Celebrar las contribuciones y las oportunidades de la migración
El Día Internacional del Migrante es una buena ocasión para resaltar las inestimables contribuciones de millones de migrantes en todo el mundo. Sirve también para poner de relieve el entorno cada vez más complejo en el que se produce la migración. Los conflictos, las catástrofes climáticas y las presiones económicas siguen empujando a millones de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad o, simplemente, de oportunidades.
El año pasado se registraron niveles récord de desplazamientos internos, se incrementaron las necesidades humanitarias en nuevas y actuales crisis y, desafortunadamente, se alcanzó la cifra más alta de muertes de migrantes en tránsito. Sin embargo, entre estas situaciones, también hay historias de resiliencia, progreso y esperanza. Una migración segura y bien gestionada alberga muchas posibilidades. Los migrantes desempeñan un papel fundamental en los mercados laborales: colman las lagunas de cualificación, impulsan la innovación y el espíritu empresarial y resuelven los retos demográficos en sociedades que envejecen. Los migrantes impulsan el crecimiento económico y son un sustento para las familias y comunidades de origen, lo que a su vez fomenta el desarrollo.
Hay datos irrefutables de que cuando la migración se gestiona de forma segura y estratégica, puede ser una poderosa y beneficiosa herramienta. Si apoyamos vías regulares para la migración, podemos ofrecer oportunidades a los migrantes, proteger mejor sus derechos y contribuir a una mayor prosperidad en los países de los que proceden y en los que los acogen.
Juntos, paso a paso, podemos seguir construyendo un mundo en el que la migración sea segura, ordenada y beneficiosa para todos.
Mi gran historia: culturas y desarrollo
El tema de este año, “Mi gran historia: culturas y desarrollo”, destaca el hecho de cómo la movilidad humana impulsa el crecimiento, enriquece a las sociedades, y ayuda a las comunidades a conectar, a adaptarse y a apoyarse mutuamente. En 2025 este mensaje es más urgente que nunca ya que la migración sigue configurando las economías, las comunidades y el desarrollo mundial.
La migración es uno de los motores que definen nuestro siglo. Se prevé que las remesas a los países de ingresos bajos y medios alcancen la cifra récord de 685.000 millones de dólares, y los migrantes son centrales para abordar la escasez de mano de obra, impulsar la innovación y favorecer la estabilidad demográfica. Sin embargo, estas contribuciones solo pueden maximizarse cuando la migración es segura, ordenada y gestionada de forma responsable.
Una migración bien gestionada es un activo estratégico: refuerza la resiliencia, impulsa la prosperidad y favorece la cohesión social. Desde la documentación y el reconocimiento de las competencias hasta la integración y el retorno digno, unos sistemas eficaces garantizan que los migrantes puedan encontrar estabilidad, mantener a sus familias y construir un nuevo futuro, al tiempo que ayudan a las comunidades que los acogen a adaptarse y prosperar.
En este Día Internacional del Migrante, la Organización Internacional para las Migraciones reclama políticas más inteligentes, una cooperación más sólida y un renovado compromiso para lograr que la migración beneficie a todos. El viaje de cada migrante es una historia de resiliencia y posibilidades, y cuando la migración se gestiona bien, cada historia personal se convierte en parte de una historia más amplia que enriquece las culturas, fortalece el desarrollo y nos beneficia a todos. Esta es la idea central del tema de este 2025: “Mi gran historia”, no es solamente la historia de un migrante, es nuestra historia compartida de construir un futuro más justo y sostenible a través de la movilidad.
La flexibilidad laboral en México proporciona independencia a las mujeres migrantes