El cantante Romeo Santos conquistó este lunes al público del Festival de Viña del Mar con su reinado de bachata, plagado de letras románticas y ritmos suaves y pegadizos que sedujeron a un fiel público adolescente. A las 22.20 hora local (01.20 GMT del martes), entre humo blanco y custodiado por dos figuras mitológicas, Anthony «Romeo» Santos, subido en un trono, abrió la jornada de los ritmos latinos en la Quinta Vergara. Con gafas de sol, moviendo el cuerpo y una sonrisa permanente en su cara, el estadounidense de origen dominicano hizo su frenético comienzo musical con «You», «La diabla» y «Malevo».
El exlíder, vocalista y principal compositor del grupo Aventura cambió momentáneamente de registro, cantó «Que se Mueran» y dedicó «Su veneno», de su antigua formación, a las «mujeres chilenas venenosas». Ya fuera a mitad de canción o entre una y otra, el juvenil «Monstruo», como se conoce al público del festival, aprovechaba la ocasión para lanzar miles de fotos, piropear al cantante neoyorquino o dejar sordo al vecino con sus agudos gritos. Los latidos de las miles de personas que abarrotaban el anfiteatro subieron a cien cuando el cantante se tiró por el suelo, se dejó querer por las chilenas y lanzó «besitos» a la par que interpretaba «Mi corazoncito».
Ante un público mayoritariamente femenino y como prolegómeno de «Los infieles», Romeo Santos preguntó: «¿Quiénes son más infieles? ¿Los hombres o las mujeres?». «El hombre es infiel por naturaleza, por estúpido, por el pasatiempo, por arrogancia. La mujer es infiel por dos motivos muy peligrosos. Primero, por amor y, segundo, por venganza», sentenció el artista.
La comunión entre los seguidores y el «Rey» de la bachata fue tal que el estadounidense quiso repetir un juego que ya hizo en 2011 cuando estuvo con Aventura en esa ciudad bañada por el océano Pacífico. El estadounidense eligió a tres afortunados para cantar junto a él «Debate de 4», tras los intentos frustrados de dos seguidoras que solo querían conocerlo.
El tercero, con claros dotes para los ritmos latinos y un increíble desparpajo, conquistó a la multitud, que pidió para él, aunque sin éxito, una de las antorchas con las que se premia a los artistas del certamen. También solicitaron un galardón para su incondicional amor, petición escuchada con la antorcha de oro, justo cuando se cumplía una hora de concierto.
Romeo Santos prosiguió su repertorio alternando temas propios de su primer disco, «Fórmula 1», como de Aventura, al igual que hiciera tiempo atrás en el Madison Square Garden de Nueva York. Entre bachata, baladas y R&B, hubo tiempo para el cante flamenco, acompañado de palmas y acordes de guitarra, que sirvieron para abrir boca antes de «Mi Santa».
Por primera vez en toda la noche, el caribeño se acordó de los hombres «que aman a una mujer», pero estaba claro que el concierto de «bachata», de «romanticismo», tenía claro protagonismo femenino. «Ellas están preparadas para todo», advirtió Romeo Santos, que enganchó a los presentes con un poco de salsa y con el reguetón de la «Gasolina», para darles «Noche de sexo», del dúo Wisin & Yandel, que se presentará en ese mismo escenario este viernes.
La Quinta Vergara se volvió loca, meneó el esqueleto, alzó los brazos, juntó sus cuerpos y coreó el exitoso tema, compuesto por Santos. En pleno apogeo del concierto, el latino fue premiado primero con la antorcha de oro y la gaviota de plata, y minutos después con la gaviota de oro, un obsequio que se concedió por primera vez en 2012 al mexicano Luis Miguel y que ayer ya se entregó al grupo Maná. Después de más de dos horas de actuación, la canción «Obsesión», con la que se hizo famosa mundialmente el grupo Aventura, sirvió para cerrar hoy el reinado de una noche de bachata./YG
Fuente:Globovision