“Frecuentemente las preguntas que recibo son muy específicas y tratan directamente sobre situaciones relacionadas con los genitales. Olvidan que existen tantas otras áreas que nos brindan placer”, cuenta la sexóloga Alessandra Rampolla.
“Acariciar es un arte. A través de las caricias la mayor parte de las personas logra su mayor excitación sexual, imprescindible para una buena base orgásmica”, agrega la especialista. Y propone repasar algunas de las zonas más erógenas de nuestro cuerpo, recorriendo la piel arriba hacia abajo:
* Cabello y cuero cabelludo: las caricias en esta zona ayudan a liberar tensiones al comienzo de la relación sexual. La relajación es esencial para que se pueda generar buena tensión sexual en el cuerpo.
* Orejas: la parte de atrás de las orejas y el pabellón auricular aumentan en sensibilidad a medida que la persona va excitándose.
* Nuca, cuello y hombros: son, al igual que las orejas, algunas de las zonas erógenas más populares.
* Ojos: besitos suaves sobre los ojos cerrados estimulan los nervios parasimpáticos de los párpados y producen una relajación que hace más sensible la relación.
* Boca y lengua: no las debemos olvidar como zonas de gran erotismo. ¡Los besos no son sólo para comenzar la relación!
* Zona axilar y cara interna del antebrazo: son áreas en las que la estimulación manual suave puede resultar muy placentera. Sin embargo, requieren un cuidado especial: ¡cuidado con las cosquillas!
* Dedos: muchas personas disfrutan de la estimulación oral de los dedos, así como de la imagen visual erótica que se crea mientras la pareja coloca deditos propios o ajenos en su boca.
* Columna vertebral: a sus costados tenemos una serie de nervios que pueden estimularse manual u oralmente, subiendo y bajando a lo largo de la espina dorsal.
* Parte baja de la espalda: resulta especialmente sensible para muchas personas, ¡no la olvides!
* Perineo: la zona que se extiende entre los genitales y el ano es un área de alto erotismo. Es sensible tanto a caricias manuales como orales. Lo mismo ocurre con el ano, cuya estimulación, tanto en el hombre como en la mujer, provee una excelente plataforma orgásmica.
* Parte interna de los muslos: dada su cercanía a los genitales, resulta sumamente erótica en los juegos de caricias.
* Pies: suelen proveer gran placer al ser tocados o besados. Con ellos es importante cuidarnos de las cosquillas.
“Como podrán ver, las posibilidades son infinitas… Lo más importante es darse la tarea de descubrir cuáles de estas zonas son las más placenteras para ustedes, y comenzar a disfrutar de ellas”, concluye Alessandra.
Extractos del libro “Sexo… ¡¿y ahora qué hago?!”. Soluciones para dudas sexuales básicas y no tan básicas”, de Editorial Sudamericana. Para más información sobre Alessandra y sus publicaciones, visitá su sitio.
IPP
Fuente: ETM