuesto que tratándose de asuntos nobles (esta palabra, ya se sabe, tiene dos significados), uno de los personajes estelares de esta novedosa modalidad de cobertura periodística sería siempre Leopoldo López, la versión más cercana que tenemos del hijo de una reina. La prensa farandulera-política habría hecho de las suyas, por ejemplo, con este asunto de su peleíta pública con otra gran figura de la realeza (y del realero), Lorenzo Mendoza, con quien comparte algunas ramas de su frondoso árbol genealógico.

 

Esa controversia es el clásico correveidile de las altas esferas. Como se sabe, el duque Leopoldo de Chacao se puso de frasquitero (algo típico de los duques) a utilizar paquetes de harina precocida en un acto político que, a fin de cuentas, resultó ser bastante «majunche». El barón Lorenzo de Polaris, quien está muy consciente de ser el dueño de buena parte de la comida y la bebida del reino, montó en cólera y le dijo «¡te pasaste!».

 

La pelea con el primo cervecero-harinero-arrocero-maltero no sería la única noticia que protagonizaría el duque de Chacao en esa versión fashion (y hasta ahora hipotética) de la crónica política, pues igualmente daría grandes titulares el súbito reverdecer del caso del cheque de Pdvsa, en el que también aparece enredada la reina madre. Ligar nobleza con turbiedades de corrupción menor es una de las características de la gente de rancio abolengo que trae más portadas de revistas, tal como puede certificarlo la familia del monarca exterminador de elefantes.

 

Por eso es que el mozo de espadas Juan Carlos Caldera y el gentilhombre de Maracay, Richard Mardo, ni se ruborizan al verse envueltos en líos de cheques y sobres manila llenos de billetes. Han entendido que esa es la manera de destacar entre tantas celebridades políticas.

 

Nobleza obliga, dicen.

 

clodoher@yahoo.com  // RJSB

 

Por Clodovaldo Hernández

Fuente: EU

«La sucesión» es otro proyecto

Posted on: marzo 1st, 2013 by Laura Espinoza

No es sólo es la enfermedad del Presidente: el drama de la revolución supera con creces el problema que supondrá la muerte de su líder. Que su gravedad coincida con las calamidades económicas del país representa un verdadero calvario. La nomenclatura se está despidiendo del comandante y, también, de la boyante bonanza que le permitió a Chávez atornillarse en el poder durante catorce largos años. Lidiar con su desaparición física habría sido menos difícil con la botija llena de petrodólares. Los estragos causados por la irresponsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, le eleva los riesgos a los que está expuesta la sucesión. Maduro no calza las botas del líder, ni contará tampoco con los recursos de los que Chávez dispuso para mantenerse en el pináculo de los afectos populares.

 

El margen de maniobra de la nomenclatura se ha visto dramáticamente reducido. Por donde quiera que se le vea, la vigencia del «proceso», tal como lo hemos conocido, está comprometida. Lo que viene en adelante no es un nuevo ciclo de la revolución de Chávez: el socialismo del siglo XXI se extingue con su padre fundador. La sucesión tendrá que dar un giro copernicano. Maduro necesitará imprimirle su sello particular y en el plan los venezolanos seguiremos siendo conejillos de indias. El país del comandante ya no existe… Lo que existe hoy es una historia con otras características. Viviremos tiempos de ensayo y error: tiempos de redefiniciones conducidas por dirigentes que están obligados a inventarse apresuradamente otro proyecto, distinto del que ha quedado inviabilizado con la ausencia del Presidente y con la insolvencia económica que ahora nos aqueja.

 

La quinta República vive su peor infortunio. Las vacas flacas han llegado en el momento más inoportuno. En medio de la escasez, la precariedad del liderazgo de la sucesión es más visible. Hasta Chávez se las habría visto verdes para explicar lo que ha ocurrido con la economía nacional. La devaluación en la Venezuela de Don Regalón no admite excusas ni descargos. Las piruetas de Maduro lucen patéticas: a leguas se percibe su calvario. Lo que ha heredado es un fardo cuyo peso desborda sus capacidades. Todos los ojos están puestos sobre él y sobre sus impedimentos personales. Su problema no es lograr retener el poder en el corto plazo: las dificultades más próximas son mínimas si se les compara con las del futuro.

 

En las manos del vicepresidente, la revolución bonita y pacífica se hará sal y agua. El problema financiero apenas está asomando las narices: pronto quedará muy poco para repartir. El soberano conocerá la represión y la violencia: entonces sucumbirá el nuevo proyecto y habrá muerto, también, el chavismo sin Chávez.

 

Argelia.rios@gmail.com Twitter @Argeliarios

Por Argelia Rios

Fuente: EU

« Anterior |