A la luz de las velas pasaron el 31 de diciembre, así como parte de la navidad, 405 personas, habitantes de la urbanización Antonio José de Sucre al centro de Barquisimeto, luego que dos transformadores se averiaran y la empresa Corpoelec no respondiera.
Los afectados son las 81 familias que viven en los bloques 25 y 26 que según los voceros de Corpoelec tienen que tener “paciencia” mientras esperan que lleguen los transformadores de Caracas.
La comunidad ha acudido hasta la zona Industrial en donde se encuentran algunas dependencias de la estadal eléctrica, han cumplido con los canales regulares para solicitar y hacer su demanda del servicio sin respuesta efectiva.
En la empresa han responsabilizado a la sobresaturación debido al uso exagerado de cocinas eléctricas que es consecuencia de la falta de gas que se tiene también en la urbanización.
Miembros de la comunidad señalaron que vienen sufriendo durante todo el año de racionamiento eléctrico, y suspensión del servicio de gas y de agua.
Reclaman los vecinos que en Corpoelec les piden “más paciencia”, más espera lo que les viene complicando la vida, ya que sin agua y gas y ahora sin luz se les hace imposible preparar los alimentos, cómo cocinan, preguntan, y no tienen dinero suficiente para alimentar a la familia con comida preparada.
En El Tocuyo reclaman por agua
La falta de agua originada por tomas clandestinas y aguas represadas por actividades agrícolas está afectando a más de 12 zonas residenciales además del centro de El Tocuyo, denunciaron las comunidades de esas zonas.
Las urbanizaciones Villa Dorada, Santa Cecilia, Jesús María López, Marco Perdomo, Villa Delicia, Federico Peraza Yépez, Beliza, Corpahuaico, El Calvario, La Victoria, Pío Tamayo y centro de la ciudad se quedaron sin agua debido a las numerosas tomas clandestinas en la parte alta de El Tocuyo, vía a la pista de bicicrós Juan Lorenzo.
Sagrario García quien junto a un numeroso grupo de habitantes se reunieron para manifestar su rechazo ante lo que consideran un abuso y violación de sus derechos humanos, explicaron que todo inició hace 20 años cuando comenzó la construcción de unos invernaderos en la zona.
A lo cual se le suma la actividad agrícola, pastizales para animales y granjas avícolas que utilizan el agua potable destinada a la población para su actividad comercial, lo cual viola la normativa legal vigente en el país, manifestaron.
A partir de esa ocupación, los habitantes de estas comunidades, incluido el centro de la ciudad quedaron sin una gota de agua y hasta ahora ningún organismo gubernamental ha resuelto la situación.
Las tomas clandestinas que Hidrolara no elimina, acabaron con la calidad de vida de la gente, expresan. Al parecer, según denunciaron los afectados, la coordinadora de Hidrolara para la zona ha expresado que no puede hacer absolutamente nada en relación al caso, lo que ha molestado a las familias, ya que es una violación flagrante a los derechos ciudadanos y del pueblo, manifiestan.
Las comunidades alertaron sobre la posibilidad y rumores de “pago de vacunas” para que la situación se mantenga igual a pesar de que afecta a cientos de familias del municipio Morán.
Fuente: El Universal
Por: Maria Laura Espinoza
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